—todo es un malentendido— dijo alzando su mirada —ves hija, Jacobo te ama, ve y abraza a tu prometido— le da un leve empujón por lo que Bianca no tuvo opción más que responder. Ella sabe que Ada ahora llama mucho la atención y que Grey no miente, sin embargo, ahora está en una posición en la que debe bajar la cabeza y actuar con inteligencia —Jacobo, mi bebé y yo te necesitamos— balbucea en aquel abrazo, y llora falsamente —debes creer en mí— le acaricia el cabello y Sonia mira a Adrián, el cual suspira porque no pueden darse el lujo de perder a Jacobo, no tienen nada, literalmente nada, hasta sus tarjetas fueron bloqueadas, y eso lo tiene desesperado Jacobo está irritado, obstinado por sus malas decisiones, pero Bianca tiene a su bebé, heredero del cual su familia está orgullosa. —mi amor... Tienes que ayudarnos— Bianca empieza a hacer su mejor actuación para dar lástima, deja de abrazar a Jacobo para mirarlo a los ojos —No tenemos nada, nos dejaron en la calle —¿Qué?— Jacobo s
—Ada por favor, siéntate, llevas media hora caminando de un lado a otro— Myriam la mira con pesar —no puedo, no puedo amiga, sé que él señor Grey se fue muy furioso, me vió la mejilla golpeada, además... Sus escoltas tuvieron que haberle dicho que mi padre me golpeó, ¿Sabes lo que eso significa?—Sí. Que pondrá a tu padre en su lugar y eso me parece perfecto —¡No lo es! El señor Grey tiene un temperamento fuerte, yo he podido conocer un poco de él. No quiero que se deje llevar por sus impulsos y luego corra peligro —eso no pasará Ada— Myriam empieza a buscar en su bolso a ver si consigue un cigarro, salieron temprano de la empresa y tan solo quiere descansar, le duelen los pies por estar de pie por largas horas —no quiero que le pase nada al señor Grey, además, lo llamo y no me contesta— vuelve a hacer el intento de llamarlo—Ada, el señor Grey no es tonto, él sabe lo que hace y seguramente está ocupado— por fin consigue un cigarro —ya sé, llamaré a Marcus— Ada le llama, pero le
—¿Por qué siento que te quiero hacer mía sin parar?— su pregunta interesante y directa por lo que hace que Ada lo mire fijamente a los ojos —porque me deseas...— susurró con dificultad —tengo tiempo sin estar con una mujer desde que mis deseos por ti aumentaron —por favor... Usted puede tener a cualquier mujer —estas equivocada— acerca sus labios al cuello de Ada, la cual tragó grueso y cierra los ojos —a ti no te he podido tener— empieza a besar el cuello de Ada y ella siente que no puede más, al empujar a Grey y agarrarlo de la corbata dejandolo atónito, pero más excitado —recuerda nuestro trato— recalca, ya que no puede tener relaciones aún, si eso pasa, posiblemente quede embarazada —¿Por qué eres tan difícil?— se quita el blazer mientras ella lo sostiene de la corbata —sé mi valor señor Grey, podrías esperar un poco más —no puedo, a menos que me dejes tocarte, solo eso y prometo no molestar hasta que se cumpla la otra parte del trato— termina de quitarse el blazer y Ada
Al volver a sus labios, le susurra. —deseo ir más allá de besos y caricias—tengo miedo...— Ada se vuelve a poner tensa —quizás... Quizás no soy una mujer totalmente, pero comprende que yo...— Ada retiene sus palabras —eres virgen, lo sé, y eso me tiene atrapado, deseo hacerte mía en este instante —Un poco de paciencia señor Grey, cómo dijo usted, ir un poco más allá para conocernos y dejar la vergüenza a un lado. Yo estoy poniendo de mi parte aunque quizás, sea algo infantil —no lo eres— posa su mano en la mejilla derecha de Ada —para mi eres valiosa Adamaris de Grey, prométeme que seré yo él único que pueda obtener tú valiosa virginidad— la empieza a besar y el calor comienza a aumentar. Cuando Grey se posiciona al abrirla más de piernas, Ada abre sus ojos perplejos al sentirlo —no entraré, lo prometo, pero necesito liberarme, si no lo hago no sé qué pueda pasar— sus palabras le dieron doble y triple sentido a Ada, el principal "buscar otra mujer"—Está bien... Solo no te pases,
