Las palabras de la doctora Lund sonaban tan encantadoras como idealistas, lamentablemente, la vida real, incluso la vida de ellos que parecía sacada de una novela de fantasía, distaba mucho de tener esos milagros.Kun no respondió a su solicitud de inmediato, después de que Jian le llevó ropa, invitaron a la pelirroja a una suite privada en uno de los hoteles de la corporación y convinieron reunirse en dos días. Nohemi aceptó porque no tenía otra opción, la única persona que podía darle la información necesaria era el CEO Huang Di.―Hasta ahora, después de mi intervención, la recuperación es rápida ―aseguró la doctora―. Según lo que me dijo Daria, no siente las mismas secuelas habituales.Él no dijo nada, pero eso no significó que no escuchara con atención. Cuando ella abandonó su hábitat de seguridad, Kun ordenó que fuese tratada con la mejor de las atenciones.Aunque creyó en las palabras de la pelirroja, no dejó de sorprenderle que tuviese razón; incluso el estado de su cuerpo acus
…Mi misión es encontrar una forma de deshacer la maldición…Kun no lograba concentrarse en los documentos que tenía en sus manos.Soltó un sonoro suspiro que llamó la atención de Yu Jian que se encontraba sentado frente a él, sorteando una serie de propuestas de negocios. El CEO Huang Di le dio una orden poco común la noche anterior, justo un día después de conversar en privado con la doctora Lund.―Ella no se ha comunicado con Karras ―murmuró Kun para sí mismo―. ¿Por qué aún no ha llamado a Zeke? ―preguntó en voz alta, mirando a su asistente.Jian fue tomado por sorpresa, los intensos ojos de su jefe lo dejaron paralizado por breves momentos; se aclaró la garganta y habló con precaución.―Puede ser por la petición que me hiciste… ya sabes… la de ir al palacio de jade.Se contemplaron en silencio, Jian sintiendo su nerviosismo crecer. Él no entendía qué motivos podría tener la pelirroja para ir hasta un lugar como ese, no solo por su ubicación remota en Kunlun, sino también porque era
La primera noche, Kun buscó una excusa plausible para cenar con Nohemi, avisarle del próximo viaje era total, y completamente, válido. La noche siguiente, utilizó como excusa el informarle sobre el itinerario y cómo viajarían; sin embargo, las demás noches decidió solo ir a buscarla.―Saldremos mañana después del desayuno ―le dijo Kun cuando la acompañó al elevador para que subiera a su habitación. En el vestíbulo del hotel, Nohemi llamaba la atención al ser extranjera―. Tomaremos un helicóptero que nos llevará a un pueblo al pie de la montaña. Espero que no le tengas miedo a las alturas…El tono fraternal sonaba agradable a su oído, no tenía ningún tinte oculto, incluso lo podía ver en sus ojos, la forma en que sus facciones se relajaban al verla. Ella asintió.―No tengo problemas con eso, no le temo a las alturas, ni a la oscuridad, ni a los bichos ―respondió, encogiéndose de hombros.Kun sonrió con nostalgia, Lianzg hacía un gesto bastante similar. ―Eso es bueno, entonces vendré p
―¿Lo sabes? ―preguntó la pelirroja enarcando una ceja.El hombre asintió sin dejar de beber su té. Nohemi examinó la estancia, era un área cuadrangular bastante amplia, el techo sostenido con altos pilares dejaba ver el paisaje exterior: una extensa llanura de arena blanquecina que resplandecía con luz propia en una noche llena de estrellas.Vasto y aterrador, tanta grandeza y vacío le robaban el aliento.Dentro del edificio donde estaban, la decoración era tradicional, inclusive la zona donde Yuèlǎo se sentaba tenía todos los elementos típicos que un palacio antiguo debía poseer.Nohemi suspiró, se resignó a tomar asiento frente al hombre y esperó a que este bajara la taza para hablar.―¿Por qué el hilo es una solución temporal? ―preguntó cuando Yuèlǎo dejó la taza sobre la mesa.―Porque el hilo rojo que cree es para unir a las personas que están destinadas a estar juntas ―explicó con claridad―. Hay almas especiales, estas se han dividido en dos y necesitan encontrarse; otras tienen
