Ada abre los ojos lentamente encontrándose con la mirada de Grey y luego, baja seductoramente hasta los labios del hombre que los tiene entre abiertos y se ve demasiado provocativo. La excitación que sienten ambos en este momento es única, es jodidamente tentadora y los tortura porque no pueden besarse.—lo mejor es irnos— Grey traga grueso —no puedes llegar tarde— retoma su compostura y se quita el blazer para ocultar el bulto que formó su amiguito al despertar por causa de Ada y lo peor es que ella no lo comprendeLa cuestión es que si él la besa, un beso llevará a una caricia y una caricia a una caricia prohibida y aquella caricia prohibida a consumirse en el placer de querer sentir la piel de su esposa, de escucharla gemir entre otras cosas más que tuvo que soportar. La toma de la mano y Ada le sigue el paso hacia el ascensor, pero ambos están sumergidos en sus pensamientos, quieren más, mucho más, pero el milagrito no se les ha concedido.El silencio reina dentro del ascensor y
Adams mira a Jacobo como un asesino letal, mientras que Bianca mira con envidia a Ada, hasta su sonrisa es la más hipócrita del mundo.—felicidades, Jacobo y Bianca— los felicita Grey y agarra bien a Ada causando celos en Jacobo —para mi es desesperante estar en una boda nefasta como está, pero lo hago por mi bella esposa—no te permito que vengas a formar problemas Grey, lo mejor es que te vayas por dónde has venido— Jacobo tensa su mandíbula —relájate Jacobo, al final mi esposo tiene razón. Mi querida hermana tiene un gusto tan alto que está fiesta habla mal de ella, por cierto que vestido Bianca, pensé que usarías un vestido de diseñador —¡No te atrevas!— Bianca frunce el ceño, desea darle una bofetada —¡No te atrevas tú!— interviene Grey —un paso más y está celebración será una catástrofe— los sentencia —por cierto para que vean que no soy tan malo como dicen, les tengo un regalo de bodas— Ada lo voltea a mirar —¡No lo necesitamos!— gruñó Jacobo —quiero que te vayas Adamaris,
Ada está literalmente sorprendida. —recuerda que tenemos un compromiso en París— su perfecta sonrisa es algo que la derrite, pero también la pone inquieta —lo comprendo, pero hay compromisos en METALGREY que debo cumplir, además, debo alistar maletas y hablar con Myriam —tengo todo bajo control, tus maletas ya están en el aeropuerto —¿¡Qué...!?— Ada pasa saliva y los nervios la empiezan a consumir —¿Cómo es que todo está listo?—sabes que me gusta tener el control. Marcus se encargó de alistar sus maletas, menos tu ropa interior, pero no hay problema en París compraremos ropa interior nueva Ada se ruboriza hasta sus orejas, le sorprende la capacidad de su esposo para tener el control de todo, y ese poder que tiene para manejar todo a su enojo, también en que esa noticia le hiciera olvidar lo que pasó en la boda de Bianca.—tienes una cuenta por saldar— recalca y Ada siente una enorme vergüenza —yo... Amm le enviaré un texto a Myriam— se dispone a sacar su móvil —tú amiga ya lo s
Ada voltea a mirar a Grey como en cámara lenta. Para ella todo esto es un sueño, siente que se le va a salir el corazón y está a punto de estallar en lágrimas, quiere mirarlo a los ojos, quiere ver que es real.—usted... Yo... ¿De verdad?— musitó sintiendo que su corazón late cada vez más —Ada— la menciona y posa sus manos en el rostro de su esposa sintiendo esas ganas de besarla —debo admitir que esto no lo hice solo... La verdad es que este no es mi fuerte, creo que ya sabes cuál es mi fuerte— él se siente un poco avergonzado —pero de verdad espero que te guste porque de lo contrario creo que...—es precioso— le interrumpe Ada al verlo tan nervioso —no sabes lo importante que es esto para mí— sonríe nerviosa —me alegra que sea de tu agrado, ya no aguanto más Ada, ahora sí no hay nadie que me interrumpa— empieza a besarla y ella le corresponde el beso con la misma intensidad, se necesitan, joder están que se comen ya mismo y lo peor de todo es que él piloto está esperando para pode
