Rebeca

Confieso que estoy muy nerviosa y siento una sensación extraña con un gran nudo en el estómago. No sé por qué me siento tan nerviosa por la boda de alguien que ni siquiera conozco.

No conozco a la novia y mucho menos al novio, pero hoy amanecí así, sin ganas de ir a esa boda. Ni siquiera voy a decirles algo así a las chicas, de lo contrario se asustarán.

Maldito sentimiento loco!

Salgo de mi ensoñación con Camila.

"¡Chicos, no puedo creer que ustedes dos todavía estén en esta cama!"

— Amigo, esta cama es como un orgasmo, hace tanto calor. Sonrío ante la cara que hace Camila.

— ¡Dejen de pensar en el orgasmo y levántense los dos de la cama ahora! Vamos a la peluquería a arreglarnos el pelo y las uñas.

— Oh, Blondie, no tengo ganas de levantarme de mi cama en este momento… Y sabes que no voy al salón, hago todo en casa.

“No estamos en casa y vamos a una boda muy elegante.

Acepté antes de que la embarazada se asuste, porque seguro que está embarazada. Seamos realistas, una mujer e