Nohemi apareció en la habitación original, ella no recordaba haber abierto la puerta, pero esta se encontraba justo a su espalda. No había nadie allí para recibirla, por lo que pensó que era posible que no supieran que había regresado.Se sintió un tanto cansada, como si de forma repentina el agotamiento del largo día de caminata por la montaña y las emociones experimentadas la invadiera sin escrúpulos. Incluso sus piernas comenzaron a temblar.―Jaaaa… ―exhaló frustrada, en ese instante su estómago hizo un sonido vergonzoso―. Últimamente parece que solo tengo hambre…Salió de la sala caminando despacio, para su sorpresa, no solo Kun estaba en la habitación siguiente, sino también un grupo de personas que no conocía. Todos ellos mantenían una expresión preocupada, y tal vez el peor de todos era Kun.Las cabezas se giraron en su dirección al mismo tiempo, primero fue la sorpresa, luego el alivio y al final la curiosidad; cada emoción sobrevino como una ola y consiguió que se mostrara en
Dos largas semanas habían pasado desde que Nohemi se desvaneció en el aire en medio del comedor de la mansión Karras.Aunque intentaron mantenerlo en secreto, la noticia se esparció eventualmente; muchos clanes “prestaron ayuda” para encontrarla, sin embargo, ninguno dio resultados. Zeke, junto al resto de la familia, se estaba al borde de la desesperación.―Tranquilo, Zeke ―le dijo en más de una ocasión, Charles―. Mientras sientas el vínculo todo significa que va a estar bien.―¿De qué sirve sentir el lazo entre ambos si ella se niega a contactarme o volver? ―inquirió con frustración.Ni una sola de las pertenencias de Nohemi había desaparecido de la habitación, su móvil y documentos de identificación los tenía bajo su poder. Lo que más temía era que ella estuviese en problemas, incapaz de manejar sus propios poderes y de comunicarse con él para que pudiese ayudarla.Lo que más le preocupaba eran los reportes del creciente interés que generaba la existencia de Nohemi, clanes que en c
―Calvin, cancela todas mis citas de los próximos días ―anunció Zeke, sin siquiera mirarlo. Sostenía a Nohemi con firmeza y no podía apartar los ojos de ella.―Sí, señor ―respondió tras aclararse la garganta. Cuando miró en derredor supo que el verdadero problema iba a ser la cantidad de rumores que se generarían esa mañana.Zeke Karras, el CEO conocido como ‘La Bestia’, el hombre dominante, frío, distante e intimidador, cargaba a una mujer en un brazo, mientras que con su otra mano acariciaba delicadamente la mejilla. Sus ojos, que siempre generaban escalofríos y dejaban sin habla a mucho, eran tan cálidos y gentiles que podrían hacer brotar flores en los arbustos.En realidad, toda la escena era bastante llamativa y comenzaba a arrancar suspiros de todas las empleadas que iban llegando en ese momento.Calvin incluso podía imaginarse los encabezados que en pocos minutos comenzarían a surgir por todos lados.―¿Quiere que llame a un auto? ―ofreció resignado.―No es necesario ―denegó Zek
Aunque los Karras ya habían sido informados del retorno de Nohemi, les llevó casi una semana verla. El recibimiento en la mansión fue suntuoso, y Zeke tuvo que competir con su madre, Rose y varias mágissas por su atención.Daria la saludó con efusividad pero de forma fugaz, regresó al lado de Li en silencio, intentando evadir sus ojos. Nohemi la miró con una sonrisa compasiva, sin embargo, en cierto modo, también estaba aliviada.No iba a romper a una familia, tampoco iban a perder a ningún miembro, por primera vez desde que todo eso comenzó, se sintió en control de lo que sucedía.―Cuéntanos, Nohe… ¿Dónde estuviste? ―inquirió Melissa, sus ojos ávidos de curiosidad despertaron risitas en más de uno.―Pues… ―se aclaró la garganta, ella no deseaba contarlo todo, bajó la vista a su plato de comida, pensando en una buena excusa para su larga ausencia. Antes de que el silencio expectante de los comensales se hiciese incómodo, sintió un apretón en su mano, giró la cabeza y encontró que Zeke