UN DIA ANTES DE LA BODA
Zuleima abre… sé que estás ahí maldita víbora abre, abre. Grita Verónica mientras toca fuertemente la puerta.
Zuleima le abre la puerta diciendo— ¿Qué es lo que quieres? ¿Acaso piensas tumbarme la puerta?
— ¡CALLATE!—grita verónica mientras entra empujando a Zuleima, necesito de tu ayuda y no vas a poder negarte maldita víbora, si es verdad que me odias tanto como dices; este es el momento de demostrarlo.
— ¿Qué dices? Estas loca o que te pasa, ¿qué es lo que quieres?
—Un arma, ayúdame a conseguirla y no me volverás a ver nunca más.
Zuleima se sorprende pero aun así sonríe levemente tratado de ocultarlo y pregunta ¿para que la quieres?
—Qué más da para que la quiero, pienso acabar con este sufrimiento, con esta ira que me consume y no me deja estar en paz—dice verónica mientras rompe en llanto—ayúdame a conseguir el arma, ¿vas a ayudarme?
—Está bien, solo para que veas cuanto te desprecio, voy a ver qué puedo hacer; si todo sale bien la tendrás esta misma noche. Yo te llamaré y te diré dónde nos podemos encontrar para dártela.
—Está bien nos vemos esta noche, adiós.
Después de que verónica se fue de su casa Zuleima se quedó algo pensativa—¿Qué hará con el arma?—Acaso piensa matarse la muy estúpida—pero…y que tal si al que quiere matar es a José Luis.—No…debo advertirle para que esté preparado, solo por si acaso lo llamaré.
Zuleima intenta llamar a José Luis pero este no le contesta así que ella decide salir a buscarlo cerca de donde lo vio parquear la última vez, tal vez así lo volvería a ver de nuevo.
Y no estaba equivocada, al llegar al lugar José Luis iba saliendo de su nueva casa en su nuevo y lujoso auto, al verlo Zuleima quedó sorprendida de ver el cambio que había tenido antes no tenía nada solo lo que ganaba trabajando en la notaria de su padrino haciendo los mandados y ayudando en el archivo de la notaria todo con el fin de aprender, ya que él quería ser un prestigioso abogado.
Al parecer ya lo había conseguido. Zuleima gritó su nombre y este freno el auto y medio bajo sus lentes oscuros y se quedó mirándola.
—Zuleima, ¿eres tú?—vaya, vaya— ¿Qué es lo que haces aquí?—no me digas que vienes a intervenir por verónica, creí que ya no eran amigas desde hace mucho.
—yo no vine a intervenir por nadie, y si, tienes razón ella y yo no somos “amigas” desde hace tiempo—tú bien sabes porque.
Zuleima se acercó con la intención de acariciar el rostro de José Luis pero este la detuvo tomando su mano y le dijo—no es necesario Zuleima te conozco bien, bastante bien dijo José Luis mirándola de pies a cabeza.
Zuleima quiso hacerse la digna, e indignada de la vida le dijo—no sé a qué te refieres con ese comentario, pero no vine aquí a pelear—vine a advertirte sobre verónica.
— ¿Qué? ¿No entiendo a qué te refieres?
—Verónica está a punto de cometer una locura, no sé bien de que se trata pero debes tener cuidado.
—Quiere arruinarlo todo pero no la dejare, estaré prevenido.
— ¿Arruinar qué? Preguntó Zuleima.
—Nada que te incumba debo irme, no tengo tiempo como para estar aquí perdiéndolo contigo.
José Luis se sube al auto y se marcha dejando a Zuleima con su cólera.
Al llegar la noche Zuleima se dirigía a la cariñosa el bar estaba lleno, así que Yamir estaría lo suficientemente ocupado, ya que él había despedido a Zuleima cuando Verónica decidió renunciar. Ya que ella no cumplió del todo lo que Yamir quería, tuvo mucha suerte de no terminar muerta cuando Yamir entró en cólera.
Así que mientras Yamir estaba ocupado hablando con algunos de sus clientes Zuleima aprovecho para entrar a la oficina de Yamir sin ser vista, una vez adentro empezó a abrir los cajones de su escritorio, todos abrían excepto uno estaba asegurado con llave.
Zuleima intentaba abrirlo pero no funcionaba así que empezó a buscar algo que la ayudara dentro de la oficina en una de las paredes yacía colgado una lanza con varias espadas cruzadas al parecer a Yamir le gustaban ese tipo de armas para coleccionarlas.
Zuleima tomó la lanza y empezó a usarla como barra para abrir la gaveta hasta que por fin lo logro, ahí estaba el arma que Yamir siempre usaba y con la que la amenazó aquel día en el que creyó iba a morir.
Zuleima tomó el arma y salió de la cariñosa sin ser vista por nadie. Al salir llamó a Verónica para que se encontrasen en la cafetería que estaba cerca del bar, aquella en donde José Luis siempre invitaba a verónica, cuando eran novios.
