Ana Sofía sentía como una especie de corriente eléctrica la recorría de pies a cabeza, la lengua de Benjamín devoraba la suya con una apremiante necesidad, al mismo tiempo que percibía como la recostaba en la cama, era tan embriagante sus besos que la hacían olvidar al resto del mundo. Le arrancó las prendas con premura, sus ojos estaban nublados y oscurecidos por el deseo, dejó sus senos al descubierto, arrancándole el brasier y lanzándolos a un lado de la cama, empezó a besarlos con suavidad, para después introducirlos y chuparlos perdiendo el control.Ana Sofía sentía su corazón a punto de salírsele por la boca y el hormigueo en su piel se agudizó al sentir la mano de Benjamín llegar a su entrepierna y acariciarla a través de la tela de su tanga, de su boca salió un gemido, sintiendo que su cuerpo iba a encenderse producto de la pasión, percibió un líquido emanar de su femineidad, abrió sus piernas de par en par de manera involuntaria, estaba totalmente excitada.Él siguió bajando
Benjamín estaba demasiado feliz, había sido la sensación más extraordinaria de su vida estar con ella y lamentaba no haber podido hacerlo como quería mirándose a la cara. Alejandro empezó a llorar y debieron acostarlo junto con ellos. Él era de poco dormir y ese día debido a la emoción, el sueño huyó totalmente, los observaba dormir profundamente, los besó a ambos, los miró por un par de segundos más y se levantó a ducharse, antes de llegar a su habitación, recibió un mensaje. Recibido de número desconocido «Buen día, señor, obtuvimos información que el jefe directo de los mercenarios que atacaron a nuestros hombres y fueron responsables de asesinar al falso Benjamín, está en Villa Madera, incluso se hospedó en el hotel Grand South Palace». Enviado a número desconocido «Gracias, voy a investigar». Se terminó de arreglar, cuidando en no dejarse en evidencia por su aspecto, por eso prefirió usar su antigua ropa y no la que le compró Ana Sofía, después salió, momento que aprovec
Ante las palabras de Benjamín, Liana se puso nerviosa, se quedó mirándolo sin poder simular la palidez en su rostro.—¿Por qué me preguntas eso? Sabes que soy tu amiga… sería incapaz de ir en tu contra —habló la mujer tratando de controlar su nerviosismo.—Eso espero Liana, sabes que no perdono la traición… no quieras obligarme a tomar decisiones que sean de tu agrado, porque nadie me va a obligar a hacer lo que no quiero… no te le vuelvas a acercar a Ana Sofía, ella es intocable, por esa mujer me convierto en cualquiera, en un marido mantenido, en un niñero, en un yerno despreciado… por ella soy capaz de todo, por proteger a mi familia, soy capaz hasta de matar. No quieras conocer la versión mala de mí. Porque te juro que no te va a gustar… por cierto, es sorprendente como últimamente a los Anderson les está yendo demasiado bien ¿No crees? Quizás es hora que tengan sus propios problemas para que se ocupen de sus asuntos y dejen los míos para que yo los resuelva.Se levantó para irse
Los hombres sonrieron contentos al escuchar las palabras de su jefe, cortaron, haciéndole saber que le informarían de las resultas, vieron hacia atrás y miraron a Benjamín en la misma posición, no podían creer su buena suerte, pensaron que el hombre les daría mayor esfuerzo, pese a ello, lo sintieron más fácil de lo que creían. —No puedo creer que todo esté saliendo tan sencillo, este hombre ni siquiera tuvo la leve sospecha de lo que hacíamos, es solo un pobre tonto, además, la chica hizo un excelente trabajo. Ahora solo nos queda, cumplir con la última parte del plan.Así lo hicieron, llegaron a un hotel de baja categoría de la ciudad y entraron en el mismo auto al estacionamiento, donde lo aparcaron, entre los dos lo cargaron, aunque esta vez lo sentían más pesado, por lo cual debieron hacer un mayor esfuerzo para llevarlo hasta la habitación, donde ya una mujer lo estaba esperando desnuda en la cama para fotografiarlo, sin embargo, cuando cerraron la puerta, enseguida Benjamín r