—el dulce no me gusta, pero probarlo en tu cuerpo sin duda va a deleitar mi paladar— deja la cuchara encima de la cama y luego agarra una fresa que tiene crema Chantilly Ada siente que se quema, esto es demasiado para ella y eso solo es el inició. —me gusta tu intimidad, lo limpia que eres y tan solo quiero ver lo rosadita que se ponga cuando te folle con todos los poderes— ella abre sus ojos bien grandes por las atrevidas palabras de su esposo —te ves deliciosa— joder... Ada tuvo que cerrar los ojos al sentir que la fresa roza los labios de su intimidad sutilmente, mientras Grey la observa y le encanta la vista que tiene —¡No cierres las piernas!— la ordena al ver su intención, pero es porque Ada se está retorciendo de placer —¡Ahhh...!— Jadea Adamaris al sentir como él le acaricia a la perfección y luego sin previo aviso lleva aquella fresa a los labios de Ada y le dice —cómetela— ella lo hace mientras es observada por su esposo Adams empieza a hacer magia con sus labios, lengua
—así que está en París— Alessandro mira a su hombre de confianza y su mirada es profunda —está con la esposa, según la información fueron por cuestiones laborales, pero eso no es todo señor, al parecer si están enamorados. Mi informante me dijo que se daban besos y caricias muy apasionados—eso es perfecto— hace una mueca de disgusto —si mi querido sobrino está enamorado ya sabemos cuál es su debilidad —hago lo que me pida señor—dejemos que la pareja viva su mejor momento— sonríe con malicia —ahora vamos a encargarnos del cabecilla, si él muere, Adams y yo tendremos un duelo por la herencia y yo ganaré por ser el único hijo— la maldad de Alessandro no tiene límites —¿Está seguro de matar a su propio padre?— la pregunta del trabajador lo hace enojar—¿Qué parte no entendiste?— se acerca a él a pasos firmes —disculpe señor, pensé que era más fácil matar al señor Adams y así usted podría estar más libre —¿Crees que Adams tiene más poder que yo?— empuña sus manos y es tanta su furia
Adams Grey mira a su esposa con intriga analizando su reacción lo que menos quiere es que ella le tenga miedo o quiera apartarse de él. —Entonces... Lo de Vicente no fue un accidente— musitó y Grey suelta un largo suspiro —no fue un accidente— confiesa —está muerto porque era lo que merecía—te quiero hacer una pregunta ¿Para ti todo aquel que falla se debe condenarse a la muerte?—si ese fuera el caso, Gina estuviera muerta —Adams con que la hayas encerrado en un manicomio es para que ella del desespero acabe con su vida —¿¡La estás defendiendo!?— pregunta enojado y hace a Ada a un lado para luego colocarse de pie —¡Jamás! Solo que ningún ser humano tiene derecho a quitarle la vida al otro— lo voltea a mirar —¿Pero ella sí le pudo quitar la vida a mi hijo? Eres demasiado ingenua Adamaris—debes calmarte Adams, tu carácter no va a lograr algo bueno conmigo, lo único que quiero es ayudarte, soy tu esposa y me importas—Si es así ¿Por qué me estás juzgando?—Lo único que quiero es
Ada y Adams tuvieron una jordana de sexo demasiado deliciosa, y es que ambos quieren más y más, aunque Grey no quería salir de la habitación, ya había hecho una reservación para sorprender a su esposa, así que le pidió que se pusiera un hermoso vestido color vino que él deseaba verle puesto. —me falta algo...— Ada mira avergonzada a Grey —¿No tienes bragas?— le pregunta y ella niega con la cabeza —no te preocupes, tengo una para ti y mañana iremos de compras —¿Saldrás de compras conmigo?— Ada se acerca y se lanza a los brazos de su amado —podrás comprar, todo lo que quieras, es hora de que te coloques las bragas, debemos estar a tiempo —¿A dónde me llevarás?— pregunta y observa cómo él le coloca las bragas y atrevidamente antes de terminar de poner, deja un casto beso en el manjar que solo a él le pertenece —no hagas eso... Me provocas mucho —tranquila— pasa saliva porque a él le encanta la intimidad de Ada es la mejor que ha visto —¿Nos vamos?— demanda porque si no todo su e