CAMERON LUNA.

—¿¡Cómo que no pueden hacer nada!? —le pego al escritorio con mis puños— ¡Mi hermana esta desaparecida y usted me sale con que "no puedo hacer nada"!, ¿¡qué clase de estación de policía es está!?

—Le voy a pedir que se calme al menos que quiera mande a que lo saquen a la fuerza —bufo y vuelvo a sentarme en la silla—. Lo siento mucho, pero no hay nada que podamos hacer. El caso de su hermana no tiene ni pies y cabeza y por ende se debe de cerrar.

—¡Pero...!

—Pero nada —me interrumpe—. Lo más probable es que su hermana se haya ido por cuenta propia.

—¡Ella no es así! —le digo—. Ella no haría algo como eso y mucho menos sin avisar.

—Eso dice la mayoría de las personas cuando reportan a alguien como desaparecido —me dice—. Pero cuando encontramos a esa persona desaparecida ¡Sorpresa! Resulta que estaba todo menos desaparecida.

—¡Son unos incompetentes! —le digo levantándome furioso de la silla— ¡No sirven para nada!

—¡No le voy a permitir...

—¡Jodase usted y su gente! —le di