ELISABETH.
-Bueno princesa, la dejo sana y salva en su castillo-Me dice Adam, al estacionar su auto a solo unos metros de la mansión.
-¿Cuándo nos volvemos a ver?-Pregunto antes de bajarme.
Gira su rostro para mirarme con una sonrisa ladeada.
-Aun no nos separamos, ¿y ya me hechas de menos?
Puse los ojos en blanco.
-“Moriré de pena si no te veo”-Fui muy sarcástica, y le di una expresión de aflicción bastante exagerada.
-¿Cuándo piensas madurar?-Niega con la cabeza y me toca la punta de la nariz con su dedo.
-Yo soy madura, bastante madura… y no me cambies el tema, mejor dime, ¿Cuándo nos vemos otra vez?
-Te recuerdo, preciosa, que pasamos una semana entera juntos.
Por todos los cielos, en serio enloquece mis hormonas cuando me llama preciosa, sin embargo, eso no me desviará de los reclamos
Sin duda mi vida es un sube y baja de emociones…Hay días en los que me siento un arcoíris, llena de energía y de colores, y otros, en los que soy la mismísima tormenta. Hoy en particular, me sucede lo segundo…Me encuentro acostada en mi cama, boca arriba y con los brazos abiertos, mientras observo detenidamente el techo de mi habitación.Ya perdí la cuenta de cuantas horas llevo en esta misma posición, pero no pienso moverme, eso es seguro.Y se preguntarán, ¿A qué se debe mi lúgubre estado de ánimo?, pues no tengo idea, puede que sea por múltiples razones.Para empezar, mi mejor amiga y yo, seguimos enojadas, yo no le he escrito, ni ella a mí, y adicional a eso, no he visto a Adam, desde la semana que me quedé en su apartamento.Lo increíble es que ya han pasado exactamente dos semanas desde que me dejó aqu&
Siento que hice un excelente trabajo arreglándome, y aun así mis nervios me tienen al borde del colapso.Resople con fuerza mientras me veía por decima vez al espejo.¿A dónde se fue toda mi seguridad?, ¿Que me sucede?, yo no suelo ser así, odio que Adam me controle de esta manera, que me vuelva un manojo de nervios, es muy molesto...Tome rápido mi cartera y mi teléfono para salir de la casa antes de que mis piernas comenzaran a temblar.-Cuando dijiste que tardarías, no lo tomé tan en serio-Es lo primero que dice cuando subí a su auto.Gira su rostro para verme y se queda inmóvil.-No creas que es fácil caminar medio kilómetro con unos tacones de doce centímetros-Señalo mis pies-No sé porque no estacionas más cerca de la mansión… Por cierto, estás muy, muy guapo-Tuve que admitirlo en voz
Un mes… Un estúpido y eterno mes, ha pasado desde que Adam y yo nos vimos. Juro que no comprendo lo que sucede, esa última vez la pasamos excelente, al final decidimos bajarnos del auto en el hotel, disfrutamos muchísimo en la discoteca, bailamos, bebimos, luego fuimos a su apartamento y sin duda ahí la pasamos mejor, pero al siguiente día, me dejó en mi casa y desde entonces no ha vuelto a comunicarse, ni si quiera un simple mensaje de texto como hizo la otra vez que desapareció.Y ya no me voy a comer esos cuentos de “estoy muy ocupado”, “mi trabajo me absorbe”, “no me da tiempo de nada”… Escusas y más escusas, si tuviese el mínimo interés, enviaría un mensaje al menos, eso no toma ni treinta segundos de su “valioso” tiempo.Como sea… sé que hoy lo voy a ver, si o si, y no porque yo lo vaya a buscar, ni loca, lo ver&
