—así que está en París— Alessandro mira a su hombre de confianza y su mirada es profunda —está con la esposa, según la información fueron por cuestiones laborales, pero eso no es todo señor, al parecer si están enamorados. Mi informante me dijo que se daban besos y caricias muy apasionados—eso es perfecto— hace una mueca de disgusto —si mi querido sobrino está enamorado ya sabemos cuál es su debilidad —hago lo que me pida señor—dejemos que la pareja viva su mejor momento— sonríe con malicia —ahora vamos a encargarnos del cabecilla, si él muere, Adams y yo tendremos un duelo por la herencia y yo ganaré por ser el único hijo— la maldad de Alessandro no tiene límites —¿Está seguro de matar a su propio padre?— la pregunta del trabajador lo hace enojar—¿Qué parte no entendiste?— se acerca a él a pasos firmes —disculpe señor, pensé que era más fácil matar al señor Adams y así usted podría estar más libre —¿Crees que Adams tiene más poder que yo?— empuña sus manos y es tanta su furia
Adams Grey mira a su esposa con intriga analizando su reacción lo que menos quiere es que ella le tenga miedo o quiera apartarse de él. —Entonces... Lo de Vicente no fue un accidente— musitó y Grey suelta un largo suspiro —no fue un accidente— confiesa —está muerto porque era lo que merecía—te quiero hacer una pregunta ¿Para ti todo aquel que falla se debe condenarse a la muerte?—si ese fuera el caso, Gina estuviera muerta —Adams con que la hayas encerrado en un manicomio es para que ella del desespero acabe con su vida —¿¡La estás defendiendo!?— pregunta enojado y hace a Ada a un lado para luego colocarse de pie —¡Jamás! Solo que ningún ser humano tiene derecho a quitarle la vida al otro— lo voltea a mirar —¿Pero ella sí le pudo quitar la vida a mi hijo? Eres demasiado ingenua Adamaris—debes calmarte Adams, tu carácter no va a lograr algo bueno conmigo, lo único que quiero es ayudarte, soy tu esposa y me importas—Si es así ¿Por qué me estás juzgando?—Lo único que quiero es
Ada y Adams tuvieron una jordana de sexo demasiado deliciosa, y es que ambos quieren más y más, aunque Grey no quería salir de la habitación, ya había hecho una reservación para sorprender a su esposa, así que le pidió que se pusiera un hermoso vestido color vino que él deseaba verle puesto. —me falta algo...— Ada mira avergonzada a Grey —¿No tienes bragas?— le pregunta y ella niega con la cabeza —no te preocupes, tengo una para ti y mañana iremos de compras —¿Saldrás de compras conmigo?— Ada se acerca y se lanza a los brazos de su amado —podrás comprar, todo lo que quieras, es hora de que te coloques las bragas, debemos estar a tiempo —¿A dónde me llevarás?— pregunta y observa cómo él le coloca las bragas y atrevidamente antes de terminar de poner, deja un casto beso en el manjar que solo a él le pertenece —no hagas eso... Me provocas mucho —tranquila— pasa saliva porque a él le encanta la intimidad de Ada es la mejor que ha visto —¿Nos vamos?— demanda porque si no todo su e
—no, no te dejaré sola— Bianca mira a los lados. Jamás se había sentido tan vulnerable como en este momento —mas te vale Bianca y para poder salir de esta vida inmerecida tenemos que estar juntas ¿Estás o no estás conmigo?— pregunta mirándola con desdén —lo estoy, madre...— baja su mirada —tengo mucha hambre— susurra —te aguantas, eso te pasa por abortar al heredero de Jacobo. Ahora cambia tu actitud y vamos a un restaurante quizás algún idiota caiga y nos pague todo lo que vayamos a comer, sonríe y sé seductora— Bianca rodea los ojos y tuvo que seguir el paso a su mamá Ingresan a un restaurante prestigioso, es que no quieren aceptar que son pobres. —debes atrapar al pez gordo hija, es eso o lavar platos— Sonia camina como si fuera de la alta sociedad —siento que me miran extraño, ¿Y si alguien de este lugar vio el vídeo? —¡Cállate! Debes negarlo todo ¿Entendido? —sí madre— la chica se sienta con elegancia y mira de manera seductora a los comensales, por si alguno cae en su
