Eso te pasa por boca floja, porque no piensas antes de hablar, ¿Cómo voy a soportarla verla en traje de baño? No puedo hacer eso, ¡Me falta un maldito tornillo! — Doménico daba y daba vuelta y más vueltas en su habitación mientras que los niños tomaban desayuno cerca a la alberca, desde su ventana podía observarlos, no se atrevía a bajar, no se atrevía a verla a los ojos cada vez que lo hiciera tenía el temor de al hacerlo la imaginara en traje de baño hasta sin él, no se dejaría llevar por lo que de verdad quería hacer que era devorar su cuerpo a besos, arrancarle el traje con los dientes si era preciso y sumergirse en ella hasta quedarse sin aliento.
Cuando los estaba viendo desde la ventana Fernando lo observo y mando a llamar su atención gritando su nombre para que bajara, Doménico a su hijo no podía de
Es difícil ver a una mujer hermosa ante sus ojos y no hacer nada al respecto, como ver lo grandioso de la naturaleza humana, pasearse en bikini como si fuera una playa, como verla jugar con la pelta haciendo que su busto rebote en cámara lenta, lo estaba torturando y él lo sabía, pero ese es un juego que puede jugar dos.Cuando Rosse estaba cerca a la piscina jugando con Camil, Doménico de pronto se quitó la camiseta y salto al agua haciendo que esta cayera sobre el cuerpo de la mujer que lo traía loco.—Es un — No pudo seguir hablando, porque al girar su rostro está ahí con el torso al descubierto, con las gotas resbalando sobre sus músculos, esos que adornaban sus brazos, y se transportaban a su abdomen que más parecía una tabla para lavar ropa, tuvo que pasar saliva por la garganta, es que él era todo el paquete, guapo, fuerte y rid&iacu
—¿Qué quiero dices? — No tenía duda, sabía que quería, le costó una lucha constante entre su consciencia y su corazón. — Quiero que tengamos una cita para demostrarte que es lo que quiero, sé que soy un caso — Mientras jugaba con un mecho de su cabello —Eres un caso clínico, seguro ¿Qué no eres un hombre bipolar? Conozco una buena psicóloga si gustas — Doménico sonrió posando su rostro sobre el hombro de ella, empezando a sonreír por las locuras que pasaban por su cabeza, ella lo traía loco, pero de una manera que ni un psiquiatra o psicólogo podrían curar. —Eres una mujer muy especial — Para posar sus labios sobre los de ella, de manera lenta pausada, no quería asustarla solo quería volver a probar sus labios, tomando su rostro con las manos, ella correspondió a sus besos, ya que también lo había querido hacer durante estos casi dos días a su lado, no era un hombre amargado, sintió que no debía temerla y que solo por un m
Cuando entro a su oficina estaba la mujer que últimamente solo le traía dolores de cabeza, estaba admirando el cuadro que aún mantenía de LENA sobre el escritorio de roble macizo en medio de su despacho.—Buenas tardes, Doña Carlota — Saludándola como era su costumbre con una inclinación ligera del rostro.—Para mí no son buenas, estoy muy decepcionada de ti Doménico ¡¿Cómo puedes faltarle el respeto a la memoria de mi hija?! Mi niña debe estar revolcándose en su tumba sabiendo semejante desfachatez de tu parte.Algo le pareció extraño, ella nunca la llamaba de esa manera “Mi niña” Y su esposa nunca fue muy pegada a su madre siempre trataba de evitarla, aunque nunca supo exactamente por qué, Esas eran cosas que había dejado pasar pro alto, pero aho