Me encerré en uno de los baños y ahogué un grito que deseaba soltar con todo mi ser…-Eres un imbécil Adam Miller-Dije con los dientes apretados y los ojos enrojecidos por las lágrimas-Habíamos quedado que nada de salir con otras personas mientras estuviésemos juntos.“¿Y ustedes siguen juntos?, llevabas más de un mes sin verle la cara”-La voz en mi cabeza siempre dando en el clavo.-Tal vez tengas razón, ya no estamos juntos, pero debió al menos avisarme de la ruptura, es lo mínimo que me merezco.Solté un par de lágrimas, las cuales limpié de inmediato.¿Qué carajos me sucede?, Yo soy Elisabeth Kleim, y nadie, absolutamente nadie, juega conmigo.Me acerqué al espejo, acomodé mi maquillaje, mi cabello, y luego sonreí de oreja a oreja.-Ay doctor Adam, si usted
ADAM-¡Director Miller!-Me llama la recepcionista del hospital, utilizando un tono más alto del necesario, y al percatarse de mi seriedad, aclara apenada su garganta y muestra un gesto avergonzado-Discúlpeme doctor, es que ya era la tercera vez que lo llamaba y usted no me prestaba atención.-Discúlpeme usted a mi-Le pido-Es que he tenido unos días difíciles y estoy algo distraído.-Lo comprendo, supongo que no es fácil estar en su lugar, debería tomarse unos días de descanso.-Nada de eso-Sacudo ligeramente mi cabeza y me acomodo en mi asiento-Mis deberes están por encima de cualquier cosa... Y, basta de charlas, dígame, ¿A que venía?Se acerca, me entrega unos documentos para firmar y a los pocos minutos se marcha.Afortunadamente el día a estado relativamente tranquilo, sin mayores emergencias, solo pacientes que
ELISABETH -Es la tercera vez que me visitas esta semana-Le digo a Cristal apenas entró a mi habitación, con Clarys en brazos-Algo se traen entre manos ustedes dos-Señalo a la niña, dándole una mirada acusadora, en broma por supuesto.Me contagia su dulce carcajada, y se la quito a su madre, para comérmela a besos.-Qué mal agradecida eres, ya no vendremos a visitarte-Se queja-Venimos porque nos gusta hacerte compañía.-Habla por ti sola, porque ésta pequeña arpía solo viene porque planea asesinarme para adueñarse de mis increíbles atuendos, ¿Quieres toda mi ropa, pequeña rufián? -Alzo su bracito para hacerle cosquillas y sus carcajadas se escuchan más fuertes-Confiesa.-Ya, para, o le dará un ataque de hipo de tanto reírse-Me advierte su madre, aunque habló demasiado tarde, ya Clarys ha
Han pasado semanas desde el cumpleaños de Clarys, y Adam no me ha contactado en todo este tiempo, sinceramente ya perdí la esperanza de que lo haga, y lo que más me molesta de toda esta situación es haber tenido que volver a recurrir al medicamento que me recetaron para la depresión, no saben cómo odio que mi estabilidad emocional deba depender de unas estúpidas pastillas.Pero en cierto modo, ese medicamento es lo único que me ayuda a sobre llevar todo lo que estoy sintiendo, de alguna forma modera mis pensamientos pesimistas e inútiles.Está mañana me levanté temprano, y al igual que en los últimos días, amanecí singanas de hacer absolutamente nada, aun así, me obligué a mí misma a hacer o inventar algo para entretenerme.Pensé en diseñar alguna prenda, sin embargo, cuando lo hago desganada los resultados son pat&eac
-¿Me dejarás pasar?, O hablaremos aquí afuera-Le pregunto en voz baja, al darme cuenta de que habíamos permanecido así, inmóviles, por más de un minuto.-Discúlpame-Se hace a un lado-Adelante por favor.Empecé a moverme, siendo seguida por él, y me detuve en medio de una pequeña sala donde se encontraba una enorme chimenea de ladrillos.-Eso debe mantenerte caliente en invierno-Digo señalando la chimenea.-¿Qué?, ah, sí, supongo que si-Responde algo distraído-La verdad nunca he estado aquí en invierno, suele ser la época en la que más se trabaja en el hospital.Sola hago un sonido con mi garganta, muy parecido a un “Ummm”, como señal de que comprendí. Había olvidado por unos segundos que estoy frente a un adicto al trabajo, pero bueno, a lo que vine, a darle un verdadero final a todo e