Capítulo sesenta y cinco: El mejor espectáculoDespués de rescatar a Victoria, de las manos de Katrina, Angelo se dirigió hacia la Villa, donde lo esperaba el resto de la familia. Todos se encontraban en el portón, ya que Stefano que estaba más ansioso que nadie, no dejaba de dar paseítos hasta la puerta divisando la limusina a lo lejos y corrió para avisarles a todos.—¡Ya vienen, ya están llegando! —Dijo el niño y corrió de nuevo a la entrada.Al llegar, Angelo puso a Vitoria en el suelo con delicadeza, como si fuera de cristal, ella no dudó ni un segundo para salir corriendo y echarse en brazos de su hermano que ya venía corriendo a alcanzarla. Fue la escena más conmovedora del mundo, todos lloraban al ver a los mellizos fundidos en un abrazo que nadie podría ocurrírsele separarlos nunca. Angelo y Teresa cruzaron miradas llenas de lágrimas y satisfacción, luego abrazados de sus hijos entraron a la casa, mientras el resto los seguía. Más tarde Gina se llevó a los niños para asear a
Capítulo sesenta y seis: Pasado, presente y futuroYa habían pasado varias semanas desde el secuestro de Vicky, todo volvía a la normalidad, la familia había regresado a Roma, Angelo enfrascado en el trabajo, como siempre y Teresa permanecía casi todo el tiempo en la casa, al cuidado de los mellizos y de su salud que se había deteriorado un poco con los hechos sucedidos recientemente. Tenía poco apetito, náuseas y los desmayos habían persistido. Aunque su esposo le insistió en varias ocasiones de ver a un médico, ella lo fue dejando y ahora ya estaba segura de a que respondían los síntomas.Aquella tarde estaba sentada en la terraza, al tiempo que observaba a los gemelos jugando en el parquecito con Gina. No sintió cuando alguien se le acercó por detrás y le tapó los ojos, pero por supuesto que sabía de quien se trataba.—¡Angelo! —dijo sorprendida, mientras él le daba la vuelta para colocarse delante de ella.—Hola, mía cara. Hoy te ves especialmente bella.—Gracias. Debe ser por al
Epílogo: Bienvenido al MundoTeresa despierta en la madrugada con un malestar bien conocido para ella, se levantó para ir al baño, y en la misma puerta sintió como si se le rasgara la piel dentro de sí, y al unísono siente el líquido caliente que corre por sus piernas. Entonces se da cuenta que ha entrado en labor de parto, pero no debería, aún faltan cuatro días para la cesárea programada. Se siente consumida por el miedo y todo vuelve a su mente como si de una película se tratara. Su mala experiencia con el parto de los mellizos provoca un leve temor. Pero más teme despertar a Angelo para darle la noticia.Después de su segunda luna de miel el señor Gatti apenas le ha permitido ni respirar por sí sola. Han sido tres meses caóticos. Atareada como estaba por los preparativos de la llegada del bebé y los excesivos cuidados de su esposo.Angelo escucha un leve quejido, palpa a su lado en la cama y al sentirla vacía se levanta como un resorte.—¿Tessa, que sucede? —pregunta ligeramente,
¿Recuerdas a los amigos de Angelo? Pues aquí viene su historia, también marcado por el amor y la venganza. Por acá os dejo la sinopsis. Matrimonio por venganza Samantha había dedicado su vida a criar a su pequeña hermana y ahora que ella no estaba se sentía vacía. No pararía hasta ver destruido para siempre a Markos. Él tenía la culpa de todo. Tendría su venganza, sin importar el precio. Pero estaba en juego la felicidad de su sobrino y no contaba con que Markos también quisiese al pequeño. No obstante, correría el riesgo hasta las últimas consecuencias, aunque estas la llevaran a un camino sin retorno. Tenenmos nueva historia, la pregunta es: ¿estáis preparadas?
