Me encerré en uno de los baños y ahogué un grito que deseaba soltar con todo mi ser…
-Eres un imbécil Adam Miller-Dije con los dientes apretados y los ojos enrojecidos por las lágrimas-Habíamos quedado que nada de salir con otras personas mientras estuviésemos juntos.
“¿Y ustedes siguen juntos?, llevabas más de un mes sin verle la cara”-La voz en mi cabeza siempre dando en el clavo.
-Tal vez tengas razón, ya no estamos juntos, pero debió al menos avisarme de la ruptura, es lo mínimo que me merezco.
Solté un par de lágrimas, las cuales limpié de inmediato.
¿Qué carajos me sucede?, Yo soy Elisabeth Kleim, y nadie, absolutamente nadie, juega conmigo.
Me acerqué al espejo, acomodé mi maquillaje, mi cabello, y luego sonreí de oreja a oreja.
-Ay doctor Adam, si usted
ADAM-¡Director Miller!-Me llama la recepcionista del hospital, utilizando un tono más alto del necesario, y al percatarse de mi seriedad, aclara apenada su garganta y muestra un gesto avergonzado-Discúlpeme doctor, es que ya era la tercera vez que lo llamaba y usted no me prestaba atención.-Discúlpeme usted a mi-Le pido-Es que he tenido unos días difíciles y estoy algo distraído.-Lo comprendo, supongo que no es fácil estar en su lugar, debería tomarse unos días de descanso.-Nada de eso-Sacudo ligeramente mi cabeza y me acomodo en mi asiento-Mis deberes están por encima de cualquier cosa... Y, basta de charlas, dígame, ¿A que venía?Se acerca, me entrega unos documentos para firmar y a los pocos minutos se marcha.Afortunadamente el día a estado relativamente tranquilo, sin mayores emergencias, solo pacientes que
ELISABETH -Es la tercera vez que me visitas esta semana-Le digo a Cristal apenas entró a mi habitación, con Clarys en brazos-Algo se traen entre manos ustedes dos-Señalo a la niña, dándole una mirada acusadora, en broma por supuesto.Me contagia su dulce carcajada, y se la quito a su madre, para comérmela a besos.-Qué mal agradecida eres, ya no vendremos a visitarte-Se queja-Venimos porque nos gusta hacerte compañía.-Habla por ti sola, porque ésta pequeña arpía solo viene porque planea asesinarme para adueñarse de mis increíbles atuendos, ¿Quieres toda mi ropa, pequeña rufián? -Alzo su bracito para hacerle cosquillas y sus carcajadas se escuchan más fuertes-Confiesa.-Ya, para, o le dará un ataque de hipo de tanto reírse-Me advierte su madre, aunque habló demasiado tarde, ya Clarys ha
Han pasado semanas desde el cumpleaños de Clarys, y Adam no me ha contactado en todo este tiempo, sinceramente ya perdí la esperanza de que lo haga, y lo que más me molesta de toda esta situación es haber tenido que volver a recurrir al medicamento que me recetaron para la depresión, no saben cómo odio que mi estabilidad emocional deba depender de unas estúpidas pastillas.Pero en cierto modo, ese medicamento es lo único que me ayuda a sobre llevar todo lo que estoy sintiendo, de alguna forma modera mis pensamientos pesimistas e inútiles.Está mañana me levanté temprano, y al igual que en los últimos días, amanecí singanas de hacer absolutamente nada, aun así, me obligué a mí misma a hacer o inventar algo para entretenerme.Pensé en diseñar alguna prenda, sin embargo, cuando lo hago desganada los resultados son pat&eac
-¿Me dejarás pasar?, O hablaremos aquí afuera-Le pregunto en voz baja, al darme cuenta de que habíamos permanecido así, inmóviles, por más de un minuto.-Discúlpame-Se hace a un lado-Adelante por favor.Empecé a moverme, siendo seguida por él, y me detuve en medio de una pequeña sala donde se encontraba una enorme chimenea de ladrillos.-Eso debe mantenerte caliente en invierno-Digo señalando la chimenea.-¿Qué?, ah, sí, supongo que si-Responde algo distraído-La verdad nunca he estado aquí en invierno, suele ser la época en la que más se trabaja en el hospital.Sola hago un sonido con mi garganta, muy parecido a un “Ummm”, como señal de que comprendí. Había olvidado por unos segundos que estoy frente a un adicto al trabajo, pero bueno, a lo que vine, a darle un verdadero final a todo e