Grey se tensa, su momento de felicidad al lado de Ada se esfumó con la llegada de un miembro de su familia, Alessandro Grey, hermano de su padre, parecen dos gotas de agua, en el físico, carácter y ambición. La rivalidad entre hermanos, conllevó a qué los hijos tuvieran esa misma rivalidad desde pequeños y no porque Adams Grey lo quisiera, es porque desde niño, Dante siempre le hacía daño, lo golpeaba y se burlaba de él, hasta que Grey fue enviado a un internado, al estar solitario, con la pérdida de su madre, los golpes de su padre, la humillación de su tío y primo, todo esas cosas hicieron de él el hombre frío y arrogante, pero desde que Ada apareció en su vida ha sido esa luz que ha hecho cambiar ciertos pensamientos y sonreír, hacerlo después de tantos años, cosa que ni Gina en el tiempo de relación había logrado.—¿Señor?— la empleada lo menciona con temor y Ada al verlo callado, es la que se atreve a hablar —en un momento baja el señor Grey— al responder, la empleada suspira y
—cariño— interviene Ada percibiendo que el tío Alessandro no se deja tan fácilmente y quizás algo puede estar tratando —no te rebajes, deja que el tío Alessandro esté siendo consumido por el dolor. Tú eres inocente y yo no soy nada de lo que él dice— lo señala —lo mejor es irnos y no perder más el tiempo— sugiere y Grey tensa su mandíbula, si no fuera por Ada se agarra a puñetazos con su tío, pero es necesario escuchar los consejos de la esposa ya que ella edifica y Ada es excelente en ello—tienes razón, cariño— bufó mirando desafiante a su tío, a su propia sangre —me ibas a golpear ¿Por qué no lo haces?— Alessandro siente su sangre hervir, tanto que si pudiera en este momento quitarle la vida a su sobrino lo hace —porque soy más astuto que tú— se gira dándole la espalda, mientras que Ada está atenta a cualquier movimiento y en eso se percata de que Alessandro en un movimiento en falso, hizo que su blazer se moviera un poco donde Ada frunció en ceño al ver que es una grabadora. Po
—me estás tratando como si yo fuera tú propiedad, ¡Soy un ser humano al igual que tú primo Dante! —¿Entonces qué querías que hiciera?— se coloca de pie sin soltar la botella y Ada retrocede, haciéndole entender a Grey que ella tiene miedo aunque muestra una actitud de valentía —¡Necesito... Estar sola!— Ada camina hacia la puerta —no vas a ir a ningún lado, ahora que te muestro mi lado oscuro ¿Te quieres ir?— bebió un sorbo de la botella —Lo único que estoy comprendiendo es que eres un psicópata. La razón por la que no quiero que muera Jacobo es porque para mí, mi razonamiento es que él sufra a qué muera, las personas mueren y ya.—no es tan simple, quizás el infierno les espera —¡Siendo así, a ti también!— Ada respira profundamente y Grey intenta acercarse, pero ella vuelve a retroceder —Ada a ti jamás te haría daño. Comprende que eres lo mejor que he tenido en mi vida —¡Ya basta señor Grey! Deje de mentir, ya, ya no quiero escucharlo. Usted solo me quiere convencer para que
Adamaris se siente tan confusa que siente ganas de huir de él, pero también esa sensación de querer abrazarlo. —te puedo hacer una pregunta— su pequeño cuerpo tiembla, y siente náuseas, dolor de cabeza, su corazón tan acelerado como si se le fuera a salir del pecho, siente temor.—adelante— Grey trata de relajarse, no quiere actuar como una bestia delante de Ada y que luego ella se atemorice tanto que no lo quiera tener cerca —¿Para ti... Solo soy tu pase de venganza?— su pregunta hace que Grey se tome unos segundos silenciosos —¿Y yo lo soy?— pregunta Grey al reaccionar —te pregunté primero— Ada necesita saberlo —al parecer ambos somos tan orgullosos de admitir lo que está pasando. Lo único que quiero es que permanezcas a mi lado, más no puedo decirte. Lo mejor es que descanses, mañana nos espera un largo día Ada se sintió súper mal, la respuesta de Adams no le dió satisfacción y calma, quería saber si él sentía amor por ella, más que esa atracción y ganas de comerla. Pero piens