Cuando Rosse llegaba con una enorme sonrisa a su departamento, pudo ver que en la entrada del edificio había una nota para ella, se la entregó el guardián del turno nocturno. Que recién estaba empezando.—Gracias, que tenga una buena noche — Se dirigía a los ascensores cuando leyó la nota era una dirección y un horario sabía que significaba, hay fue que se dio cuenta que su teléfono estaba apagado ya no tenía tiempo de ponerlo a cargar. Aunque estaba muy cansada, tomo una ducha se vistió para la ocasión, salió por la puerta trasera del edificio donde la esperaban.—Rocky notitas tú ¿De cuándo acá? — Mientras lanzaba su bolso con su ropa para el cambio en la parte trasera del deportivo rojo de Rocky su algo si como manager quien le avisa donde puede bailar y se encuentre los peces gordos,
No hay necesidad de describir, cuantas veces él la beso como si su vida dependiera de ello, no hay necesidad de contar las veces que ella gritó el suyo proclamándolo, mientras la poseía cuál desesperado porque tenía a la mujer de su vida jadeando su nombre de manera demandante para así confirmar lo que el sabía , no hay necesidad de decir cuántas veces sus manos jugaron con cada parte del cuerpo de la mujer que ahora era suya, no hay necesidad de decir la sorpresa y el honor que sintió al saberse el primero en su vida, sus cuerpos bailaron como si supieran que estaban hechos el uno para el otro, él jamás sintió con nadie esa pasión que lo estaba consumiendo, jamás pensó que la noche acabaría con ella sobre él y él contemplándola como si de una aparición divina se tratase quedo embelesado
Cuando Rosse se despidió de Doménico con un casto beso, sintió unas ganas enormes de comérselo nuevamente, ya que su cuerpo lo extrañaba demasiado, aunque hace pocas horas había sucumbido a sus caricias entregándose por completo, pero como él le había dicho que no eran novios decidió que no se merecía una despedida como de película, iba a salir del auto cuando Doménico la tomo de la cintura atrayéndola hacia él, comiéndose su boca a besos terminando con un leve mordisco en su labio inferior para luego un casto beso. —Ahora si te puedes ir preciosa, eso es un beso de despedida — Abriéndose la puerta para que ella bajara a dos cuadras de la escuela. —Bueno nos vemos — Aún seguía algo triste y a penas bajo del auto Doménico le dijo mientras sacaba un poco de su cuerpo por fuera del auto. —Esta noche tenemos una cita usted y yo señorita renegona, cuídate preciosa. —Y se fue dejando a una atónita Rosse con esa última frase rondando su cabeza. —Me dijo señorita renegona el muy sin v
—Quiero que Fernando lo sepa —Mientras acariciaba su espalda desnuda provocando un leve cosquilleo en el cuerpo de la mujer que amaba.—Aún es muy pronto, esperemos un tiempo prudente tendremos que tener mucha paciencia — Mientras levantaba su mentón sobre el torso descubierto de su hombre, porque para Rosse él era suyo, luego de esa romántica manera de pedirle ser su novia, y tener un picnic en la playa que termino con el plato fuerte en el departamento de ella haciendo el amor por varias horas.—Estoy ansioso porque ese día llegué, sé que él te adora y será muy feliz sabiendo que su papi — Mientras la giraba para quedar sobre ella y empezar a besar su oreja, bajando poco a poco y ella jadeaba producto de su tacto.—¿Qué su qué dices? —Trataba de articular palabra alguna, pero
Ella no lo podía creer, sentía el corazón chiquito al verlo así de afectado por cosa como esa y lo entendía, por eso decidió que no debía dejar que esas ideas crecieran aún más en su cabecita.—Nunca de los nunca pienses eso mi cielo, yo te adoro como no tienes idea, si alguien se atreviera a alejarte de mi lado o mandarte lejos yo me muero, yo desde antes de conocer a tu papá ya te quería y tú lo sabes mi ángel bello, en cuanto a tu mami, siento mucho que no esté a tu lado y no hayas crecido con todo el amor que ella tenía para ti, pero jamás quería robar su lugar y jamás te alejaría de aquí, quiero mucho a tu papi si es verdad, pero a ti también y tú eres mucho más especial porque inclusive te conocí mucho antes, no dudes por un instante que mi propósito es alejarte de