—¡No!— exclamó y retrocede un paso por lo tanto Alessandro esboza una sonrisa maligna, a él le encanta que le tengan miedo de hecho de eso se alimenta para seguir haciendo el mal para sentirse poderoso—¿No?— frunce el ceño y Bianca mira a su madre—puedes llevarme a tu habitación— interviene Sonia ya que Bianca cuando no quiere ceder a algo es repelente y no quiero hacer enojar a Alessandro—¿Usted?— miran Sonia con desagrado —a mi me gusta comer platos exquisito de calidad, jamás te tocaría y ni siquiera besarte, estás vieja y fea— Sonia se siente ofendida—¡Usted es una mierda!— gritó furiosa —¡Toda la mierda que le dijiste a mi madre eso eres— lo señala mirándolo con odióAlessandro aprovechó para agarrar a Bianca de la mano y le dijo con autoridad. —lo dudo preciosa, no eres la primera jovencita que he tenido en mis brazos y te juro que todas quieren más— la agarra más fuerte y se la llevaba la habitación—¡No... suéltame! No quiero que me toques— se rehúsa, pero él es fuerte y
La pareja deja de besarse y miran al escolta el cual no tiene buena cara. —disculpe interrumpir señor Grey, pero es importante— se apresura a decir el ver el enojo en el rostro de su jefe—Ada... Dame un momento— se aparta de ella —¡No! Lo que tenga que decir, que lo diga en mi presencia, soy tu esposa y tengo derecho a saber lo que está pasando— habla con carácter—vamos al hotel— Grey la agarra de la mano y la lleva hacia el auto, el momento romántico han acabado y eso suele pasar cuando no matas a la serpiente por la cabeza Ada se deja llevar por su esposo hasta llegar al Ferrari donde suben rápidamente y el escolta se marcha en el otro auto. —¿Es algo muy malo, cierto?— Ada siente sus manos temblar—debes estar tranquila, yo soy el hombre, yo resuelvo— Grey está molesto y no con ella, si no con la vida porque no puede tener paz—pero somos uno solo, yo puedo ayudarte en todo, no me hagas a un lado—lo hago para protegerte —yo también te quiero proteger, por favor no me oculten
Ada y Adams están en el mueble donde tuvieron sexo, esta vez grey no se dejó llevar tanto por su impulsivo carácter, fue menos rudo y ambos lo disfrutaron. —¿Qué hago con lo terca que eres? — le pregunta y luego le besa el cuello por lo Ada sonríe, ya captó que su querido esposo se calma mucho cuando tiene sexo—solo no te canses de mi—jamás, tú eres perfecta, gracias por ser paciente— le da un beso en los labios y luego vuelve a entrar en ella —necesito más de tí— gruño por la sensación que Ada le ofrece —eres solo mío, me encantas— esta vez tienen sexo más suave y todo es perfecto. Siendo las 2 AM, Ada duerme plácidamente mientras que Grey no puede dormir, tiene muchos pensamientos y su mayor pensamiento es que a su esposa y abuelo no le pasen nada. Al regresar debe hacer muchos cambios por el bien de todos. Nuevamente la tormenta lo azota y ahora debe pensar muy bien sus movimientos, sabe que Alessandro está detrás de un poder que él no se merece y que hará todo lo posible por
Grey niega con la cabeza y luego se apresura a buscar a Ada. Le sorprendió que ella hubiera hecho semejante locura así que al salir del burdel, mira a su escolta el cual le hace una mínima señal de que la señora Grey está en el auto. Camina hacia su Ferrari y luego abre la puerta, pensó que Ada estaría en el puesto de adelante, pero no, la mujer estaba tan molesta que se subió en la parte de atrás. Grey se dispone a manejar y no dice nada al respecto, mientras que Ada no lo mira solo fija su mirada a la ventana para pensar en cualquier otra cosa y no en el descaro de la mujer. Adams no pudo callar más, el silencio de Ada lo inquieta —¿Ya estás tranquila? — pregunta y continúa manejando—sí tanto te gusta esa zorra vete con ella— se cruza de brazo —¿Por qué piensas eso?— Grey se quiere reír pues Ada celosa es un caso perdido—¿Cómo no pensarlo? Seguramente si hubieras venido solo te la estuvieras follado, porque si en mi presencia no fuiste capaz de darle un pared, me imagino si hub