Grey se queda estático, no entiende la decisión de Ada y lo peor de todo es que él le había ordenado a Lukian, el hombre que hace los trabajos sucios, que provocará problemas en la empresa Campabell y grandes pérdidas de dinero, para que así, se diera la noticia de que la compañía Campabell está en crisis. Pero algo oculta Grey por haber tomado esa decisión.—¿Señor Grey?— lo menciona al percibir su silencio —¿Puedo saber el motivo de tu decisión?—prefiero reservarme. ¿Puede cumplir con lo que le pido?—por supuesto, pero mi pregunta es, la compañía Campabell cae a la quiebra, ¿Cómo la vas a levantar?—señor Grey, solo cumpla con lo que le pido, creo que eso es algo simple para usted, a diferencia de lo que a mí me tocará ¿Trato?— pregunta y puede oír la respiración pesada de Grey y eso es algo que la inquieta —Es un trato señora Grey. Soy un hombre de palabra, ¿Por qué no adelantamos nuestro trato? Bianca aún no se casa, y yo... Tengo muchas ganas— su confesión ruborizó las mejill
—¿Estás segura en querer ir?— Myriam, está sorprendida —sí, sé lo prometí al señor Grey. Él cumplirá su palabra y yo la mía. Además es la forma de agilizar todo lo que quiero lograr, Myriam. —me sorprendes— confiesa —pero está bien, vamos, pediré un taxi Ada está un poco nerviosa, no pudo descansar, le prometió a su esposo tener intimidad si le cumple y ella sabe que es diligente que Grey cumpla su palabra, sin embargo, ella es astuta y quiere tener ventaja de la situación. —buen día señora Grey— aparece Marcus, tomando por sorpresa a Ada y Myriam —¿Pasa algo?— pregunta —buen día señor Marcus, solo que no esperaba verlo tan pronto— responde Ada y luego mira a Myriam —estoy para servirle, además, el señor Grey la necesita hoy en su oficina —¿Qué?— Ada no lo comprende —no podré, tengo que salir —lo siento, pero el señor Grey la necesita —será después, por favor, debo salir señor Marcus. Se me está haciendo tarde— se coloca de pie —Un momento señora Grey, discu
—¡No te sientas tan segura con el señor Grey. Él tiene dueña y si yo supuestamente soy una zorra, tu también lo eres— se apresura a decir Bianca —¡Estás equivocada! la señora, osea la esposa, en este caso YO, soy la que manda—. afirma —Marcus, llévame a METALGREY, mi esposo me está esperando— sonríe tan perfecto que Jacobo se siente ofendido, la nueva Ada lo tiene atraído, mientras que Bianca ya lo tiene aburrido con tantos berrinches y antipática —el señor la está esperando— Marcus le mete más leña al fuego y eso es perfecto —¿Cómo te quedó el ojo? ¡Zorra!— Myriam vuelve a atacar a Bianca antes de irse Lo peor de todo es que Ada mira a su hermana y su ex con burla aunque su alma se esté rompiendo en trocitos por el dolor. Sus pasos son firmes hasta salir de la clínica junto a Myriam, que sabe perfectamente que su amiga no está bien. —¿Quieres hablar?— pregunta al subir al auto. Marcus subió de copiloto y el chófer se dispone a manejar. —¡Idiota!— Bianca al ver q
Afortunadamente los de seguridad llegan y aunque fue difícil apartar a Adams de Dante, lo logran, lo peor de todo es que Grey aún tiene la cabeza caliente y eso no lo deja pensar o actuar bien. —te juro Adams, que voy a ocupar tu lugar y cuando eso pase, te dejare en la calle— Dante se coloca de pie con ayuda de los hombres de seguridad —¡Saquen a esta rata de aquí!— Grey señala hacia la salida Adamaris está en total silencio, está aterrizada. —¡Suélteme!— Dante los aparta —te vas a arrepentir, Adams— al dar su última amenaza, se marcha, pero bien obstinado —voy por un botiquín— Marcus se marcha rápidamente —Ada, lamento que hayas tenido que ver esto— Adams se disculpa, aún puede sentir su cuerpo caliente, pero de querer pelear hasta ver sangre —¿Por qué señor Grey? ¿Por qué golpeaste a tu primo?—¡No tolero que se metan contigo— hablo con firmeza y ella tuvo que hacer silencio —¡Aquí está el botiquín!— Marcus se acerca y lo coloca sobre el escritorio —¡No lo necesito! ¡Vete
