. bienvenidas nuevas lectoras que se suman a leer está novela de amor. Espero que les guste el capítulo, apoya con tus calificaciones y comentarios, muchísimas gracias.
Afortunadamente los de seguridad llegan y aunque fue difícil apartar a Adams de Dante, lo logran, lo peor de todo es que Grey aún tiene la cabeza caliente y eso no lo deja pensar o actuar bien. —te juro Adams, que voy a ocupar tu lugar y cuando eso pase, te dejare en la calle— Dante se coloca de pie con ayuda de los hombres de seguridad —¡Saquen a esta rata de aquí!— Grey señala hacia la salida Adamaris está en total silencio, está aterrizada. —¡Suélteme!— Dante los aparta —te vas a arrepentir, Adams— al dar su última amenaza, se marcha, pero bien obstinado —voy por un botiquín— Marcus se marcha rápidamente —Ada, lamento que hayas tenido que ver esto— Adams se disculpa, aún puede sentir su cuerpo caliente, pero de querer pelear hasta ver sangre —¿Por qué señor Grey? ¿Por qué golpeaste a tu primo?—¡No tolero que se metan contigo— hablo con firmeza y ella tuvo que hacer silencio —¡Aquí está el botiquín!— Marcus se acerca y lo coloca sobre el escritorio —¡No lo necesito! ¡Vete
—tengo muchos enemigos y socios de los cuales tendrás que ver frecuentemente, eso significa que puede pasar lo que sucedió hoy con el idiota de Dante. Quizás lo que te diga suene amenazante, pero debes comprender que eres mi esposa y mientras así sea eres solo mía. No puedes darle cuerda a ningún hombre y entre esos incluyo a tu ex —no se preocupe señor Grey, se lo significa la palabra RESPETO. Aprovechando la oportunidad... Quiero saber si hay la posibilidad de que mi amiga Myriam pueda trabajar aquí —eres la señora Grey, si quieres despedir o ingresar a alguien, lo puedes hacer —es en serio señor Grey, es que Myriam necesita trabajar —te estoy hablando en serio mujer— la mira fijamente a los ojos y eso vuelve a poner el ambiente tenso, pero tensión pasional —perfecto... Amm siendo así ya me puedo ir a casa, usted me dirá cuando iniciamos nuestro trabajo —ya mismo señora Grey. Tengo mucho trabajo acumulado —no me lo esperaba—¿Algún problema con eso?—para nada, está bien. Díg
—¿Qué me garantiza que vas a cumplir con tu palabra?— pregunta Jacobo, tratando de poder ver el rostro a Dante —yo, yo te doy mi palabra— el padre de Dante, tío de Adams por fin habla, le hace señas a su hijo para que se marche y así puedan apagar la luz blanca, para que haya claridad en la mirada de Jacobo —¡Ya lo pueden soltar!— ordena y sus hombres lo sueltan, cuando por fin Jacobo puede ver, busca con su mirada rápidamente a Dante, pero no está. —mi hijo tuvo que irse. Pero aquí el trato legal es conmigo, si haces todo lo que yo te diga, tendrás poder, tanto poder como para destruir —¿Por qué yo?— pregunta achinando un poco sus ojos —tengo por entendido que eres el primer amor de Adamaris Campabell, si la enamoraste una vez, lo puedes volver a hacer. ¿Qué tan difícil puede ser?— sonríe maliciosamente ...Adams y Ada pasaron el resto de día juntos, él mismo se encargó de mostrarle toda la empresa a Ada, la cual estaba satisfecha por el movimiento que hay y cada una de las ins
—¡Buen día querida amiga!— Myriam bosteza y se acerca al sillón, dónde toma asiento para poder disfrutar de su taza de café —por lo visto has dormido bien— Ada le acompaña —Estoy feliz de tener trabajo. Espero que él señor Grey no me ponga a limpiar pisos— tomó un sorbo de su café—descuida...— suspira —¡Hey...! ¿Por qué estás cabizbaja?— la mira detenidamente —no pude dormir, pensaba mucho en Bianca, en Jacobo, no entiendo como pueden existir personas tan crueles. Afortunadamente no me acosté con Jacobo, creo que sí eso hubiera pasado estuviera deprimida. Sabes... Si algún día llego a tener otra relación, seré un poco más amable. Reconozco que antes vivía obsesionada con el trabajo, aunque eso no justifica lo que Jacobo me hizo, es que aún no me cabe en la cabeza el que me haya pedido que hablemos, es un cínico. Lo odió, y demasiado—Ada, se que eso no es lo que te tuvo en velo, dime la verdad— arquea una ceja, pues conoce muy bien a su amiga Ada mira la taza de café, y algo av
