Una corriente fría recorrió todo el cuerpo de Danixa, pues ella nunca pensó en regresar a su país y menos después de tantos años, para ser exactos 7 años.
La palabra casarse en su adolescencia fue una palabra de magia para Danixa, pero luego de ello solo lo vio como un negocio que los adultos usaban para arreglar las malas decisiones de sus vidas.
Recorriendo en su mente lo que había sido su vida y lo difícil que era muchas veces fingir una vida era perfecta. Si bien a ella no le falta nada, las palabras de su padre aún estaban presentes en cada paso. Volver a su país fue una de las decisiones más difíciles, pero ella quería cerrar esa página de su vida y dejar de esconderse baja las sombras de la protección que el personal de seguridad le brindaba.
A pesar de querer enfrentar la realidad sus miedos estaban presentes por ello cuando llego a
Las emociones que cruzan por el corazón responsables del primer amor estaban a flor de piel en Alejandro. En la mañana debido a las llamadas de su hermana había salido de la habitación de su esposa, según él. Las caras preocupantes de sus hermanos y los gritos de su hermana no le quitaron la sonrisa de bobo enamorado que tenía. Tamary tuvo que tranquilizarse al ver que su hermano soñaba despierto. -Alejandro no te vuelvas a desaparecer, sabes lo que es despertarse y ver que falta un hermano, todavía el más responsable que hare yo sola con ellos- mencionó indicando a sus otros hermanos. -Tamary dos, yo soy un chico muy responsable, podría guiar sin ningún problema esta manada- abrazo a sus hermanos, quienes lo miraban como si estuviera loco era claro que nadie le creía. -Nicolás eres demasiado juguetón para su propio bien- mencionó el más tímido de los 4, causando fuertes carcajadas de burlas. La cara de indignado de Nicolás no ayudaba a que se calmaran. -Qué poca fe- el puche
Rodrigo, desde que vio a Danixa se dio a la tarea de monopolizarla para él. Quería pulir su carrera, convertirla en alguien que todo el mundo conozca, la quería como su esposa. Valiéndose de su poder y de las ganas de huir de Danixa le ofreció un trato.Con la positiva respuesta de una adolecente adulta llena de inseguridades, que seguía dándose tropiezos con la vida debido a su padre, la llevó lejos donde podría estar solo en sus límites. Cuando ella quiso terminar la relación quiso darle mil razones para no terminar sino más bien para que se casen. Con los años había albergado la esperanza de que su relación avanzara más que abrazos y besos frente a las cámaras. Le cayó como agua fría cuando en las noticias Danixa había declaro que su relación había terminado. Él había aceptado, pero no contó con lo rápido que Danixa quería ser libre de la relación.Se tragó su orgullo y empezó a planear cómo hacer que ella sea más que una farsa de relación y que pase a ser su esposa. Cuando llegó
Alejandro esperaba sin que nadie lo note en la habitación continua de su amada. En cuanto el novio de Danixa se fue, él salió y se dirigió a tocar la puerta continua.-¡Alejandro!- exclamó.Alejandro puede decir que ella perdió el color del rostro en cuanto lo vio, está más que seguro que ella no lo esperaba. Pero como él era un niño bueno solo le sonrió.-Hola esposa mía--¿Qué haces aquí?--Yo solo vine a hacerle una vista a mi esposa, supe que te vas a casar- comentó desinteresado.-Bienes a felicitarme, gracias- respondió con una sonrisa incómoda en el rostro.-Pues sí y no. No vas a invitarme a entrar a tu habitación y quizá a tu cama, tu y yo nos conocemos muy bien en ese campo- le giño.-Estás loco retírate no tengo nada de qué hablar con un niño- esa fue la gota que derramó el vaso acabando con su paciencia.-Sabes que tengo en mi mano- le mostró sonriente. Danixa mentiría si dijera que esos documentos no le traían mala espina.-No y no me interesa, retírate--Sí, si te intere
Con el corazón rebosante, le dio una sonrisa llena de palabras de victoria a la persona que días antes le había dado la invitación a una boda que como él pensaba nunca se realizaría. Perdido en sus emociones de felicidad, olvidó que su amada estaba sola con ese oportunista, aún estaba molesto con el futuro ex novio de su morena por creer que puede ocupar su lugar en la vida de su amada y de su hijo.Alejandro sabía desde siempre que tanto él como sus hermanos tenían guardaespaldas que los seguían a todo lugar. Recordando la mira que le dio la primera que se vieron, su en un instante que cuando le plantean terminar con la absurda boda no le va a gustar.Su celular estaba activa a una alerta de emergencia, agradeció por primera vez a su padre por sus nanas como él les decía. En menos de un minuto ya tenía con él, 3 guardaespaldas. Mientras los guía por el hotel les explico en pocas palabras la situación.Cuando ingresaron al piso se escuchó una discusión, podía jurar que ganas de tomar
