Cuando Rosse llegaba con una enorme sonrisa a su departamento, pudo ver que en la entrada del edificio había una nota para ella, se la entregó el guardián del turno nocturno. Que recién estaba empezando.
—Gracias, que tenga una buena noche — Se dirigía a los ascensores cuando leyó la nota era una dirección y un horario sabía que significaba, hay fue que se dio cuenta que su teléfono estaba apagado ya no tenía tiempo de ponerlo a cargar. Aunque estaba muy cansada, tomo una ducha se vistió para la ocasión, salió por la puerta trasera del edificio donde la esperaban.
—Rocky notitas tú ¿De cuándo acá? — Mientras lanzaba su bolso con su ropa para el cambio en la parte trasera del deportivo rojo de Rocky su algo si como manager quien le avisa donde puede bailar y se encuentre los peces gordos,
No hay necesidad de describir, cuantas veces él la beso como si su vida dependiera de ello, no hay necesidad de contar las veces que ella gritó el suyo proclamándolo, mientras la poseía cuál desesperado porque tenía a la mujer de su vida jadeando su nombre de manera demandante para así confirmar lo que el sabía , no hay necesidad de decir cuántas veces sus manos jugaron con cada parte del cuerpo de la mujer que ahora era suya, no hay necesidad de decir la sorpresa y el honor que sintió al saberse el primero en su vida, sus cuerpos bailaron como si supieran que estaban hechos el uno para el otro, él jamás sintió con nadie esa pasión que lo estaba consumiendo, jamás pensó que la noche acabaría con ella sobre él y él contemplándola como si de una aparición divina se tratase quedo embelesado
Cuando Rosse se despidió de Doménico con un casto beso, sintió unas ganas enormes de comérselo nuevamente, ya que su cuerpo lo extrañaba demasiado, aunque hace pocas horas había sucumbido a sus caricias entregándose por completo, pero como él le había dicho que no eran novios decidió que no se merecía una despedida como de película, iba a salir del auto cuando Doménico la tomo de la cintura atrayéndola hacia él, comiéndose su boca a besos terminando con un leve mordisco en su labio inferior para luego un casto beso. —Ahora si te puedes ir preciosa, eso es un beso de despedida — Abriéndose la puerta para que ella bajara a dos cuadras de la escuela. —Bueno nos vemos — Aún seguía algo triste y a penas bajo del auto Doménico le dijo mientras sacaba un poco de su cuerpo por fuera del auto. —Esta noche tenemos una cita usted y yo señorita renegona, cuídate preciosa. —Y se fue dejando a una atónita Rosse con esa última frase rondando su cabeza. —Me dijo señorita renegona el muy sin v
—Quiero que Fernando lo sepa —Mientras acariciaba su espalda desnuda provocando un leve cosquilleo en el cuerpo de la mujer que amaba.—Aún es muy pronto, esperemos un tiempo prudente tendremos que tener mucha paciencia — Mientras levantaba su mentón sobre el torso descubierto de su hombre, porque para Rosse él era suyo, luego de esa romántica manera de pedirle ser su novia, y tener un picnic en la playa que termino con el plato fuerte en el departamento de ella haciendo el amor por varias horas.—Estoy ansioso porque ese día llegué, sé que él te adora y será muy feliz sabiendo que su papi — Mientras la giraba para quedar sobre ella y empezar a besar su oreja, bajando poco a poco y ella jadeaba producto de su tacto.—¿Qué su qué dices? —Trataba de articular palabra alguna, pero
Ella no lo podía creer, sentía el corazón chiquito al verlo así de afectado por cosa como esa y lo entendía, por eso decidió que no debía dejar que esas ideas crecieran aún más en su cabecita.—Nunca de los nunca pienses eso mi cielo, yo te adoro como no tienes idea, si alguien se atreviera a alejarte de mi lado o mandarte lejos yo me muero, yo desde antes de conocer a tu papá ya te quería y tú lo sabes mi ángel bello, en cuanto a tu mami, siento mucho que no esté a tu lado y no hayas crecido con todo el amor que ella tenía para ti, pero jamás quería robar su lugar y jamás te alejaría de aquí, quiero mucho a tu papi si es verdad, pero a ti también y tú eres mucho más especial porque inclusive te conocí mucho antes, no dudes por un instante que mi propósito es alejarte de
Doménico iba a objetar, pero si quería que Rosse formara parte de su vida a futuro como lo había estado pensando solo que no la quería asustar, tenía que darle esa autoridad y por los gestos corporales y la manera de hablar que ella, sabía que defendería a Fernando como si fuera su propio hijo, con uñas y dientes, eso era algo que lo llenaba de orgullo, que el destino le haya puesto a la mujer correcta en su camino y el de su pequeño hijo.—Muy bien, pero yo te llevo — Hizo unas llamadas y una hora después llegaron a la casa de Doña Carlota.—Dile que vas a entrar tú y yo entro contigo en el auto, si esa mujer me ve no te va a recibir — Doménico intento objetar, si se suponía que ella no la conocía como es que iba a objetar, trato de no ahondar en el tema y solo obedecer, es que cuando Rosse dec&iacut
Nunca de los nunca hubiera imaginado que ella le pediría algo como eso, él daría lo que fuera por despertar todos los días con ella en sus brazos, poder oler su aroma a cítricos que deja su cabello sobre la almohada, él daría lo que fuera por hacerle el amor en las mañanas sin necesidad de preocuparse por la hora, como decirle que no a una mujer tan valiente que había demostrado amar tanto a su hijo como si fuera el suyo propio.—Si no te lo he pedio antes, es porque no quería parecer apresurado y asustarte, además que pensaba que tal vez tú más adelante querías no sé cómo decirlo, es que yo quería decirlo en otro momento, quería hacer un pequeño viaje y este — Se empezaba a poner nervioso sentía que la camisa le apretaba a cada segundo que pasaba a pesar de tener varios botones del cuello suelto.
—¡Martin eso es la mejor noticia que me han dado! A partir de hoy creo en la dichosa justicia divina — Mientras le invitaba un trago a Martin, quería celebrar sentía que le habían quitado un peso de encima hacia una hora.—Señor no es necesario —Tratando de rechazar el trago que Doménico le estaba ofreciendo.—¿Cómo qué no? Martin más que mi empleado, eres como un amigo, y la caída del maldito de Sandro es lo mejor que puede pasarme, ¿Entiendes lo que eso significa? — Para que finalmente Martin aceptara el trago.—¿Le contará la verdad a la señorita Rosse? — Hacia una hora que se había enterado de que la fortaleza donde vivía Sandro había sido atacada, tenía alguien dentro que los ayudo e hicieron explotar todo el lugar incl
—¿Cómo que no vas a celebrarte una despedida de soltera? Es la tradición Rosse y encima que atrapaste a ese bom bom digo ese novio tuyo, ya mujer no me mates con la mirada. —Era Beatriz que hablaba con Rosse, mientras cerraban el ciclo escolar y con esto su despida de la escuela, había decidido dedicarse solo a la dirección ya no a la docencia.—Ese tipo de lugares no va conmigo, solo organicé un almuerzo con las demás maestras aquí mismo — Y se ataba más su cabello mientras se maquillaba un poco frente al espejo.—Seguro que tu prometido si tendrá despedida y tú ya entendí no dijo nada, es una lástima tenía el sitio perfecto para una ocasión como está, pero bueno — Poniendo los ojos en blanco murmurando quien sabe qué cosa.No es que Rosse no q