Los hombres sonrieron contentos al escuchar las palabras de su jefe, cortaron, haciéndole saber que le informarían de las resultas, vieron hacia atrás y miraron a Benjamín en la misma posición, no podían creer su buena suerte, pensaron que el hombre les daría mayor esfuerzo, pese a ello, lo sintieron más fácil de lo que creían. —No puedo creer que todo esté saliendo tan sencillo, este hombre ni siquiera tuvo la leve sospecha de lo que hacíamos, es solo un pobre tonto, además, la chica hizo un excelente trabajo. Ahora solo nos queda, cumplir con la última parte del plan.Así lo hicieron, llegaron a un hotel de baja categoría de la ciudad y entraron en el mismo auto al estacionamiento, donde lo aparcaron, entre los dos lo cargaron, aunque esta vez lo sentían más pesado, por lo cual debieron hacer un mayor esfuerzo para llevarlo hasta la habitación, donde ya una mujer lo estaba esperando desnuda en la cama para fotografiarlo, sin embargo, cuando cerraron la puerta, enseguida Benjamín r
Estela se encontraba en ese momento con sus hijos cuando vio el rostro de Erasmo, su palidez era comparable a la de un papel, el hombre parecía a punto de colapsar de sufrir un ataque.—¡Solángela! —gritó con histeria, en ese momento la mujer estaba en el otro extremo del salón hablando por teléfono, al escuchar el grito del hombre frunció el ceño y caminó hacia él con molestia.—¡¿Qué diablos te ocurre?! No estamos lo suficientemente cerca para que me grites de esa manera —expresó con su actitud de superioridad.Lo que la mujer no se esperaba era que Erasmo las halara por los cabellos con fuerza mientras le colocaba el teléfono en frente para que viera de qué estaba hablando.—¿Dime? ¿Qué demonios significa esto? ¡¿Cómo te atreviste a hacerme esto?! —espetó furioso.Solángela al ver las fotografías y el vídeo se puso pálida, el miedo se reflejó en su rostro.—¡Por Dios Erasmo! ¿Qué sucede? ¿Habla de una vez? ¿Por qué le peleas a Solángela? ¿Qué tiene que ver ella con la publicación d
Benjamín y Ana Sofía subieron a la habitación, prefirieron no cenar con el resto, pues temían que todo terminara en una disputa como siempre ocurría, además, él ya se estaba cansando de tener que aguantarlos, cada día los despreciaba más porque eran las personas más rastreras que conocía, poco les importaba los sentimientos de Ana Sofía, ni siquiera a sus hermanos, preferían ponerse de parte de su madre para dañarla, a pesar de todos los sacrificios que su hermana hacía por ellos. Cada uno se duchó en su habitación y más tarde se encontraron en la habitación de Ana Sofía, él había llevado varias bolsas de snacks, chips de maíz Fritos, Cheetos, Doritos, Tostitos, papas fritas, encendieron la televisión y comenzaron a ver una película, mientras tanto Alejandro metía sus pequeñas manos en los empaques y se los metía en la boca, no obstante, era más lo que tiraba en la cama a lo que comía, por lo cual en poco tiempo la cama era un desastre a pesar de los intentos de Benjamín por reprender
A Barton le parecían mentiras las palabras pronunciadas por su hijo, se apretó el puente de la nariz, tratando de contar hasta diez para calmarse, sin embargo, ya llevaba más de veinte y el enojo no había mermado ni un solo ápice.—Voy a terminar creyendo que estás loco, que seguramente te nos caíste a tu mamá y a mí de la cama cuando estabas chiquito y sufriste de alguna contusión que ahora no te deja pensar bien —espetó molesto— ¿Cómo se te ocurre pedirme dinero para salvar a los Celedón, cuando soy yo mismo quien he provocado su ruina? —Benjamín lo observó con molestia—. No me mires así, fui yo quien ordenó cancelar los últimos contratos que tenían con nosotros, los que manejaba esa mujer.—¿Qué hiciste qué? —interrogó Benjamín con una mezcla de incredulidad y enojo.—Lo que oíste, yo los cancelé, porque por mí esa gente no obtendrá ningún beneficio de mí, y si es para eso que vas a pedir descongelar tus bienes estás equivocado, solo de dos maneras lo podremos hacer que cumplas con
