CAPITULO 24TONY SPELLINGY ahí estaba el, consolándola.Cuidándola.Protegiéndola de todo lo malo.Esperando internamente esperando por un milagro.Esperando que su mejor amiga de todos los años finalmente se diese cuenta que estaban hechos el uno para el otro.Su esposa se había dado cuenta y lo había abandonado, aunque tampoco iba a mentirse pensando que ella se había ido solamente porque se había dado cuenta de los sentimientos que él cargaba por su mejor amiga.Ella se había ido porque así lo había querido, porque sentía que merecía más que quedarse en aquel pueblo pequeño.Se había ido por la misma razón que la hermana de Sarah se había largado hace tantos años.Ninguna de las dos los merecían a ninguno de ellos. .Su esposa no merecía a ese niño que habían criado juntos por once años.Batch en verdad no era su hijo biológico. Pero él lo amaba aún más que sí este lo hubiese sido.Él amaba ese pequeño de 11 años con toda su alma y haría lo que fuera para que fuese feliz.Así como
CAPITULO 25¿Qué rayos estaba haciendo allí?¿Qué demonios buscaba en casa de esa mujer?Steven Lucas sabía que no tenía por qué estar allí.Los comentario que emitió la secretaria de Sarahh le hicieron despertar.Una mujer más que le había visto la cara de idiota.Al parecer no había tenido suficiente con Melanie, ahora se daba cuenta que cualquier mujer que llorara y dejara escapar un par de lágrimas, acusando a otra de robarle su marido, acusando a otra de haber intentado destruir su felicidad y atravesarse en su relación, él era capaz de creerle de forma ciega.Había sido un tonto, había tratado mal a una mujer inocente.Sarahh no se merecía la forma en la cual él se había comportado la noche anterior en el accidente de Mark.Ella no merecía que él hubiese tomado la decisión de colocarla en la lista de indeseables para que ninguno de los médicos o enfermeras le ofrecieran información sobre el estado de Mark en cuidados intensivos.Él le había creído a Beverly a ciegas.Justo como
CAPITULO 26¿Qué demonios esperaba que él hiciera?O más bien, ¿que esperaba ella de él?Las cosas estaban complicando más de lo que ella hubiese deseado.Su hermana estaba allí con una gran sonrisa en la boca mirando desde Steven hacia Tony.La molestia e incomodidad de los demás al alrededor de Penélope ese era el verdadero entretenimiento de su hermana; ella se había acostumbrado hacer sufrir a todos, a no incomodarse cuando alguien le ponía mala cara.Para ella era normal ser odiada, era normal que nadie quisiera estar a su alrededor, es más, Sarah presentía que a ella le gustaba ser el centro de atención, pero de mala forma.Su hermana se había acostumbrado a ser objeto de desdén.Y la verdad es que ella misma se había labrado este camino, ella era quién se había ganado la mala voluntad de todos al abandonar a dos hermanas que recién habían perdido a sus padres en aquel accidente: las dejó sin saber cómo iban a salir adelante, sin importarle un carajo lo que pasara con ellas.Sar
CAPITULO 27Al mal tiempo buena cara.Al menos eso era lo que siempre solía escuchar cuando era niña a su madre.Ella, de pequeña, solía pensar que nada malo podría sucederle ni a ella ni a su familia, que las cosas malas les sucedían a las malas. Sin embargo, con el pasar de los años se dio cuenta que en verdad las cosas malas les pasaban a las buenas personas aún más fácil que a las malas.Al final del día, ¿Cómo saber quién es el malo y quién es el bueno?Para muchos una persona que roba para comer, para alimentar a sus hijos es una mala persona y merece la cárcel quizás la pena de muerte porque le robó eso por lo que hay alguna persona luchó tanto y se sacrificó tantoSin embargo, para los niños que estaban en casa sin comer desde hace días pues sus papás estaban sin trabajo para esos pequeños que no sabían cómo controlar el dolor de la pancita, para esos indefensos angelitos su padre ese ladrón era el héroe más grande que podía existir en el planeta.Todas las historias tenían do
