Nohemi caminó despacio por la playa, sus emociones tumultuosas tardaban demasiado en calmarse y no deseaba regresar al campamento y enfrentarse a los demás.―Maldición ―musitó tras soltar un largo suspiro, se detuvo de repente, tapó su rostro con las manos y se acuclilló después, como si el peso de todo el mundo la estuviese aplastando.No solo era Zeke y los theriones, en realidad, el tiempo que pasó con Hécate fue de lo más revelador y aún no conseguía digerir toda la información.Dioses antiguos, dioses nuevos, maldiciones milenarias que se grabaron en la sangre humana, estas cosas solo fueron una parte de lo que tenía que aceptar.Cuando todo eso se acallaba, comenzaban las dudas:¿Podría cambiar el destino de los theriones?¿Por qué había sido escogida para eso?¿Qué iba a hacer de ahora en adelante?«¿Podré vivir una vida normal con Zeke?»Aunque rechazaba de plano la idea de que un vínculo como el hilo rojo atara a Zeke a ella y lo obligase a amarla, en el fondo no podía engaña
La principal prioridad de los Karras era encontrar el paradero de Nohemi; todos creyeron que sería sencillo por los vínculos que existían entre Daria, Kun y ella; Zeke detestaba aquello, no solo lo hizo sentir frustrado si no inútil; pero en cuestión de veinticuatro horas comprendieron que algo inaudito estaba sucediendo.Nohemi era una poderosa mágissa que poseía dones tan excepcionales que era increíble que alguien pudiese restringirla en contra de su voluntad, por eso, al principio, más que encontrar a la pelirroja, Zeke estaba más enfocado en exterminar a los Novikov que otra cosa; pero cuando no regresó, y los tres theriones vinculados a ella no lograron percibirla, comenzaron a preocuparse.Para ese momento, todo el equipo táctico de los Karras y los Huang Di se hallaban en la búsqueda de la mágissa; tres personas de gran importancia estaban en peligro, si la pelirroja fallecía, con ella morirían Zeke, Daria y Kun.―Esto no tiene sentido ―se quejó Daria llena de frustración―. Pu
Nohemi abrió los ojos muy despacio, su cuerpo se sentía pesado y parecía que su cerebro estaba entumecido. Debajo de ella sintió la roca dura y tibia, a medida que sus ojos se iban acostumbrando a la tenue luz que la rodeaba. No sabía dónde estaba, tenía sed, hambre, los oídos le zumbaban y deseaba llorar. ―¿Dónde estoy? ―preguntó en voz baja, el sonido rebotó en la roca, el eco reverberó de una forma tenebrosa. Arriba de ella había un techo alto de roca, movió la cabeza a la derecha y luego a la izquierda, todo a su alrededor estaba hecho de roca sólida. El espacio era amplio, el tono ocre de las paredes daba una sensación antigua, incluso el aire le daba una sensación seca y caliente, como si estuviese en medio del desierto. Con mucho esfuerzo se puso en pie, sus piernas se tambalearon y luego cedieron al peso, el dolor agudo en sus rodillas consiguió que soltara un quejido lastimoso. Desde esa posición y a pesar del mareo y la confusión, pudo apreciar mejor el lugar, no había
―Los rumores son ciertos… ¡impresionante!Nohemi giró la cabeza en dirección a la voz, Volva la observaba a cierta distancia, sus ojos brillaban debido a la excitación.―¿Qué rumores? ―preguntó la pelirroja, poniéndose de pie con dificultad.―Los de tu origen, por supuesto.En ese momento, Volva no tenía la apariencia tétrica de la isla, delante de ella se hallaba una mujer seductora, de hermosas formas, ojos vibrantes, labios carmín, ataviada con un largo vestido negro.―¿Origen? ―Nohemi frunció el ceño―. ¿Cuál origen?―El de tu divinidad, querida… ¿cuál otro? ―le dijo. Sacudió su cabellera en un gesto sensual y caminó justo hasta ella―. Al principio lo dudé, pues mi magia funcionó en ti, pero luego de ver que las restricciones funcionan, eso confirma la hipótesis de tu origen divino.Carcajadas discordantes brotaron de la garganta de Nohemi, sus convulsiones eran tantas que las cadenas tintineaban por los espasmos.Así como empezó la risa se detuvo, los ojos fríos y llenos de hostil
