Pero a la mente de Doménico vino la carta de su amada Lena
—Querido Doménico espero que esta carta nunca llegue a tus manos, mi madre me juro que nunca te lo daría, pero si por algún motivo la estás leyendo quiero decrete que te amo y te amaré más allá de mi muerte, tú y mi hijo son mi vida y mi sueño hecho realidad, te escogí a ti y te hubiera vuelto a escoger mil veces más porque sé que eres la clase de hombre que solo ama una vez y nunca más otra mujer invadirá tu corazón, quiero que seas feliz, pero que nunca otra ocupe mi lugar, que ninguna otra mujer le haga pensar a mi hijo que nunca existí, no quiero que otra mujer ocupe mi lugar en tu vida, siempre te dije que fueras feliz pero con nuestro hijo y respetando mi memoria.
Se alejó de ella, como si su contacto le quem
Y aún la amo, palabras que no salieron de su mente el resto de la tarde, los niños almorzaron, jugaron se divirtieron, aunque estaba ahí con ella sonriendo, acompañándolos, hasta de enfermera, cuando Fernandito tropezó y cayó de bruces al suelo, ella fue más rápida que Doménico lo alzo en sus brazos a lo que el niño dejo de llorar casi de inmediato, algo que impacto a Doménico, pues es lo que mismo que hacia su difunta esposa cuando su hijo lloraba el solo tomarlo en sus brazos era suficiente para que se calme, y verlo ahí en una escena muy similar hizo que su confundido corazón se confundiera aún más, ella sería lo que él necesita hermosa, amable, dulce y cuando la besa siente que está en las nubes tocando el cielo, pero también está lo otro su hijo la adora y gracias a ella dejó de tener pesadillas
Aunque sentía paz en su alma, aunque saberla cerca de él lo transportaba a un lugar que le provocaba tranquilidad, la consciencia traicionera aquella que te dice lo que no quieres escuchar o te niegas a entender, si esa vocecita que a veces te hace creer haber caído en la locura.—Eres malo Domenico, muy malo me olvidaste ¿Por qué? — Mientras corría tras la imagen de Lena en campo abierto donde solo se veía el cielo claro que de pronto se volvió gris con lluvia y trueno empapándolo en el acto al igual que la imagen de Lena, quien con el cabello sobre su rostro le dijo a Domenico.» Eres malo, muy malo me traicionaste, me traicionaste y así decías que me amabas, ¿Por qué esas con ella?Domenico quería gritar decirle que no era cierto, pero su voz no salía se tocaba la garganta tratando que de ah&iacut
Eso te pasa por boca floja, porque no piensas antes de hablar, ¿Cómo voy a soportarla verla en traje de baño? No puedo hacer eso, ¡Me falta un maldito tornillo! — Doménico daba y daba vuelta y más vueltas en su habitación mientras que los niños tomaban desayuno cerca a la alberca, desde su ventana podía observarlos, no se atrevía a bajar, no se atrevía a verla a los ojos cada vez que lo hiciera tenía el temor de al hacerlo la imaginara en traje de baño hasta sin él, no se dejaría llevar por lo que de verdad quería hacer que era devorar su cuerpo a besos, arrancarle el traje con los dientes si era preciso y sumergirse en ella hasta quedarse sin aliento.Cuando los estaba viendo desde la ventana Fernando lo observo y mando a llamar su atención gritando su nombre para que bajara, Doménico a su hijo no podía de
Es difícil ver a una mujer hermosa ante sus ojos y no hacer nada al respecto, como ver lo grandioso de la naturaleza humana, pasearse en bikini como si fuera una playa, como verla jugar con la pelta haciendo que su busto rebote en cámara lenta, lo estaba torturando y él lo sabía, pero ese es un juego que puede jugar dos.Cuando Rosse estaba cerca a la piscina jugando con Camil, Doménico de pronto se quitó la camiseta y salto al agua haciendo que esta cayera sobre el cuerpo de la mujer que lo traía loco.—Es un — No pudo seguir hablando, porque al girar su rostro está ahí con el torso al descubierto, con las gotas resbalando sobre sus músculos, esos que adornaban sus brazos, y se transportaban a su abdomen que más parecía una tabla para lavar ropa, tuvo que pasar saliva por la garganta, es que él era todo el paquete, guapo, fuerte y rid&iacu
—¿Qué quiero dices? — No tenía duda, sabía que quería, le costó una lucha constante entre su consciencia y su corazón. — Quiero que tengamos una cita para demostrarte que es lo que quiero, sé que soy un caso — Mientras jugaba con un mecho de su cabello —Eres un caso clínico, seguro ¿Qué no eres un hombre bipolar? Conozco una buena psicóloga si gustas — Doménico sonrió posando su rostro sobre el hombro de ella, empezando a sonreír por las locuras que pasaban por su cabeza, ella lo traía loco, pero de una manera que ni un psiquiatra o psicólogo podrían curar. —Eres una mujer muy especial — Para posar sus labios sobre los de ella, de manera lenta pausada, no quería asustarla solo quería volver a probar sus labios, tomando su rostro con las manos, ella correspondió a sus besos, ya que también lo había querido hacer durante estos casi dos días a su lado, no era un hombre amargado, sintió que no debía temerla y que solo por un m
Cuando entro a su oficina estaba la mujer que últimamente solo le traía dolores de cabeza, estaba admirando el cuadro que aún mantenía de LENA sobre el escritorio de roble macizo en medio de su despacho.—Buenas tardes, Doña Carlota — Saludándola como era su costumbre con una inclinación ligera del rostro.—Para mí no son buenas, estoy muy decepcionada de ti Doménico ¡¿Cómo puedes faltarle el respeto a la memoria de mi hija?! Mi niña debe estar revolcándose en su tumba sabiendo semejante desfachatez de tu parte.Algo le pareció extraño, ella nunca la llamaba de esa manera “Mi niña” Y su esposa nunca fue muy pegada a su madre siempre trataba de evitarla, aunque nunca supo exactamente por qué, Esas eran cosas que había dejado pasar pro alto, pero aho
Cuando Rosse llegaba con una enorme sonrisa a su departamento, pudo ver que en la entrada del edificio había una nota para ella, se la entregó el guardián del turno nocturno. Que recién estaba empezando.—Gracias, que tenga una buena noche — Se dirigía a los ascensores cuando leyó la nota era una dirección y un horario sabía que significaba, hay fue que se dio cuenta que su teléfono estaba apagado ya no tenía tiempo de ponerlo a cargar. Aunque estaba muy cansada, tomo una ducha se vistió para la ocasión, salió por la puerta trasera del edificio donde la esperaban.—Rocky notitas tú ¿De cuándo acá? — Mientras lanzaba su bolso con su ropa para el cambio en la parte trasera del deportivo rojo de Rocky su algo si como manager quien le avisa donde puede bailar y se encuentre los peces gordos,
No hay necesidad de describir, cuantas veces él la beso como si su vida dependiera de ello, no hay necesidad de contar las veces que ella gritó el suyo proclamándolo, mientras la poseía cuál desesperado porque tenía a la mujer de su vida jadeando su nombre de manera demandante para así confirmar lo que el sabía , no hay necesidad de decir cuántas veces sus manos jugaron con cada parte del cuerpo de la mujer que ahora era suya, no hay necesidad de decir la sorpresa y el honor que sintió al saberse el primero en su vida, sus cuerpos bailaron como si supieran que estaban hechos el uno para el otro, él jamás sintió con nadie esa pasión que lo estaba consumiendo, jamás pensó que la noche acabaría con ella sobre él y él contemplándola como si de una aparición divina se tratase quedo embelesado