Los nervios de Danixa se disparan recorriendo todo su cuerpo, exaltada exclamó - ¡que! - -Cariño, me asordaras- Alejandro estaba relajado no entendía por qué se sorprendía. -Alejandro estás loco, cómo le vas a decir a tus padres sin consultarme- -Morena mía que dices, tenía que decirle un bebe no es juego, además necesito un trabajo más estable…le pedí trabajo a mis abuelos- quitado de la pena él tomaba las cosas con tranquilidad. -Eres un niño insensato ¿Qué pasa si no quiero tenerlo? - la mirada de Alejandro le decía que no le gustaba la broma. -Mi amor si no lo quieres yo me hago cargo de él bebe tu puedes hacer tu vida, pero no vas a matar a mi hijo ¡entendido! - -Es mi cuerpo no puedes obligarme- - ¡señores! - grito lleno de ira -escuchen…no dejen que haga nada estúpido, vigílenla- -No soy de tu propiedad no puedes mandar que me vigilen como criminal- -Tu quizá no, pero ese bebe es mío y va a nacer- le respondió decepcionado de ella. Debido a que era una charla sin
Danixa observó con coraje la espalda de Alejandro. Los días sin su presencia le habían servido para pensar con más tranquilidad, pero de nada sirve si no podían hablar más de dos palabras sin subir el tono de su voz.Frustrada y molesta por todo grito atrayendo la atención de la gente y con ello también la atención de sus carceleros como les decía, no podía hacer nada sin que ellos no estén presentes.No quería pelear con la indiferencia de Alejandro tenía suficiente por lo que subió al coche sin hacer berrinche cosa que se le había hecho costumbre últimamente por mera gana de molestarlos. Su antes concurrido departamento ahora era una solitaria cueva moderna con todas las comodidades que a muchos debería hacer feliz, pero para ella era desesperantemente aterrador por la soledad que encerraba esas paredes que la encarcelaban, a veces se preguntaba si quizá era su culpa por sus decisiones o su propio destino tenía muchas piedras que superar. Como su suerte desde siempre fue la m
Alejandro mentiría si dijera que no estaba disfrutando de la escena de celos que le estaba armando la madre de sus hijos, nunca espero presenciarlo. Con pose de engreído se hacía el desentendido y escuchaba lo que su tía le decía por el teléfono.- ¿qué pasó pequeña muñeca? - a pesar de ser una llamada muy esperada Alejandro estaba seguro que si era unos segundos antes mandaría a volar a su tía por imprudente.Debido a la carga familiar que tenía de la noche a la mañana cada céntimo en su bolsillo era muy cuidado, el sentido de la responsabilidad había despertado de golpe y cualquier trabajo que significa obtener algo de dinero, él aceptaba.Su tía le había pedido ayuda en su nueva oficina por ello estaba a la espera de su llamada. Unos minutos de diferencia convirtieron a su tía en su héroe. - ¿Quién es? - preguntó su tía curiosa, aunque ya se hacía una idea y le divertía de molestar un poco a la pareja de su sobrino.-No seas curiosa muñeca-Tanto tía como sobrino salieron de su a
El tiempo es el enemigo más temible y Alejandro lo sabe de primera mano, para su familia el tiempo no les perdonó ni un segundo pues los años pasaban sin dar respuesta solo dejando más preguntas que congelaban cada día más el corazón de su padre. En su adolescencia cuando empezó a entender la situación de su madre se preguntó muchos beses ¿Por qué su padre nunca perdía la esperanza de ver despertar al amor de su vida? Estaba seguro que nunca hubo otra mujer en su vida y aunque agradece que no le haya dado madrastra también lo hace pensar que el mundo de su papá también se detuvo en la habitación del hospital donde su madre dormía.En medio del silencio de sus miedos que le gritaban y perturban su paz, abrazo despacio a Danixa como si, si lo hacía rápido ella desaparecía en con el viento que golpea sus rostros confundidos sin saber que rumbo tomar, pero de lo que sí estaban seguros era de que sus hijos tendrán una vida cómoda no sabían cómo se lo harían, pero algo saldría en el cami