Bueno, aquí vamos, Leonardo lanzará su propuesta, necesita un heredero, y lo necesita pronto. ¿Le ayudará, Eloise?
Leonardo mantuvo unos minutos de silencio, con los ojos fijos en la mujer frente a él. Ella había dicho que le ayudaría, estaba por descubrir si era cierto. —Bien, has dicho que tienes una propuesta. ¿De qué clase de propuesta estamos hablando?— preguntó ella con voz firme. —Yo me encargaré de tu divorcio, no deberás preocuparte por ningún trámite, ni por el dinero que implica contratar un abogado, de hecho, pondré a tu disposición los mejores abogados de país— Eloise frunció el ceño — te daré la oportunidad de que te libres de tu marido, además te proporcionaré las comodidades necesarias, compraré un apartamento para ti, cubriré cualquier gasto, te compraré un auto, pagaré tu universidad para que puedas terminar tus estudios, te daré lo que sea que quieras o necesites y no tendrás que preocuparte por dinero...—Eloise tensó la mandíbula, aquello sonaba mal, y sobre todo por el tono frío y distante que Leonardo estaba usando con ella.—¿A cambio de qué?— entornó los ojos— porque acab
Eloise, detuvo el taxi frente a su casa, pagó al hombre y bajó. Durante el trayecto había logrado tranquilizarse un poco, aunque tenía tanta rabia y frustración, que agradecía no tener alguna clase de poder, de exterminio o la humanidad habría llegado a su fin. ¿Era realmente tan horrible tener un hijo con Leonardo?, ¡Por supuesto que no!, al menos no en términos "normales" aunque considerando que acababa de conocerlo, no sabía que tan adecuado sería. Pero... realmente le indignaba aquella propuesta, odiaba que la tratara como algún espécimen que necesitara reproducir, y por supuesto que no tendría un hijo para desprenderse de él, era una completa locura. Ahora, llegar a casa y tener que lidiar con Jonas era otra situación extremadamente agotadora, sentía el peso del mundo sobre ella, como si el universo en pleno se hubiese puesto de acuerdo para conspirar en su contra. Tras respirar varias veces, entró a la casa, cerró la puerta tras ella y arrojó las llaves en el bolso para luego
Después de haber llegado a su habitación, Eloise salió en busca de su bolso, se dispuso a desmaquillarse frente al espejo, con la mirada pérdida...Estaba tan concentrada en la nada, que casi da un grito cuando su celular sonó logrando sobresaotarla, se llevó una mano al pecho y busco en su bolso, al ver la pantalla se dió cuenta que era Leonardo, estaba enojada con él. Me cortó, pero el volvió a marcarle, llena de frustración cortó nuevamente la comunicación, pero al minuto tenía una nueva llamada. —¡Que insistencia, por Dios!— se quejó activando la llamada— ¡Estoy enojada contigo, Leonardo Pocaterra!— fue el saludo que le dió. —Ha quedado bastante claro, por la manera tan grosera en que te has ido.— dijo tranquilamente él. —Demasiado educada fuí, tu propuesta fue un insulto, Leonardo. No lo esperaba de ti, aunque no sé que me sorprende, ni siquiera te conozco— dijo enojada y lo escuchó suspirar. —Realmente necesito tu ayuda, Eloise. — dijo en tono tenso. —¡No es una ayuda, me e
Leonardo, entró a su bar con el ceño fruncido, el lugar estaba concurrido y eso era bueno, se sentó en la barra y de inmediato gruñó al recordar el día que conoció a Eloise.—Buenas noches, señor— le dijo amigablemente el bartender. —Whisky doble.— dijo sin responder al saludo. —Si, señor. — un minuto después recibía su bebida, y llevaba la tercera de la noche cuando Michaell, llegó hasta él. —Haz comenzado la fiesta temprano— le dijo alegremente palmeando su hombro, y sonrió cuando lo escuchó gruñir. —Asi que estás de mal humor...— tomó asiento junto a él— Bien, será una noche difícil. —Me rechazó — dijo de forma despectiva— Eloise... ella, me rechazó. —Vamos, no puede ser tan mal, ahogarte el alcohol no servirá de nada.—¿Qué le pongo, señor?— preguntó amablemente el bartender.—Por ahora, nada— le respondió al jóven — alguien tendrá que manejar. —Yo lo haré — respondió Leonardo, muy seguro de sí mismo. —A ver... ¿Me contarás lo que sucedió?—Me ha dicho que sería el último h
