—¿Por qué siento que te quiero hacer mía sin parar?— su pregunta interesante y directa por lo que hace que Ada lo mire fijamente a los ojos —porque me deseas...— susurró con dificultad —tengo tiempo sin estar con una mujer desde que mis deseos por ti aumentaron —por favor... Usted puede tener a cualquier mujer —estas equivocada— acerca sus labios al cuello de Ada, la cual tragó grueso y cierra los ojos —a ti no te he podido tener— empieza a besar el cuello de Ada y ella siente que no puede más, al empujar a Grey y agarrarlo de la corbata dejandolo atónito, pero más excitado —recuerda nuestro trato— recalca, ya que no puede tener relaciones aún, si eso pasa, posiblemente quede embarazada —¿Por qué eres tan difícil?— se quita el blazer mientras ella lo sostiene de la corbata —sé mi valor señor Grey, podrías esperar un poco más —no puedo, a menos que me dejes tocarte, solo eso y prometo no molestar hasta que se cumpla la otra parte del trato— termina de quitarse el blazer y Ada
Al volver a sus labios, le susurra. —deseo ir más allá de besos y caricias—tengo miedo...— Ada se vuelve a poner tensa —quizás... Quizás no soy una mujer totalmente, pero comprende que yo...— Ada retiene sus palabras —eres virgen, lo sé, y eso me tiene atrapado, deseo hacerte mía en este instante —Un poco de paciencia señor Grey, cómo dijo usted, ir un poco más allá para conocernos y dejar la vergüenza a un lado. Yo estoy poniendo de mi parte aunque quizás, sea algo infantil —no lo eres— posa su mano en la mejilla derecha de Ada —para mi eres valiosa Adamaris de Grey, prométeme que seré yo él único que pueda obtener tú valiosa virginidad— la empieza a besar y el calor comienza a aumentar. Cuando Grey se posiciona al abrirla más de piernas, Ada abre sus ojos perplejos al sentirlo —no entraré, lo prometo, pero necesito liberarme, si no lo hago no sé qué pueda pasar— sus palabras le dieron doble y triple sentido a Ada, el principal "buscar otra mujer"—Está bien... Solo no te pases,
Grey se tensa, su momento de felicidad al lado de Ada se esfumó con la llegada de un miembro de su familia, Alessandro Grey, hermano de su padre, parecen dos gotas de agua, en el físico, carácter y ambición. La rivalidad entre hermanos, conllevó a qué los hijos tuvieran esa misma rivalidad desde pequeños y no porque Adams Grey lo quisiera, es porque desde niño, Dante siempre le hacía daño, lo golpeaba y se burlaba de él, hasta que Grey fue enviado a un internado, al estar solitario, con la pérdida de su madre, los golpes de su padre, la humillación de su tío y primo, todo esas cosas hicieron de él el hombre frío y arrogante, pero desde que Ada apareció en su vida ha sido esa luz que ha hecho cambiar ciertos pensamientos y sonreír, hacerlo después de tantos años, cosa que ni Gina en el tiempo de relación había logrado.—¿Señor?— la empleada lo menciona con temor y Ada al verlo callado, es la que se atreve a hablar —en un momento baja el señor Grey— al responder, la empleada suspira y
—cariño— interviene Ada percibiendo que el tío Alessandro no se deja tan fácilmente y quizás algo puede estar tratando —no te rebajes, deja que el tío Alessandro esté siendo consumido por el dolor. Tú eres inocente y yo no soy nada de lo que él dice— lo señala —lo mejor es irnos y no perder más el tiempo— sugiere y Grey tensa su mandíbula, si no fuera por Ada se agarra a puñetazos con su tío, pero es necesario escuchar los consejos de la esposa ya que ella edifica y Ada es excelente en ello—tienes razón, cariño— bufó mirando desafiante a su tío, a su propia sangre —me ibas a golpear ¿Por qué no lo haces?— Alessandro siente su sangre hervir, tanto que si pudiera en este momento quitarle la vida a su sobrino lo hace —porque soy más astuto que tú— se gira dándole la espalda, mientras que Ada está atenta a cualquier movimiento y en eso se percata de que Alessandro en un movimiento en falso, hizo que su blazer se moviera un poco donde Ada frunció en ceño al ver que es una grabadora. Po