Pasadas las 11:00pm Verónica llegó al café el cual estaba cerrado no había nadie en el lugar así que Zuleima le entregó el arma, verónica solo la tomó la guardo en el bolso y se marchó como si nada.
Zuleima solo se quedó pensativa ¿Qué hará? ¿Qué hará? Como podría averiguar. Hasta que decidió seguirla
Ella la siguió hasta que llegó al edificio residencial donde vivía verónica, al ver que no iba para ningún otro lado y que José Luis no estaba en peligro se fue esperando que al día siguiente la noticia que ella quería escuchar corriera por todo México. “La muerte de verónica”.
Como a eso de las 2:00 am Yamir entró a su oficina al sentarse en la silla frente al escritorio vio la gaveta abierta exaltado grito— ¡Franco, Franco!
— ¿Qué sucede señor, que es lo que pasa?
—Alguien entró a mi oficina, mira, mira abrieron la gaveta que tenía seguro.
—Pero…nadie ha entrado aquí, no entiendo como paso.
Yamir registraba la gaveta, hasta que se dio cuenta y quedó sorprendido al ver que documentos importantes y el dinero en efectivo que guardaba aún seguía ahí excepto una cosa.
— ¿Se llevaron algo señor?
—Sí, se llevaron mi arma—decía Yamir mientras se llevaba las manos a la cabeza—maldita sea Franco, ¡El arma no está, no está! Gritaba mientras pateaba todo a su paso.
—Señor mire abrieron la gaveta con esto.
Yamir al ver la lanza doblada, miró haca la pared y se dio cuenta de que era la misma. Tomó la lanza y le pidió a Franco averiguar qué era lo que estaba sucediendo, le pidió ver las cámaras de seguridad para saber quién era la persona que había entrado a su oficina.
—Cuando encuentre a la persona que hizo esto juro que me las va a pagar, esto no se queda así—dijo Yamir iracundo.
Mientras tanto verónica se encontraba sola en su apartamento, las luces estaban apagadas, pero ella estaba en su cuarto tomó el arma en sus manos y se acercó a la ventana, las lágrimas corrían por sus mejillas sus ojos ya no brillaban por amor si no que brillaban de odio. Su corazón pedía a gritos en forma de latidos salir de su pecho se estremecía fuerte lleno de rencor.
Verónica acerco el arma hasta su pecho abrazándola mientras decía—ya no hay consuelo para mí, hasta Dios me ha abandonado, ya no quiero seguir así, me duele, me duele el alma—decía mientras lloraba—pero ya no más con esto llevare acabo mi venganza—decía mientras miraba el arma—su respiro es un insulto para mí y para esa mujer con la que ahora se va a casar, así que mañana será un nuevo día, un día para dejar de respirar, me cobraré todas y cada una de sus mentiras.
No le perdonaré que haya mancillado mi corazón, traicionado mi confianza y mi fe.
Mañana será el día de tu muerte José Luis y cuando mueras yo, yo moriré contigo.
TIEMPO ATRÁSSe encontraba José Luis sentado en la barra tomando wiski un hombre alto, cabello castaño claro, ojos cafés, de tez clara. No era la primera vez que llegaba a la cariñosa un bar famoso por sus espectáculos con las bailarinas y cantantes. Había una mujer que trabaja ahí como bailarina cantante, con cabello crespos abundantes negros, piel canela, labios como el cerezo un cuerpo esbelto. En la que él se fijó como si fuera la primera vez que llegaba a la cariñosa.Mientras cantaba y bailaba, coqueteaba con los hombres sensualmente, José Luis la miraba intensamente. En un momento aquella mujer de labios cerezo y piel canela se quedó mirando aquel hombre sentado en la barra, cuando termino su turno en tarima ella se acercó a él lo saludó y le preguntó— ¿yo te conozco, te he visto en alguna parte? el hombre
Al día siguiente Zuleima llegó eso de las diez de la mañana a casa de Verónica, tocó el timbre varias veces hasta que Rosa le abrió la puerta ella entró Rosa le ofreció algo de tomar mientras que llamaba a su hermana. Zuleima se sentó en la barra de desayuno de la cocina a tomar su café, al cabo rato apareció verónica todavía en pijama.—Vaya, vaya dijo Zuleima —aun estabas durmiendo, que floja eres dijo entre risas.Verónica solo sonrió levemente, Zuleima no pudo evitarlo más y le preguntó a verónica por el vecino del fondo. —que honda con José Luis salieron ayer ¿verdad? Tuvieron algo ¡Ay ya dime!—Que vamos a tener Zuleima estás loca, solo me invitó a comer helado y charlamos un poco luego me llevó hasta la cariñosa como viste ayer y eso fue todo.&mda
