Rebeca

" ¿Por qué lloras, mi hermosa?" pregunta acostada a mi lado.

“¡Nada, no te preocupes! - digo y muevo una sonrisa para que mi bombón no se preocupe.

La polla del cabrón ya estaba dura y fui a por él con todo. Metió esa polla caliente dentro de mí, me besó sin parar y así nos quedamos hasta que nos corrimos.

Todavía sudoroso miro a mi turco y digo:

- ¡Yo te amo! Sé que apenas nos conocemos, pero te quiero mucho. Solo recuerda que cuando estemos lejos el uno del otro, aunque ya no nos veamos, te amaré por siempre.

"¿Puedes dejar de hablar así?" Parece que nunca nos volveremos a ver”. Rahmi también tenía lágrimas en los ojos. "Eso nunca volverá a suceder, no pasaré más meses sin verte, ¿me escuchas?" De nada sirve decir que no, porque nunca más podré estar sin ti, Rebeca. ¡Te confieso que casi me muero sin ti y no puedo volver a pasar por eso, mi amor! Dice y empieza a llorar.

“Cariño, te vas a casar y tiene que pasar, así que no podemos vernos más. Sé que no quieres molestar a tu