Capítulo uno: Los recuerdos del pasado Samantha miró a Markos y se sintió en paz con el mundo entero. Sobre todo, después del beso que le había dado para despertarla. —Feliz cumpleaño s— le dijo Markos. —No es mi... ¡Cielos, sí lo es! —exclamó Samanta y se sentó en la cama—. ¡Me había olvidado de mi cumpleaños! —Pero yo no. Markos parecía muy satisfecho consigo mismo. Samantha ni lo oyó, tenía la mirada fija por la sorpresa en la gran pintura al óleo que estaba apoyada contra el pie de la cama. Un retrato de Chloe en el que casi parecía estar viva. Era magnífico. Ella no pudo evitar que su mente volviera al pasado, la carita de su hermana se dibujó en su mente, llena de alegría, como en la foto. —¡He encontrado al auténtico italiano fabuloso! — le había dicho en su momento Chloe por teléfono—. Es increíblemente guapo y rico. Y está loco por mí. —Parece demasiado bueno como para ser verdad— refutó Samantha un poco extrañada. Los novios de Chloe aparecían y desaparecían sin que,
Capítulo dos: Asesino Esa voz oscura y con acento la cortó como si fuera una navaja. Se estremeció y levantó la cabeza lentamente. Él estaba a algunos pasos de distancia. Era un hombre que difícilmente podía pasar inadvertido. Debía medir por lo menos un metro noventa. Su magnífico y caro traje gris oscuro destacaba sus anchos y musculosos hombros y largas y esbeltas piernas. Tenía la gracia letal de un animal salvaje y la autoridad intimidante de un hombre acostumbrado a mandar.Samantha lo miró incrédula cuando él extendió su blanca mano. Los largos dedos eran hermosos.—Por favor, permítame que le ofrezca mis más sinceras condolencias por la trágica muerte de su hermana— murmuró él.Samantha retrocedió un paso rápidamente ante la amenaza de entrar en contacto con aquel hombre.—¿Qué está haciendo usted aquí?—Usted me dejó un mensaje urgente con mi secretaria— le recordó.—Chloe me hizo llamarlo, pero yo no le pedí que viniera, señor Stapoulos. Pregunté por su hermano.—Leonardo e
Capítulo tres: No aceptaré nada de esa gente—No te imaginas quiénes acaban de llegar— le dijo Elisa a Samantha segundos después de que empezara el funeral—. Son ellos... Tienen que ser, ¿no? ¿Quiénes más pueden ser?—Shhh. Calla.Markos y Leonardo Stapoulos. La vista de los dos fue como si a Samantha le dieran un puñetazo en la boca del estómago. Se puso pálida de ira y consideró su presencia una ofensa a la memoria de Chloe. ¿Cómo se atrevían a ir allí a despedir a su hermana cuando entre los dos habían hecho de sus últimos meses un auténtico infierno? ¡¿Cómo se atrevían?! Leonardo no dejaba de mirar al suelo. Parecía más delgado y mayor de lo que lo recordaba y tenía las manos firmemente entrelazadas delante de él.—Es un detalle por su parte eso de venir al funeral— murmuró Elisa sarcásticamente.Era una mujer grande de cerca de cincuenta años y que no dejaba de hablar nunca, sin importar la ocasión.La gente empezó a marcharse y le daba la mano y sus condolencias. Todos eran amig
Capítulo cuatro: Una visita indeseadaSamantha se rio un poco avergonzada. No le gustaba nada cuando Elisa empezaba a hablar de hombres como si lo fueran todo en la existencia de una mujer. No le atraía el sexo opuesto. Cuando era adolescente había sido muy tímida y estudiosa, la empollona de la clase. De adulta no había tenido ni el tiempo ni la oportunidad. Claro que había habido hombres que le habían pedido salir con ellos de vez en cuando y, a veces, había aceptado; pero sólo para descubrir que no querían su compañía, sino su sexo. Y era por eso por lo que se habían acercado a ella. Debían pensar que, como no era muy sociable, caería en sus camas a la primera cita y sin prácticamente ningún esfuerzo.Recordó la dolorosa y humillante experiencia que sufrió con un chico con el que tuvo algo que ver cuando tenía dieciséis años. Él la había invitado a una discoteca una noche y se quedó encantada... hasta que oyó algo que sus compañeras de clase se decían entre risas en los servicios.