Por poco y Grey agarra el móvil de Ada, pero se aguanta, lo que hace es mirar a Ada para saber que le dirá. —¡Jamás! ¡Deja de llamarme!— corta la llamada, en sí Grey esperaba algo más. Sin embargo, la ira está aumentando poco a poco, y él no se quedará de brazos cruzados —no entiendo cómo consiguió mi número— Ada procede a bloquear el número —¿Le darías otra oportunidad?— pregunta Grey, teniendo un temple frío en su rostro, todo cambio —No. No lo haría— guarda el móvil —sigamos trabajando, que este incidente no interrumpa nuestro proyecto— Ada se asombra cuando Grey la agarra del brazo y la jala hacia él, quedando a escasos centímetros —¡Algo que odió es que se burlan de mí!— espetó —estoy dejando muchas cosas por ti, si me traicionas, podría olvidar muchas cosas Adamaris —¿Me estás amenazando?— sus celos lo están haciendo actuar mal —me estás lastimando— Ada intenta soltarse de su agarre, por lo que Grey la suelta de inmediato y lamenta haber sido cruel —lo lamento...—debes con
—es triste que tú mirada sea de desprecio cuando intentas convencerme con tus falsas palabras. Esto es solo el inicio de mi venganza. Voy a recuperar todo lo que es mío y eso implica la mansión y la herencia, tú nunca fuiste nada sin mi madre— Adrián la abofetea por lo que Ada acaricia su mejilla ardiente Los escoltas se acercan y agarran a Adrián. —¡Déjenme!— ordena mirando a Ada con furor —déjenlo— ordena Ada con sus ojos llorosos —aquella tonta que manejabas con un dedo ya murió— dijo con firmeza —eres el peor padre y esposo del mundo. Cómo me alegra haber abierto los ojos, para darme cuenta de la escoria que eres —¡Te creés mucho por qué eres una Grey!— dijo arrebatado—no me creo, soy una Grey, mira tu posición, ahora mira la mía. Las personas como tú, no merecen nada en este mundo. Recuerda padre, aunque así no te debería llamar. Pero lastimosamente eres mi padre. Esto es solo el inicio del crujir de dientes — agarra el café latte y camina hacia la salida de la cafetería —
Jacobo pasa saliva y luego retoma una compostura muy varonil para no dejarse intimidar de Grey. —¿Cuál es tu problema?— preguntó con altivez —Ada siempre será mía. Puede estar contigo, pero soy yo el que está en su mente y corazón, te lo aseguro— sonríe alterando la poca paciencia de Grey porque su reacción fue agarrar a Jacobo del cuello y ejercer fuerza —Adamaris Grey, hace rato se olvidó de ti, lo único que puedo agradecerte es que hayas actuado como un imbécil, el que hayas preferido a una chica sin importancia y dejar a la mujer más maravillosa de este mundo. Adamaris te odia—pero... El odió es amor— habla con dificultad, mientras que su rostro está enrojecido —¡Estás muy equivocado! Y te ordeno que dejes de buscarla porque si no, te desaparezco —¿Así... Así como lo hiciste con Dante?— pregunta y Grey frunce el entrecejo para luego soltarlo Jacobo empieza a toser, se estaba quedando sin respiración debido al fuerte agarre de Grey. —es extraño que Dante haya aparecido muerto.
