—son dos bebés señor grey, lo felicito— continúa revisando —¿¡Dos!? — Adams está perplejo, tanto que mira el vientre de Ada y luego la pantalla, no pudo más y toma asiento —sí, están bien señor, tiene un mes y 6 días de embarazo—¿Cómo es eso posible? Mi esposa estuvo tomando anticonceptivos—cuando no se toman como debe ser no funciona, además, también le recuerdo que no son 100% segurosAda abre los ojos lentamente y siente mucho cansancio. —¿Donde estoy?— balbucea y fija su mirada en su esposo, el cual está sin palabras—los dejaré a solas y los exámenes de sangre tardarán un poco señor Grey. Su esposa debe ser atendida lo más pronto posible, necesita iniciar el seguimiento de su embarazo, un permiso— apaga la máquina —¿Embarazo?— pregunta Ada y luego cae en cuenta donde está —¿Por qué estoy aquí?— observa que la doctora se marcha —¿Mi amor?— mira a su esposoGrey alza su mirada, es que no sabe por dónde empezar. —¿Por qué estás así? Estábamos haciendo el amor, no recuerdo mas.
—señor Grey— se acerca Marcus agitado ya que agiliza rápido sus para acercarse a su jefe, el cual está con Lukian—Marcus, necesito que vayas con mis hombres y revisen toda el área de la empresa—señor, disculpe que lo contradiga, no sería mejor iniciar por el estacionamiento, además, esto debe parecer algo normal, es mejor no llamar la atención—Ada te llamó ¿Cierto?— Adams lo mira fulminante—Sí señor... La señora Grey tiene razón, la idea es que el descubrimiento sea una casualidad—¡Entonces ve al estacionamiento!— ordena —y tú, Lukian, mira las cámaras, pero rápido— su angustia es mortal. Aunque su esposa tenga razón, Adams lo único que quiere es cortarle la cabeza a AlessandroPero lo más escalofriante, es que no encontraron nada, buscaron por cada rincón de la empresa, miraron detenidamente las cámaras y no hay absolutamente nada. —esto es muy extraño— Lukian tiene un presentimiento—¿Y si se dieron cuenta?— pregunta Marcus y su frente está sudando a pesar que es de noche y est
Ada se esforzó por romper el vidrio, este solo se estillo, más no se destrozó como ella lo esperaba. El humo empieza a hacer estragos dentro del despacho, dificultando un poco la visión, haciéndola sentir más desesperada. Al mirar al cabecilla que está muy mal corre hacia él y lo ayuda a acercarse hacia la ventana, para que esté cerca de ella, pero el pobre abuelo Grey ya no puede casi ni respirar. —debes ser fuerte por favor— le suplica y vuelve a mirar a su alrededor para ver qué más puede lanzar a la ventana, al ver el bastón del abuelo Grey, inmediatamente agarra el impulso de empezar a golpear el vidrio con todas sus fuerzas —¡Dios, ayúdanos por favor! — súplica mientras lágrimas se deslizan por sus mejillas y luego es ella la que empieza toser. —¡Termina de romperse!— grito con dificultad y nada, es como si su destino sea morir bajo las llamas. Los dos hombres que ingresaron a la mansión, escuchan el grito de Ada, pero lastimosamente no hay paso porque la sala está en llama
—¿Viste las noticias?— Sonia ingresa a la habitación de su hija mientras peina su cabello —no me gusta ver noticias— Bianca está desanimado—imaginate que la nueva casa de los Grey donde se fue a vivir toda esa plaga de impertinentes, se prendió en llamas, seguramente están bien muertos— esboza una sonrisa malévola —lo que más quiero es que muera Adamris, eso sería el mejor regalo que me puede dar la vida —¿Como puedes decir eso, mamá?— Bianca se pone de pie toda asustada, no lo comprende, se suponía que METALGREY iba a ser incendiada, ¿Porque el cambio de planes? Lo cual le hace analizar de inmediato que Alessandro no es ningún estúpido y él lo sabe todo—¿Qué? ¿Acaso no era eso lo que queríamos? —¡Es lo que tú quieres! Yo solamente quería que Adamaris sufriera, aunque en ocasiones dije que la quería muerta, no le deseó la muerte a nadie, solo que ella sufra—¡Ay ya Bianca! Esas actuando extraña. ¿¡Acaso olvidas la humillación que Adams y Adamaris nos hicieron pasar!? — arquea u