CAPITULO 28Todos los ojos sobre ella y lo único en lo que Sarah podía pensar era en que su hermana mayor era una ruina para su familia.A Penélope no le importo llegar y sembrar la semilla de la discordia.—¿Vas a hablar?—No. — le dijo a su mejor amigo. Tony frunció el ceño y espero. —no puedo ahora.Ella subió a su habitación y se encerró.Se oculto de las personas que más había querido en toda su vida.¿Qué podía hacer? ¿Como podía dejar de respirar de forma tan acelerada? ¿Como podía evitar echarse a llorar como estaba a punto de hacerlo?No. Definitivamente no tenia idea de como hacerlo.—¡Abre la puerta, Sarah! — le grito Danny. —vas a explicarme ahora mismo a lo que se refiere.—No puedo. —susurro.Ella sabia que su hermana menor no le había escuchado. Que aquella por la cual ella estaba dispuesta a sacrificar todo, incluso su propia felicidad, que ella, esa que vio crecer y convertirse en esa hermosa adolescente, ella no iba a creerle.Nadie le creería que había hecho las cos
CAPITULO 29Si. Defectivamente, debía reconocer que había cometido muchos errores en su vida. Uno de ellos, el principal, fue creer en Mark Rewards y en su falso amor por ella.Sin embargo, para Sarah, todo aquel romance si fue real.—Te odio, Penélope. En verdad lo hago. — Eso decía la carta que ella le había enviado a Penélope ese día.El darse cuenta de que su amiga no iba a ayudarla, que no iba a prestarle dinero, que estaba a punto de perder la casa porque no tenia con que pagarla. No, en verdad, en aquel entonces, ella le odio, le aborreció.¿Cómo era posible que una persona supiera que su hermana estaba en un aprieto y no tenderle la mano?Aún sabiendo sobre su situación, le había dado la espalda, le había puesto contra las cuerdas sin miramientos.Así que en cuanto tuvo la fortaleza suficiente, escribió una carta diciéndole que podía irse al mismo infierno y que no necesitaba su ayuda, que nunca más volviera a buscarlas ni a ella ni a Danny, que ninguna de las dos la necesita
CAPITULO 30STEVEN LUCASÉl se regresó a la oficina, era lo único que podía hacer, aunque su cabeza estaba en aquella casa, en aquella familia que obviamente habían estado discutiendo, que no se sentían a gusto con la hermana de Sarah WrigthEl hombre, ese que era el supuesto amigo de Sarah, le alteraba de una forma incompresible, el hecho de haberlo visto la noche anterior cuando Mark había tenido el accidente y después aquella misma mañana en casa de Sarah, le hacía pensar que él quería ser algo más que un amigo para ella.Por alguna razón eso lo alteraba. Le molestaba. Le encabronaba.Steven no quería reconocer que se estaba sintiendo muy atraído por Sarah Wright.Pero si por un segundo, por una milésima de segundo, él se atrevía a pensar, a calcular, se daría cuenta que en verdad estaba sintiéndose muy atraído por aquella mujer, esa de cabello oscuro y ojos azules como el mar.Mientras entraba a su oficina su celular sonó de inmediato y casi hizo que se le detuviera el corazón del
CAPITULO 31Sarah Wright—¿Qué es lo que tienes? ¿qué te pasa? — preguntó.Ella se asustó de inmediato, verle así era algo que le preocupaba y estar consciente que jamás lo había visto en tales condiciones le puso peor. El qué siempre estaba presto para trabajar, un hombre que no le tenía miedo al trabajo.Así que verle con la cabeza entre las manos, ocultando su rostro, sufriendo en silencio, le alteró de inmediato.Ella se acercó a la silla de él y colocó una mano en su hombro. El dio un ligero salto al sentir su toque.—¿Qué es lo que pasa? — le volvió a preguntar ella.—Estoy jodido. —murmuro él y ella a duras penas le entendió. —No se como pude ser tan tonto.—¿Jodido? ¿A qué te refieres? —preguntó sin comprender.¿Será que estaba enfermo? ¿habrá descubierto que tiene alguna enfermedad terminal?Esos fueron los únicos pensamientos que pasaron por la cabeza de Sarah mientras intentaba de cifrar el silencio garrafal de su mentor.Se le había olvidado de repente la razón por la cual