¡No podía ser!Aquello no podía estar ocurriendo. Eloise contempló la hoja entre sus manos, mientras su respiración se aceleraba y su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas y su labio inferior tembló. ¡POSITIVO!La prueba de embarazo había dado positivo. Los malestares que estaba viviendo sobre todo en las mañanas, y la ausencia de su ciclo menstrual la habían asustado y a pesar de haber sido siempre muy regular, quiso decirse que no debía preocuparse, su retraso se debía al estrés que había vivido todas aquellas semanas. Al seguir en la espera, decidió realizarse una prueba de sangre para despejar las dudas. ¡POSITIVO!Bueno, allí estaba, después de largas semanas evitando a Leonardo y absurda propuesta, ahora resultaba que sin quererlo, sin planearlo y sin esperarlo y sin aceptarlo, estaba embarazada. Un sollozo brotó de su garganta, mientras se desplomaba en el asiento ubicado en el parque de áreas verdes en dónde se encontraba, las lágrima
—¿De nuevo, Jonas?, ¿Te irás tan pronto?— preguntó la rubia mientras lo veía vestirse. — Cada vez te veo menos.—Lo sé, Meredith, sin embargo no puedo quedarme más, Eloise cada día está más... distante. —Pensé que habías entendido ya, que no vas a recuperarla. —sonrió con burla. —Y supongo que eso te hace feliz. — frunció el ceño. —No digas tonterías, querido — salió de la cama mostrando su desnudez— realmente sabes que poco me importa tu relación con tu esposa, estoy contigo por placer, no porque desee ascender al puesto de esposa, pensaba que ya lo tenías claro. Para mí es evidente que Eloise se irá, pero yo no tomaré su lugar, no seré su reemplazo, soy una ama de casa faltal, querido—se cubrió el cuerpo con una bata de seda y le regaló una sonrisa— Las mujeres como Eloise, nacieron para vivir de amor, las mujeres como yo... nacimos para vivir del infinito placer y los lujos, claro está, y a tu lado solo puedo obtener la mitad de lo que deseo, no me malinterpretes, querido. Me en
—¡ELOISE!—gritaron Jonas y Mara en conjunto mientras se separaban, ambos se miraron horrorizados, mientras Eloise vaciaba su estómago, aquella imagen era más de lo que podía soportar, y seguramente le perseguiría por el resto de su vida, estaba completamente segura de que jamás podría deshacerse de los ur había visto, era como si lo hubiesen marcado con fuego en su memoria.¡Su madre!!Su madre y su esposo se acostaban! Se sostuvo con fuerza a la puerta, para buscar recomponerse del mareo... ¡Qué asco!—Cariño...— Mara, se envolvió en la sábana de la cama, mientras Jonas tomó otra y se cubrió de la cintura hacia abajo. Su madre era joven, bonita, a penas dieciocho años mayor que ella, sabía que podría despertar el deseo de cualquier hombre, pero... ¿su esposo?, ¿Con Jonas?, ¿No le bastaba a él con tener mujeres fuera de casa, se metía también con su madre?, ¿No les importaba a ambos lastimarla de aquella manera?—¡NO SE ACERQUEN!—gritó horrorizada al ver, como ellos caminaban hacia e
Embarazada...Eloise, estaba embarazada.Leonardo fijó sus oscuros ojos, en los hermosos ojos de Eloise, ella había llorado mucho... ¿A causa del embarazo?... ¿Se sentía sola?, ¿Había dudado de él?, por qué era obvio que él pensaba que era el padre, y aún más, considerando que le había traído la prueba y la ecografía. Embarazada...—Es mío — dijo rápidamente, y no, no era una pregunta, sino una afirmación en alta voz. —¿Lo dudas?— lo miró preocupada. —Por supuesto que no, sé todo lo que has estado viviendo en tu casa. Para mí sería ilógico que fuese de él. — dijo con desprecio refiriéndose a Jonas. —Hace semanas, casi dos meses que no tengo sexo con Jonas, desde su absurda propuesta me distancié de él. — su labio inferior tembló y Leonardo se fijó en que sus manos también lo hacían, dejó el sobre y los papeles a un lado, y le tomó ambas manos, presionandolas con un poco de fuerza buscando trasmitirle seguridad. —¿Por qué estás tan asustada Eloise?, ¿ Es que acaso no quieres tener