—me estás tratando como si yo fuera tú propiedad, ¡Soy un ser humano al igual que tú primo Dante! —¿Entonces qué querías que hiciera?— se coloca de pie sin soltar la botella y Ada retrocede, haciéndole entender a Grey que ella tiene miedo aunque muestra una actitud de valentía —¡Necesito... Estar sola!— Ada camina hacia la puerta —no vas a ir a ningún lado, ahora que te muestro mi lado oscuro ¿Te quieres ir?— bebió un sorbo de la botella —Lo único que estoy comprendiendo es que eres un psicópata. La razón por la que no quiero que muera Jacobo es porque para mí, mi razonamiento es que él sufra a qué muera, las personas mueren y ya.—no es tan simple, quizás el infierno les espera —¡Siendo así, a ti también!— Ada respira profundamente y Grey intenta acercarse, pero ella vuelve a retroceder —Ada a ti jamás te haría daño. Comprende que eres lo mejor que he tenido en mi vida —¡Ya basta señor Grey! Deje de mentir, ya, ya no quiero escucharlo. Usted solo me quiere convencer para que
Adamaris se siente tan confusa que siente ganas de huir de él, pero también esa sensación de querer abrazarlo. —te puedo hacer una pregunta— su pequeño cuerpo tiembla, y siente náuseas, dolor de cabeza, su corazón tan acelerado como si se le fuera a salir del pecho, siente temor.—adelante— Grey trata de relajarse, no quiere actuar como una bestia delante de Ada y que luego ella se atemorice tanto que no lo quiera tener cerca —¿Para ti... Solo soy tu pase de venganza?— su pregunta hace que Grey se tome unos segundos silenciosos —¿Y yo lo soy?— pregunta Grey al reaccionar —te pregunté primero— Ada necesita saberlo —al parecer ambos somos tan orgullosos de admitir lo que está pasando. Lo único que quiero es que permanezcas a mi lado, más no puedo decirte. Lo mejor es que descanses, mañana nos espera un largo día Ada se sintió súper mal, la respuesta de Adams no le dió satisfacción y calma, quería saber si él sentía amor por ella, más que esa atracción y ganas de comerla. Pero piens
Al llegar a la empresa, la pareja luce felizmente casada, pues eso aparentan. Desde que Grey confesó su dolor, Ada siente más apego a él y eso es lo que más teme. —buen día señor y señora Grey— saluda Marcus y por la actitud nerviosa, Grey percibe que algo no está bien —Ada, espérame en la oficina por favor— le pide Adams —¿Está todo bien?— pregunta y mira a Marcus, luego a su esposo—hablaremos de trabajo, no tardó—esta bien, mientras voy organizando— Ada da unos pasos, pero Grey la detiene al agarrarla de brazos y atraerla a él —¿Y mi beso?— pregunta al tenerla a escasos centímetros por lo que Marcus mira a otro lado —creo que no es necesario en este momento— Ada pasa saliva y como Adams Grey es todo un domador, la besa de manera apasionada, tomándola por sorpresa, pero también de placer. Al dejarla de besar, increíblemente, ella desea más y más, pero lo que hace es sonreír un poco y luego darse la vuelta para marcharse, dejando al hombre excitado.Cuando Grey se percata de
Adrian empuña sus manos y su sangre hierve como un volcán queriendo atacar a Grey, pero no se atreve sabiendo su gran poder, sin embargo, su ambición le gana más al terminar aceptando la propuesta sin saber cuáles son las verdaderas intenciones de Adams Grey.—¿Cuando me darás el dinero?— pregunta colocándose de pie —tráeme el testamento de mi esposa, tan solo con eso te entrego el dinero, soy un hombre de palabra, pelotas me sobran para ponerte en tu lugar si no cumples con la parte del trato— lo sentencia —mis hombres te seguirán para verificar que cumplas ¿Entendido?— Grey está sintiendo esa adrenalina que goza sentir cuando tiene bajo su poder a alguien que sea su enemigo —entendido, voy a buscar y no me tardo Adrian se coloca de pie y camina hacia la puerta con algo de Afán. —¡Alto ahí!— ordena Grey y Adrián se detiene sin voltear a mirarlo —ni una palabra de esto a nadie, ahora lárgate— le ordena y Adrián asienta con la cabeza para luego salir de la sala de juntas. Grey se