—todo es un malentendido— dijo alzando su mirada —ves hija, Jacobo te ama, ve y abraza a tu prometido— le da un leve empujón por lo que Bianca no tuvo opción más que responder. Ella sabe que Ada ahora llama mucho la atención y que Grey no miente, sin embargo, ahora está en una posición en la que debe bajar la cabeza y actuar con inteligencia —Jacobo, mi bebé y yo te necesitamos— balbucea en aquel abrazo, y llora falsamente —debes creer en mí— le acaricia el cabello y Sonia mira a Adrián, el cual suspira porque no pueden darse el lujo de perder a Jacobo, no tienen nada, literalmente nada, hasta sus tarjetas fueron bloqueadas, y eso lo tiene desesperado Jacobo está irritado, obstinado por sus malas decisiones, pero Bianca tiene a su bebé, heredero del cual su familia está orgullosa. —mi amor... Tienes que ayudarnos— Bianca empieza a hacer su mejor actuación para dar lástima, deja de abrazar a Jacobo para mirarlo a los ojos —No tenemos nada, nos dejaron en la calle —¿Qué?— Jacobo s
—Ada por favor, siéntate, llevas media hora caminando de un lado a otro— Myriam la mira con pesar —no puedo, no puedo amiga, sé que él señor Grey se fue muy furioso, me vió la mejilla golpeada, además... Sus escoltas tuvieron que haberle dicho que mi padre me golpeó, ¿Sabes lo que eso significa?—Sí. Que pondrá a tu padre en su lugar y eso me parece perfecto —¡No lo es! El señor Grey tiene un temperamento fuerte, yo he podido conocer un poco de él. No quiero que se deje llevar por sus impulsos y luego corra peligro —eso no pasará Ada— Myriam empieza a buscar en su bolso a ver si consigue un cigarro, salieron temprano de la empresa y tan solo quiere descansar, le duelen los pies por estar de pie por largas horas —no quiero que le pase nada al señor Grey, además, lo llamo y no me contesta— vuelve a hacer el intento de llamarlo—Ada, el señor Grey no es tonto, él sabe lo que hace y seguramente está ocupado— por fin consigue un cigarro —ya sé, llamaré a Marcus— Ada le llama, pero le
—¿Por qué siento que te quiero hacer mía sin parar?— su pregunta interesante y directa por lo que hace que Ada lo mire fijamente a los ojos —porque me deseas...— susurró con dificultad —tengo tiempo sin estar con una mujer desde que mis deseos por ti aumentaron —por favor... Usted puede tener a cualquier mujer —estas equivocada— acerca sus labios al cuello de Ada, la cual tragó grueso y cierra los ojos —a ti no te he podido tener— empieza a besar el cuello de Ada y ella siente que no puede más, al empujar a Grey y agarrarlo de la corbata dejandolo atónito, pero más excitado —recuerda nuestro trato— recalca, ya que no puede tener relaciones aún, si eso pasa, posiblemente quede embarazada —¿Por qué eres tan difícil?— se quita el blazer mientras ella lo sostiene de la corbata —sé mi valor señor Grey, podrías esperar un poco más —no puedo, a menos que me dejes tocarte, solo eso y prometo no molestar hasta que se cumpla la otra parte del trato— termina de quitarse el blazer y Ada
Al volver a sus labios, le susurra. —deseo ir más allá de besos y caricias—tengo miedo...— Ada se vuelve a poner tensa —quizás... Quizás no soy una mujer totalmente, pero comprende que yo...— Ada retiene sus palabras —eres virgen, lo sé, y eso me tiene atrapado, deseo hacerte mía en este instante —Un poco de paciencia señor Grey, cómo dijo usted, ir un poco más allá para conocernos y dejar la vergüenza a un lado. Yo estoy poniendo de mi parte aunque quizás, sea algo infantil —no lo eres— posa su mano en la mejilla derecha de Ada —para mi eres valiosa Adamaris de Grey, prométeme que seré yo él único que pueda obtener tú valiosa virginidad— la empieza a besar y el calor comienza a aumentar. Cuando Grey se posiciona al abrirla más de piernas, Ada abre sus ojos perplejos al sentirlo —no entraré, lo prometo, pero necesito liberarme, si no lo hago no sé qué pueda pasar— sus palabras le dieron doble y triple sentido a Ada, el principal "buscar otra mujer"—Está bien... Solo no te pases,
Grey se tensa, su momento de felicidad al lado de Ada se esfumó con la llegada de un miembro de su familia, Alessandro Grey, hermano de su padre, parecen dos gotas de agua, en el físico, carácter y ambición. La rivalidad entre hermanos, conllevó a qué los hijos tuvieran esa misma rivalidad desde pequeños y no porque Adams Grey lo quisiera, es porque desde niño, Dante siempre le hacía daño, lo golpeaba y se burlaba de él, hasta que Grey fue enviado a un internado, al estar solitario, con la pérdida de su madre, los golpes de su padre, la humillación de su tío y primo, todo esas cosas hicieron de él el hombre frío y arrogante, pero desde que Ada apareció en su vida ha sido esa luz que ha hecho cambiar ciertos pensamientos y sonreír, hacerlo después de tantos años, cosa que ni Gina en el tiempo de relación había logrado.—¿Señor?— la empleada lo menciona con temor y Ada al verlo callado, es la que se atreve a hablar —en un momento baja el señor Grey— al responder, la empleada suspira y