—Qué onda con mis sexys bailarinas dijo Yamir entrando al camerino de las chicas, todas lo saludaron y la Martina se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, a Yamir se le veía muy contento.Bueno chicas como ya saben los fines de semanas son los mejores para la cariñosa y por su puesto para ustedes y también porque hay unos buenos shows de parte de nuestras cantantes y las bailarinas, les tengo una buena noticia bueno la noticias es más para verónica.—Para mí, dijo verónica extrañada, ¿y de que se trata?Bueno querida es un gusto para mi anunciarte que al igual que la Martina tendrás tu propias bailarinas ya no harás más shows en solitario.Verónica estaba muy emocionada reía y saltaba como una niñita con muñecas nuevas preguntó ¿cuándo conoceré a las chicas Yamir?Pues ya mismo linda míralas aquí, chicas vengan acá. Te presento a Minerva y a celeste ellas serán tus bailarinas, quiero que ensayen algo realmente bello para el próximo fin
La noche iba trascurriendo con normalidad las nuevas bailarinas y su cantante festejaban su entrada triunfal de nuevo al escenario, Yamir felicitó a todas las chicas pero aún más a la nueva lucero.—Eso fue espectacular Lucerito, me dejaste con la boca abierta y no solo a mí, sino también a todos los espectadores. Chicas, la cariñosa está a reventar de verdad muchas felicitaciones.Yamir tomó la mano de Verónica y la besó. Verónica estaba tan contenta con el resultado de los ensayos que ni siquiera se dio cuenta de los celos de la Martina quien también se encontraba presente.Solo hasta cuando salió votando chispas del camerino, todas quedaron extrañadas por la reacción de la Martina, todas ellas coincidían en que no eran celos por lo del show si no porque Yamir puso sus atenciones en lucero. Yamir salió del camerino a buscar a la Martina
En un restaurante de la ciudad estaba un hombre de tés clara, alto y maduro con al menos unos (75 años) vestía un traje elegante y su porte era parecido al de su hijo José Luis solo que este es más adulto. Estaba algo nervioso, se sentó en la mesa del fondo y le pidió al mesero un café. El mesero lo trajo y Luis Alberto se disponía a beberlo Cuando vio llegar aquel al que él conocía como el león.—Luis Alberto, tiempo sin verte mi estimado amigo. Dijo el León.—Tú y yo no somos amigos, hace tiempo que dejamos de serlo, hace tiempo deje lo único que teníamos en común, o más bien quise decir deje lo único que tenía en común contigo. ¿Qué es lo que quieres?—Jajajaja…que te pasa, te veo muy tenso amigo mío. Y si, tienes razón tal vez ya no tenemos los negoc
Al colgar el teléfono José Luis se quedó pensativo nunca se le había cruzado por la cabeza que su padre con lo orgulloso que es lo fuera a requerir para algo, además de que lo habían invitado a cenar. Le parecía muy extraño. José Luis recordó la última vez que estuvo en esa casa, él vivía antes con sus padres y sus otros hermanos Alberto y Mauricio, ambos ya casados vivan con sus esposas en casa de su padre ya que este consideraba que la familia debía vivir junta. Luis Alberto siempre fue un hombre de carácter fuerte y controlador él quería que sus hijos hicieran lo que él creía era conveniente para ellos y no lo que a ellos les parecía. A José Luis no le gustaba la manera en como su padre quería controlarlo tanto así que tomó la decisión de irse de casa, empezó a trabajar con su padrino quien tenía su propia notaria y como a José Luis le gusta la abogacía, su padrino decidió darle la oportunidad para que aprendiera un poco sobre ello además para que pu
Al llegar a su apartamento José Luis estaba cabizbajo, pensativo y muy triste quería desahogarse con alguien, así que se posó frente a la puerta de verónica pero luego recordó que ella no se encontraba, pues estaba en su horario de trabajo.Mientras tanto en la cariñosa, todos estaban extrañados de no ver a Zuleima, todos se preguntaban dónde estaba ya que siempre era puntual. Las otras chicas que atendían las mesas no sabían nada de ella hasta se preguntaban si estaba enferma, hacía mucha falta en el lugar ya que la cariñosa es bastante grande esta la zona de las mesas que es donde se encuentra la tarima, la zona VIP la cual se encuentra cerca a la tarima, la barra, el casino y las zonas no concurridas como los camerinos y la oficina de Yamir además de estos lugares también está la zona rosa, pero la mayoría de los trabajadores no tiene acceso a esta d
Yamir se acomodó plácidamente en el sillón, verónica le ofreció algo de tomar, el pidió un café.Mientras ella lo preparaba Yamir le preguntó:—Verónica ¿Por qué me preguntaste si yo conocía a la familia del fulano ese?—Bueno, es que… no me vas a creer lo que me pasó—dijo verónica mientras le daba la taza de café a Yamir.—y bien… ¿Qué pasó?—es que el fin de semana pasado José Luis me invito a un lugar pero yo no sabía que sitio era, era, caso es que el dichoso lugar ese resulto ser una casa que tiene su familia en Cuernavaca.— ¡Espera! Yo conozco ese lugar, creo que estuve ahí una vez— ¿Qué hacías tú con ese tipo allí?—Nada, te dije que él me invito—pero eso o es todo&mda