CAPITULO 32Steven LucasAños antes. Steven Lucas estaba emocionado por la sorpresa que había preparado para su amada Melanie. Una Modelo de ojos verdes con la que había estado saliendo por más de un año. Él era el típico rompecorazones y amante añorado por cada mujer con dos dedos de juicio.Cuando por fin Steven escucha la llave en la puerta del apartamento, se quedó detrás de la puerta de la habitación que compartía con Steven cada vez que se quedaba a dormir allí. Su corazón comenzó a latir deprisa, sonriendo miró por el rabillo del ojo como la puerta se abría lentamente.Iba a dar un gran paso esa noche. Tenía ya un año y algunos meses con ella, En la cama había puesto el mismo pétalos de rosas rojas en forma de corazón, con sus manos que solo eran prácticas y hábiles para conducir y para cerrar negocios. En una mesita había colocado la champagne con la que celebrarían el sí de su amada.Fue entonces cuando escuchó una serie de carcajadas y una voz que hablaba con urgencia. M
Él se quedó observando la situación sin saber cómo diablos reaccionar. Ella estaba con los brazos cruzados sobre el pecho y miraba asustada al hombre que le había vendido la empresa a su tío.—¿Qué demonios está sucediendo? ¿A qué viene tanto jaleo? — preguntó Steven .—No tienes nada que hacer aquí, Steven. — le dijo el hombre. Sin embargo él,no se movió. —¿Estás bien? — le preguntó él a Sarah. —Ella está bien, así que lárgate ya. No te necesitamos. Nadie lo hace. — igual fue el hombre que respondió y esto pudo más con la paciencia de Steven.Steven Escuchó como Sarah ahogó un grito de sorpresa al escuchar a su jefe hablar de esa forma, supuso que ella también se había dado cuenta de que el hombre estaba borracho en pleno mediodía.Se acercó a ella después de cerrar la puerta con un click y el hombre levanta un brazo y le señaló.—¡Tú no eres bienvenido a mi oficina! ¡Tú no eres bienvenido a ninguna parte de este empresa!—Una pena que lo pienses así.— dijo el sin prestarle el m
CAPITULO 34Steven Lucas¿Odiaba los maltratos?Por supuesto que sí. Se había criado en una familia disfuncional, donde su padre era un alcohólico empedernido que gastaba todo el dinero en juegos y bebidas, que llegaba a casa buscando problemas donde no había y que lo único que quería era maltratar a su madre y hacerla llorar, hacerse sentir que él era el más importante, que él era el verdadero hombre de la casa. Aunque nadie había intentado en ningún momento quitarle esa posición.Entonces, ¿por qué diablos las personas debían de buscar la forma de hacer sentir a los demás inferiores, cuando en verdad ningún otro lo estaba atacando?— Todo está bien, estoy bien, no te preocupes. — le dijo a ella una vez que él se acercó, sintió la presencia del asistente de Sarah detrás de él. Sin embargo, le importó un comino que está observara la situación, que esta supiera la clase de jefe que tenía.— ¿Vas a decirme en serio que estás bien cuando hasta ese un momento este hombre casi te pega si y
CAPITULO 35Le pidieron a la camarera y luego se mantuvieron en silencio, aunque esta no le quitaba los ojos de encima, bastante curiosa. Eso fue lo único que Steven pudo pensar, mientras ordenaba dos croissants rellenos de queso crema y una combinación de mermeladas que él no le prestó atención.Su única preocupación era para Sarah, está que lo miraba con cara de pocos amigos, estaba ahí de forma obligada, que, en verdad no deseaba su compañía. Sin embargo, por alguna razón, alguna estúpida razón, una sin lógica, hacía que él quisiese estar cada segundo más cerca de ella, que quisiera conocerla, que quisiera saber qué se escondía detrás de sus grandes ojos azules, tupidos con unas largas pestañas.— ¿Por qué todos aquí se queda mirándote?— No está mirándome solamente. Están pensando qué demonios hago con el extranjero.— ¿Así de retrógrada sigue siendo este pueblo?Ella se quedó en silencio y tan solo le miró, aceptó el Croissant y el café descafeinado que él había ordenado para el