—tengo muchos enemigos y socios de los cuales tendrás que ver frecuentemente, eso significa que puede pasar lo que sucedió hoy con el idiota de Dante. Quizás lo que te diga suene amenazante, pero debes comprender que eres mi esposa y mientras así sea eres solo mía. No puedes darle cuerda a ningún hombre y entre esos incluyo a tu ex —no se preocupe señor Grey, se lo significa la palabra RESPETO. Aprovechando la oportunidad... Quiero saber si hay la posibilidad de que mi amiga Myriam pueda trabajar aquí —eres la señora Grey, si quieres despedir o ingresar a alguien, lo puedes hacer —es en serio señor Grey, es que Myriam necesita trabajar —te estoy hablando en serio mujer— la mira fijamente a los ojos y eso vuelve a poner el ambiente tenso, pero tensión pasional —perfecto... Amm siendo así ya me puedo ir a casa, usted me dirá cuando iniciamos nuestro trabajo —ya mismo señora Grey. Tengo mucho trabajo acumulado —no me lo esperaba—¿Algún problema con eso?—para nada, está bien. Díg
—¿Qué me garantiza que vas a cumplir con tu palabra?— pregunta Jacobo, tratando de poder ver el rostro a Dante —yo, yo te doy mi palabra— el padre de Dante, tío de Adams por fin habla, le hace señas a su hijo para que se marche y así puedan apagar la luz blanca, para que haya claridad en la mirada de Jacobo —¡Ya lo pueden soltar!— ordena y sus hombres lo sueltan, cuando por fin Jacobo puede ver, busca con su mirada rápidamente a Dante, pero no está. —mi hijo tuvo que irse. Pero aquí el trato legal es conmigo, si haces todo lo que yo te diga, tendrás poder, tanto poder como para destruir —¿Por qué yo?— pregunta achinando un poco sus ojos —tengo por entendido que eres el primer amor de Adamaris Campabell, si la enamoraste una vez, lo puedes volver a hacer. ¿Qué tan difícil puede ser?— sonríe maliciosamente ...Adams y Ada pasaron el resto de día juntos, él mismo se encargó de mostrarle toda la empresa a Ada, la cual estaba satisfecha por el movimiento que hay y cada una de las ins
—¡Buen día querida amiga!— Myriam bosteza y se acerca al sillón, dónde toma asiento para poder disfrutar de su taza de café —por lo visto has dormido bien— Ada le acompaña —Estoy feliz de tener trabajo. Espero que él señor Grey no me ponga a limpiar pisos— tomó un sorbo de su café—descuida...— suspira —¡Hey...! ¿Por qué estás cabizbaja?— la mira detenidamente —no pude dormir, pensaba mucho en Bianca, en Jacobo, no entiendo como pueden existir personas tan crueles. Afortunadamente no me acosté con Jacobo, creo que sí eso hubiera pasado estuviera deprimida. Sabes... Si algún día llego a tener otra relación, seré un poco más amable. Reconozco que antes vivía obsesionada con el trabajo, aunque eso no justifica lo que Jacobo me hizo, es que aún no me cabe en la cabeza el que me haya pedido que hablemos, es un cínico. Lo odió, y demasiado—Ada, se que eso no es lo que te tuvo en velo, dime la verdad— arquea una ceja, pues conoce muy bien a su amiga Ada mira la taza de café, y algo av
—me estás volviendo loco, y más cuando te comportas así— la gira para quedar frente a frente —estas hermosa ¿Te has arreglado para mí?— le pregunta y ella se pierde en la mirada de Grey —eres única— atrapa los labios de Ada con furor y ella le corresponde, sin querer se está volviendo adicta a los labios de Grey, mientras se besan, retroceden hacia el escritorio y lo ágil que es Grey, la gira y la sube al escritorio. —si quieres que pare, lo hago— le susurra con esa voz ronca pecadora, para luego abrirla de piernas y Ada se sonroja, ya que él puede verle las bragas, pero sin duda, es magnífico lo que él le está haciendo sentir y sí, lo pensó mucho en la madrugada y desea esos besos y caricias prohibidas —Ada... Hueles delicioso —usted también...— susurró cerrando los ojos al sentir como besa su cuello, ambos pierden el control, esas ganas que se atraen, los hace perder la cordura y más a Ada, porque jamás había sentido tanta excitación como él le hace sentir, y ya es una mujer bien