Manejar de regreso a casa estaba resultando más complicado de lo que imaginé...No soporté la presión, me apena porque de alguna forma siento que mi reacción pudo significar para Adam un rotundo no, a pesar de que no le di una respuesta concreta, solo me safe de sus brazos, me subí a mi auto y me alejé a toda prisa de ese lugar.¿Que si soy una cobarde?, quizás, en realidad no se que me sucedió, me atacaron lo nervios y justo ahí, así, sin más.Pero tengo tantas ganas de llorar que no estoy segura de haber hecho lo correcto, tal vez debí darle una oportunidad, o debí pedirle unos minutos para pensar mejor las cosas...-Ay Dios-Exclamo en voz alta.No puedo creer que solo han pasado un par de minutos y ya lo extraño.Freno el auto de un solo golpe y me sostengo con fuerza del volante para no verme afectada por la inercia.Gracias al cielo que esta carretera es poco transitada, de lo contrario, ya hubiese ocasionado un terrible accidente.-¿Que demonios estoy haciendo?-Me pregunto en vo
-Ya estoy en casa-Le aviso a Adam a través de una video llamada, en tanto estacionó el auto.-Eso me tranquiliza... ¿Nos veremos ésta noche?-Tu eres el del horario apretado, no yo.Me bajo con el teléfono en la mano y camino hacia la puerta.-Entonces te recojo a las nueve.-Perfecto... Hasta entonces guapo, te quiero-Le guiño un ojo.-Yo también a tí preciosa, no vemos.Sonríe y yo igual, me lanza un beso, y a los pocos segundos cuelga.Entro a la casa sin hacer mayor ruido y cuando cierro la puerta escucho a mis espaldas:-Elisabeth, Kleim.Esa voz grave y ronca la reconozco perfectamente, además de ser la única persona que hace una pausa cuando pronuncia mi nombre completo.-Papá-Digo con pesadez, y giro lentamente sobre mis pies para encontrarlo de frente.-¿Se puede saber de dónde vienes?, ¿Por qué sales sin tus guardaespaldas?-No crees que ya estoy grandecita para salir sola, y aún más para estar dando explicaciones- Comencé a caminar y le pasé por el lado para ir directo a mi
ADAM-¡¿Lo puedes creer?!-Exclama Elisabeth cuando abro la puerta de mi apartamento-Dos horas esperando que Carolina me atienda, y solo sale su secretaria para informarme que me cambiaron la cita para dentro de tres días. ¡Tres días!.-Ya cálmate preciosa, cuando hablamos por teléfono me dijiste que las personas esperan hasta un año para ver a esa mujer, tu solo debes esperar tres días.Se cruza de brazos.-Yo no soy cualquiera, soy Elisabeth Kleim- Habla con aires de superioridad, pero mantiene un expresión bromista.-¡Oh!, pido disculpas su alteza-Hago una leve reverencia- Habia olvidado que estoy saliendo con la realeza.-Te corrijo, estás saliendo con la única dueña de ese corazón-Señala mi pecho con uno de sus dedos.-Y con la mujer más hermosa de todo el universo-Aseguro, envolviendola en mis brazos.Su rostro se ilumina con una sonrisa bastante amplia, y se eleva para darme un beso en la mejilla.Es inexplicable el nivel de satisfacción que me genera ver esa expresión en ella,
Cómo doctor, debo mantener un perfil profesional delante de mis pacientes ante una situación como ésta, pero tratándose de alguien tan importante para Elisabeth, no puedo evitarlo.-Nancy, no sabe cómo lo siento...-No querido, no te lamentes- Me interrumpe-Yo ya he vivido una vida larga y feliz al lado de esa princesa que crié como a una nieta, y a su padre que lo crié como a un hijo-Muestra una dulce sonrisa, nada que ver con la expresión que se espera de una persona a la cual le quedan pocos meses de vida.En todos los años que llevo trabajando en ésta profesión, es la primer vez que veo esa reacción.-Santo Dios-Digo cuando caigo en cuenta-Elisabeth estará destrozada.-Aunque parezca difícil de creer, eso era lo único que me atormentaba cuando recibí la noticia, cómo lo tomará mi niña, hasta que supe de tí.-¿De mi?-Uno mi entrecejo y ella asiente-Ah, ya comprendo, quiere que busquemos alguna solución, podemos repetir los exámenes, y si los resultados no cambian, no rendirnos de i