En la fría noche del desierto, una batalla sangrienta se llevaba a cabo. Cualquier persona que pasara por allí pensaría al verlos que todos los monstruos de los mitos y leyendas se habían materializado en ese lugar.Los gruñidos salvajes rebotaban entre las grandes rocas de las ruinas, bajo la luz de la luna la sangre teñía la tierra y las paredes derruidas de los antiguos templos.Zeke y compañía se movían con precisión entre los theriones enemigos, sus pelajes estaban manchados de sangre, en torno a sus bocas se podían ver los rastros rojos de cuando sus colmillos atacaron sin piedad las yugulares de los otros, entre sus uñas aún colgaban restos de pelajes.―¿Ya la encontraron, Calvin? ―preguntó con su voz de bestia, era un tono ronco y algo deforme.―No, señor… ―respondió el aludido―. No ha sido fácil revisar los templos en pie, la gente de Novikov no nos deja.―Acaben con todos, entonces… ―ordenó―. Que no quede ninguno en pie.Un rugido aterrador atrajo la atención del lobo, su ca
Las semanas pasaron sin grandes acontecimientos. Tras la aniquilación del clan Novikov, los theriones restantes de San Petersburgo se organizaron para reunirse en un nuevo clan.Los clanes antiguos se reunieron para tomar decisiones, después de todo, el negocio manejado por los Novikov era enorme, y todos esperaban tomar su tajada del mismo.―Creo que lo ideal sería poner todos sus negocios a nombre de la doctora Lund ―sugirió Huang Di Kun, las expresiones poco amistosas surgieron en todos lados.―Nohemi no necesita nada de eso, mi fortuna es su fortuna ―respondió Zeke con desagrado―. Estoy seguro de que mi basherte no querría nada que perteneciese a los asesinos de sus padres.―Precisamente lo menciono por eso ―cortón Kun―. Los Novikov deben compensar de algún modo todo lo que hicieron sufrir a la doctora Lund, no solo por la muerte del doctor Lund y su esposa, también todas las veces que Artyom hizo cosas que pusieron en peligro la vida de ella…»Además, no solo es el clan Karras qu
Nohemi observó las ampollas que descansaban en sus respectivos empaques de seguridad; había una docena de ellas, el color dorado traslucido contrastaba contra el fondo de color negro. Tres años atrás por fin había conseguido resultados, el Suero ATh vio la luz una mañana de invierno cuando la pelirroja por fin encontró la fórmula perfecta para reforzar el poder anti mágico del extracto de moly. Aren fue el primero en acceder a ser sujeto de prueba, los intentos anteriores habían demostrado que el proceso podía ser particularmente doloroso, y considerando que era injusto someter a los theriones más afectados que permanecían en HD Med en la isla, decidió de manera unánime que él lo probaría. Por suerte, tras una noche de horrorosos dolores, al amanecer, el menor de los Karras abrió los ojos y miró a Nohemi con profundo agradecimiento. ―Ya no hay oscuridad ―musitó con voz ronca, una lágrima rodó por su sien―. Ya no voy a volver a la oscuridad… ―repitió como si estuviese rezando. El a
«Bastardo» pensó con la cólera bullendo en su torrente sanguíneo.Él sabía que corría peligro en ese instante, pero era todo un logro hilar dos pensamientos coherentes; su cuerpo ardía de deseo, hormigueaba con la necesidad, y toda su fuerza se iba en contener esas emociones viscerales que lo estaban consumiendo.―Debo salir de aquí ―se dijo a sí mismo en un minuto de claridad que se desvaneció tan rápido como una exhalación.Su vista era torturada, sentía como si estuviesen clavando agujas ardientes en sus ojos; la música sonaba con tal el fragor que creyó que se le iban a reventar los tímpanos; el más leve roce se replicaba en cada poro de su piel, desencadenando una corriente de placer doloroso.En lo único que podía pensar era en atacar, morder y… aparearse. Bullía con una exasperante necesidad de encontrar a una hembra.«Concéntrate.» El estimulante que dejaron en su bebida estaba especialmente diseñado para hombres como él, para exacerbar sus más básicos instintos y despertar a