—me estás volviendo loco, y más cuando te comportas así— la gira para quedar frente a frente —estas hermosa ¿Te has arreglado para mí?— le pregunta y ella se pierde en la mirada de Grey —eres única— atrapa los labios de Ada con furor y ella le corresponde, sin querer se está volviendo adicta a los labios de Grey, mientras se besan, retroceden hacia el escritorio y lo ágil que es Grey, la gira y la sube al escritorio. —si quieres que pare, lo hago— le susurra con esa voz ronca pecadora, para luego abrirla de piernas y Ada se sonroja, ya que él puede verle las bragas, pero sin duda, es magnífico lo que él le está haciendo sentir y sí, lo pensó mucho en la madrugada y desea esos besos y caricias prohibidas —Ada... Hueles delicioso —usted también...— susurró cerrando los ojos al sentir como besa su cuello, ambos pierden el control, esas ganas que se atraen, los hace perder la cordura y más a Ada, porque jamás había sentido tanta excitación como él le hace sentir, y ya es una mujer bien
Por poco y Grey agarra el móvil de Ada, pero se aguanta, lo que hace es mirar a Ada para saber que le dirá. —¡Jamás! ¡Deja de llamarme!— corta la llamada, en sí Grey esperaba algo más. Sin embargo, la ira está aumentando poco a poco, y él no se quedará de brazos cruzados —no entiendo cómo consiguió mi número— Ada procede a bloquear el número —¿Le darías otra oportunidad?— pregunta Grey, teniendo un temple frío en su rostro, todo cambio —No. No lo haría— guarda el móvil —sigamos trabajando, que este incidente no interrumpa nuestro proyecto— Ada se asombra cuando Grey la agarra del brazo y la jala hacia él, quedando a escasos centímetros —¡Algo que odió es que se burlan de mí!— espetó —estoy dejando muchas cosas por ti, si me traicionas, podría olvidar muchas cosas Adamaris —¿Me estás amenazando?— sus celos lo están haciendo actuar mal —me estás lastimando— Ada intenta soltarse de su agarre, por lo que Grey la suelta de inmediato y lamenta haber sido cruel —lo lamento...—debes con
—es triste que tú mirada sea de desprecio cuando intentas convencerme con tus falsas palabras. Esto es solo el inicio de mi venganza. Voy a recuperar todo lo que es mío y eso implica la mansión y la herencia, tú nunca fuiste nada sin mi madre— Adrián la abofetea por lo que Ada acaricia su mejilla ardiente Los escoltas se acercan y agarran a Adrián. —¡Déjenme!— ordena mirando a Ada con furor —déjenlo— ordena Ada con sus ojos llorosos —aquella tonta que manejabas con un dedo ya murió— dijo con firmeza —eres el peor padre y esposo del mundo. Cómo me alegra haber abierto los ojos, para darme cuenta de la escoria que eres —¡Te creés mucho por qué eres una Grey!— dijo arrebatado—no me creo, soy una Grey, mira tu posición, ahora mira la mía. Las personas como tú, no merecen nada en este mundo. Recuerda padre, aunque así no te debería llamar. Pero lastimosamente eres mi padre. Esto es solo el inicio del crujir de dientes — agarra el café latte y camina hacia la salida de la cafetería —
Jacobo pasa saliva y luego retoma una compostura muy varonil para no dejarse intimidar de Grey. —¿Cuál es tu problema?— preguntó con altivez —Ada siempre será mía. Puede estar contigo, pero soy yo el que está en su mente y corazón, te lo aseguro— sonríe alterando la poca paciencia de Grey porque su reacción fue agarrar a Jacobo del cuello y ejercer fuerza —Adamaris Grey, hace rato se olvidó de ti, lo único que puedo agradecerte es que hayas actuado como un imbécil, el que hayas preferido a una chica sin importancia y dejar a la mujer más maravillosa de este mundo. Adamaris te odia—pero... El odió es amor— habla con dificultad, mientras que su rostro está enrojecido —¡Estás muy equivocado! Y te ordeno que dejes de buscarla porque si no, te desaparezco —¿Así... Así como lo hiciste con Dante?— pregunta y Grey frunce el entrecejo para luego soltarlo Jacobo empieza a toser, se estaba quedando sin respiración debido al fuerte agarre de Grey. —es extraño que Dante haya aparecido muerto.