Ana Sofía se quedó mirándolo con los ojos entrecerrados, mientras pensaba en sus palabras, y en lo sucedido con BGrey.—Bueno… —titubeó para responder—. Solo BGrey y fue un abusivo, no me cae bien… probablemente si acepto pueda verlo el sábado, su padre me invitó pasado mañana a un almuerzo, aunque no quiere que te invite a ti, aunque si puedo llevar al bebé.—¿Quieres ir? —interrogó observando su reacción.—Si no tienes problemas iré —dijo levantando su barbilla.—Entonces anda, no te pondré ninguna objeción, debo hacer ese día varias cosas.Su respuesta confundió a Ana Sofía, porque ella, estando en su lugar, no dejaría que su pareja fuera a casa del padre de la persona que la besó y eso hizo fortalecer una idea que se estaba formando.—Cuando te hablé de tu admirador, no hablaba de BGrey, se me olvidó él, sino de NPresley, está obsesionado contigo y prohibió a todos que te ayudaran para que terminaras pidiéndole ayuda a él. ¿Ahora qué tienes que decir a eso? —inquirió viéndola.—Tú
La sorpresa reflejada en los presentes era tanto que hasta resultaba cómica, por varios minutos que parecieron eternos ninguno dijo nada, entretanto Benjamín los miraba por primera vez con una expresión de suficiencia en su rostro; en el caso de Ana Sofía se cubrió la boca mientras las lágrimas empezaron a correr por su rostro y en un susurro dirigido solo a él pronunció en una sola palabra «Gracias», eso fue suficiente para Benjamín, que sintió la calidez en su corazón por el afecto y la consideración que le demostraba su esposa, porque después de todo ella era lo único que importaba y la razón por la cual hacía todo eso y a pesar de que en circunstancias normales, hace mucho tiempo que hubiese arruinado a los Celedón y dado su merecido, si aún los mantenía protegidos era por el amor que le tenía a su esposa y nunca haría nada que la afectara o la hiciera sufrir, porque al parecer a pesar de lo desgraciados y mala gente que era su familia, ella los amaba y seguía protegiéndolos, aun
Cuando Genaro escuchó las palabras de su hija, su rostro palideció, fijó su mirada en ella y vio una determinación nunca antes vista y eso lo preocupó.—Ana Sofía, no puedes renunciar… no puedes dejarme solo en este momento —señaló con un suspiro tratando de decir las palabras adecuadas para convencer a su hija de que no dejara la empresa y sobre todo que no lo dejara solo, porque se sentía que no sería capaz de sobrevivir sin ella.Estaba claro de lo valiosa que era la joven, la empresa había tenido un repunte desde que ella comenzó a trabajar allí, pues tenía una capacidad nata para el trabajo, y esa inyección de dinero era la oportunidad para volver a florecer y convertirse en una de las más importante de la región, pero si no estaba Ana Sofía a cargo, no creía que pudiera lograrse, no confiaba en sus hijos.—Lo siento padre, mi decisión es firme e irrevocable —manifestó con seriedad, su rostro parecía tallado en granito, no tenía ninguna expresión y eso era extraño en la joven.Cu
—Benjamín, no puedes sacar a Ana Sofía de su casa… no estoy de acuerdo, mi hija debe estar con su familia y… —no continuó hablando porque Benjamín lo interrumpió.—¿Familia? Llamas familia a ese nido de víboras que tienes por mujer e hijos y sin contar a las dos nueras que tenías hasta ahora. Durante todo este tiempo acepté todas tus propuestas y órdenes para este matrimonio, me acoplé como quien dice a su voluntad y hasta me convertí en el yerno marioneta, pero ya me cansé, no quiero seguir siendo alguien que no soy —enfatizó Benjamín tuteando por primera vez a su suegro.Las palabras de Benjamín sorprendieron a todos, quienes miraron diferente su actitud y otra vez sintieron la duda sobre el origen del hombre, porque esa postura y la forma en que hablaba eran de autoridad, se observaron unos a otros con confusión, pensando de nuevo que había algo más en Benjamín.—Todas las familias tienen sus altibajos, siempre hay problemas, discusiones —justificó Genaro.—Es cierto, de pronto pued