2 días después... En el club Rosa, Sonia está reunida con sus amigas presumiendo su ahora buena vida, como si fuera la mujer más rica del mundo sin importarle la situación escalofriante que está viviendo su hija, su sangre. —no se preocupen que yo pago la cuenta amigas— saca la tarjeta que le dió Alessandro para que gaste lo que le plazca —me parece perfecto, nuestro chisme ha terminado, sugiero que nos vayamos de compras— la líder del club se coloca de pie —lo que tu digas querida— Sonia alza su mano derecha para llamar la atención del mesero, el cual precisamente se dirige a ella con mucho afán —pagaré todo, pero muévete— su altivez literalmente causa fastidio —señora, afuera la están buscando —¿A mí?— Sonia frunce el ceño —sí, le aconsejo que vaya, si no van a entrar y sabe que este es un lugar prestigioso donde no permiten escándaloSonia pasa saliva y mira a sus amigas, las cuales la miran con extrañeza. —amigas... Tengo que ir a atender un asunto, pagaré y nos vemos afu
Cuando Ada ve a Alessandro siente un furor que la consume, siente ganas de matarlo con sus propias manos, sin embargo no piensa fallarle al cabecilla, el hombre que depositó su confianza en ella. la mirada de Ada y alessandro se cruzan como espadas filosas deseando ver sangre. —llegó la dichosa esposa, tonta del millonario, bueno millonario por poco tiempo— sonríe —que afortunada eres que ni un accidente y menos las llamas te mataron Ada camina con firmeza hacia Alessandro y Myriam se acerca rápidamente porque no quiere que a su mejor amiga le pase algo. —Alessandro... — Ada lo menciona con enojo, con ese rencor que siente por él —que suerte tuviste— Alessandro la mira con desdén —¿Suerte?— sonríe un poco y arquea una ceja —de este mundo me voy cuando Dios lo decida no una poca cosa como tú— Alessandro empuña sus manos por la furia que le causó las palabras de Ada —vas a lamentar lo que has hecho —¿Me estás amenazando? no seas ilusa, no matas ni una mosca —por mi familia sacó
—¿Qué sucede?— pregunta Myriam al ver palidecer a Marcus —¡Marcus, apúrate!— le ordena Lukian—en este momento el jefe está ocupado, te devolveré la llamada lo más pronto posible— Marcus cuelga la llamada, sabe lo prepotente que es Lukian cuando quiere todo para ya—los dejaré a solas— el propietario sale del despacho al haber entregado los cofres para darles privacidad, pudo percibir lo destrozado que está Adams—gracias... — Ada suspira profundamente y espera que estén totalmente solos —mi amor... Estamos juntos con nuestros hijos... —siento no poder hacerlo, necesito estar solo—¡No Adams! No más, ya no estás solo ¿Me Amas? —más que a mí vida Adamaris— la mira con dolor y ella lo que hacen es abrazarlo—jamás desconfíes de mí— Ada musito y lo abraza más fuerte, ese abrazo Grey lo necesitaba —nunca me dejes— Adams suspira profundamente y se retira lentamente para mirarlo a los ojos. —eres mi amor, mi todo Adams. Ahora... Quiero pedirte algo muy especial, deja las cenizas de tu
Ada está perpleja, saber que su madre murió de esa manera le causa escalofríos, el dolor que siente en este momento la lleva años atrás al verla en el cajón color blanco sin vida, de todo lo que ella suplicaba porque su madre abriera los ojos o que le regalara aquella sonrisa que le causaba felicidad. Mira a Sonia con tanto odio, que le fue imposible detener las lágrimas. —¿Estás llorando? — se burla Sonia —eres una débil y aunque me quedé en prisión, me quedo con la satisfacción de haber destruido parte de tu vida —no tienes idea de lo que has desatado en mí— Ada habla entre dientes —y cada segundo de tu miserable vida vas a lamentar lo que le hiciste a mi madre, lo juro por ella— con eso finaliza la sentencia de Sonia y se marcha rápidamente haciendo oídos sordos a lo que Sonia le grita con furor. Al llegar donde está su esposo, inmediatamente lo abraza fuertemente. —¿Qué ha sucedido? ¿Qué te hizo?— la aparta un poco para mirarla de pies a cabeza —necesito que Sonia pague...