Estela se encontraba en ese momento con sus hijos cuando vio el rostro de Erasmo, su palidez era comparable a la de un papel, el hombre parecía a punto de colapsar de sufrir un ataque.—¡Solángela! —gritó con histeria, en ese momento la mujer estaba en el otro extremo del salón hablando por teléfono, al escuchar el grito del hombre frunció el ceño y caminó hacia él con molestia.—¡¿Qué diablos te ocurre?! No estamos lo suficientemente cerca para que me grites de esa manera —expresó con su actitud de superioridad.Lo que la mujer no se esperaba era que Erasmo las halara por los cabellos con fuerza mientras le colocaba el teléfono en frente para que viera de qué estaba hablando.—¿Dime? ¿Qué demonios significa esto? ¡¿Cómo te atreviste a hacerme esto?! —espetó furioso.Solángela al ver las fotografías y el vídeo se puso pálida, el miedo se reflejó en su rostro.—¡Por Dios Erasmo! ¿Qué sucede? ¿Habla de una vez? ¿Por qué le peleas a Solángela? ¿Qué tiene que ver ella con la publicación d
Benjamín y Ana Sofía subieron a la habitación, prefirieron no cenar con el resto, pues temían que todo terminara en una disputa como siempre ocurría, además, él ya se estaba cansando de tener que aguantarlos, cada día los despreciaba más porque eran las personas más rastreras que conocía, poco les importaba los sentimientos de Ana Sofía, ni siquiera a sus hermanos, preferían ponerse de parte de su madre para dañarla, a pesar de todos los sacrificios que su hermana hacía por ellos. Cada uno se duchó en su habitación y más tarde se encontraron en la habitación de Ana Sofía, él había llevado varias bolsas de snacks, chips de maíz Fritos, Cheetos, Doritos, Tostitos, papas fritas, encendieron la televisión y comenzaron a ver una película, mientras tanto Alejandro metía sus pequeñas manos en los empaques y se los metía en la boca, no obstante, era más lo que tiraba en la cama a lo que comía, por lo cual en poco tiempo la cama era un desastre a pesar de los intentos de Benjamín por reprender
A Barton le parecían mentiras las palabras pronunciadas por su hijo, se apretó el puente de la nariz, tratando de contar hasta diez para calmarse, sin embargo, ya llevaba más de veinte y el enojo no había mermado ni un solo ápice.—Voy a terminar creyendo que estás loco, que seguramente te nos caíste a tu mamá y a mí de la cama cuando estabas chiquito y sufriste de alguna contusión que ahora no te deja pensar bien —espetó molesto— ¿Cómo se te ocurre pedirme dinero para salvar a los Celedón, cuando soy yo mismo quien he provocado su ruina? —Benjamín lo observó con molestia—. No me mires así, fui yo quien ordenó cancelar los últimos contratos que tenían con nosotros, los que manejaba esa mujer.—¿Qué hiciste qué? —interrogó Benjamín con una mezcla de incredulidad y enojo.—Lo que oíste, yo los cancelé, porque por mí esa gente no obtendrá ningún beneficio de mí, y si es para eso que vas a pedir descongelar tus bienes estás equivocado, solo de dos maneras lo podremos hacer que cumplas con
Ana Sofía se quedó mirándolo con los ojos entrecerrados, mientras pensaba en sus palabras, y en lo sucedido con BGrey.—Bueno… —titubeó para responder—. Solo BGrey y fue un abusivo, no me cae bien… probablemente si acepto pueda verlo el sábado, su padre me invitó pasado mañana a un almuerzo, aunque no quiere que te invite a ti, aunque si puedo llevar al bebé.—¿Quieres ir? —interrogó observando su reacción.—Si no tienes problemas iré —dijo levantando su barbilla.—Entonces anda, no te pondré ninguna objeción, debo hacer ese día varias cosas.Su respuesta confundió a Ana Sofía, porque ella, estando en su lugar, no dejaría que su pareja fuera a casa del padre de la persona que la besó y eso hizo fortalecer una idea que se estaba formando.—Cuando te hablé de tu admirador, no hablaba de BGrey, se me olvidó él, sino de NPresley, está obsesionado contigo y prohibió a todos que te ayudaran para que terminaras pidiéndole ayuda a él. ¿Ahora qué tienes que decir a eso? —inquirió viéndola.—Tú