Capítulo 36Aunque sabía que Steven estaba siguiéndole, aunque sabía que él estaba cerca, procuro no hacer que él supiera que ella le prestaba atención.Iba a mantener la calma, se montaría en su coche e iría hasta su casa. Intentaría tranquilizar a su hermana y verificar si aún su mejor amigo sería allí. Lo cual probablemente así fuera, pues Tony tenía la costumbre de siempre esperar a que ella regresara a casa antes de marcharse.No sabía en qué embrollo se había metido, en qué momento su vida se había vuelto tan complicada. Sara se catalogaba por siempre, ser la pensante de la casa, la que más racionalizada las cosas de las tres hijas de aquel matrimonio.¿En qué momento había empezado a complicarse tanto su vida?Casi pudo escuchar la voz de su hermana Penélope, diciéndole que en el momento en que aceptó ser la novia de Marck.Y la verdad es que, aunque intentaba ser positiva, aunque le decía a las personas que todo tenía una razón de ser y que ese hombre pertenecía a su pasado, a
Capítulo 37—Es solo una invitación, no entiendo por qué te pones así. — le dijo su madre detrás de la línea. El que pensaba que no iba a volver a hablar con ella durante el tiempo que estuviese en el pueblo y quizás durante el resto de sus días, miró la invitación que había encontrado en la puerta de la casa que había alquilado.—No entiendo por motivo a que estás haciendo una fiesta cuando sabes muy bien que he dejado clara mi posición con respecto a ustedes.—Hazlo por mi hijo, no seas así. — fue la respuesta de su madre. — no sé durante cuánto tiempo más voy a estar en este mundo y quiero compartir lo más que pueda contigo. Nos han arrebatado demasiados años.—Mamá, tus y papá se encargaron de arrebatarnos esos años a los 3, ustedes fueron los que me ofrecieron, fueron los que me vendieron, fueron los que me dejaron a la buena voluntad de un completo desconocido.—Él te dio una vida decente, una, que nosotros no hubiésemos podido dar.Por supuesto, esa era la mejor excusa, era la
CAPITULO 38: NO LLORES, NO VALE LA PENA.Nunca en su vida algo la había incomodado tanto como aquella situación que se estaba desarrollando frente a él.—¿Qué es lo que pretendes, madre? — Le preguntó él, con tono salido de Casillas. — ¿A qué diablos estás jugando conmigo?—No sé a qué te refieres, no estoy jugando absolutamente a nada.Se defendió ella y se acercó a la nevera. Sacó de allí una botella de vino y le sirvió después de descorcharlo una Copa repleta casi al desparramarse.Él la tomó y prácticamente se bebió todo de un sorbo. La mujer abrió los ojos de par en par y él enarcó una de sus cejas.—¿Vas a criticarme ahora, por cómo me tomo el maldito vino.? — estaba molesto si él sería más tiempo allí en aquella casa terminaría cometiendo un asesinato, mataría a sus padres por ser tan desgraciados como para involucrarlo en una maldita fiesta sorpresa, algo que él no necesitaba, algo que no quería.—¿Crees que haciendo estas cosas vas a mantenerme? — Le cuestionó el terminando d
CAPITULO 39Steven tomó a Sarah de la mano y se alejó de allí de todas las personas que comenzaron a murmurar.Caminaron en silencio mientras ella sollozaba incontrolablemente, temblando junto a la mano que él tenía entrelazada con la suya.Quería consolarla, quería decirle que todo estaba bien, un instinto protector se había desarrollado en él. Se había creado teniéndola a ella tan cerca, tan indefensa, tan adolorida, él quería sanarla, él quería hacerle saber que todo saldría bien, que nada malo iba a pasarle, que quien sea que estaba intentando aprovecharse de ella, según había escuchado por sus propias palabras, que no le importaría quien fuera detrás de la línea. Él iba a salvarla. Él iba a protegerla.Caminaron sin rumbo, pues Steven conocía muy poco de aquella ciudad, aunque había nacido allí mismo, pocas cosas recordaba de Crossvile.Se sentaron en la acera y se miraron en silencio. Ella metió la cabeza entre sus rodillas y cubrió la nuca con sus manos.—Sarah, dime cómo ayuda