༻ ABRAU DURSO ༺—¿Moscú? —al escuchar las palabras de Tania, Dmitry se detiene en seco y se gira hacia la mujer mayor—. ¿Pasó algo?—Nada —es la rápida respuesta de la mujer—. La señora solo dijo que estaría fuera algunos días, pero confía en que usted puede controlar la hacienda y el pago de los nuevos ejemplares.Dmitry se queda en silencio por un momento y al final solamente termina asintiendo mientras cambia de dirección y elige ir al redondel, pero antes de hacerlo, levanta la mano y la extiende hacia Tania y le ofrece el pastel de manzana que traía con él.—¿Señor? — pregunta, mientras toma la bolsa que contiene el pastel.—Layeska la compró para Inna, es absurdo dejar que se pierda.Y tras esas palabras termina de encaminarse hacia el patio trasero.Por su parte, Tania de le queda viendo mientras Dimitri se aleja, en su rostro se dibuja una sonrisa en el momento que se fía en la bolsa en sus manos y solamente camina hacia la cocina, tal vez si lo refrigera a tiempo aquella reban
Aun cuando en el lugar no hay nadie más que él, Grigori se mueven a lo largo del apartamento de una manera casi silenciosa, como si temiera ser descubierto. Su mirada observando cada rincón con detalle, no queriendo dejar pasar absolutamente nada.Aunque le moleste aceptarlo, su conciencia no deja de reprocharle su comportamiento, el husmear en los asuntos de Arman, mucho más después de que la noche anterior, le asegurara a este que su acercamiento no tenía dobles intenciones. Pero la realidad es más compleja de lo que él quisiera admitir. No tiene problemas en aceptar que toda esta situación es ventajosa para él, ya que le permitió volver a acercarse al abogado después de tanto tiempo, pero también sabe que tiene una obligación con Dmitry que debe cumplir y que, aunque él lo quisiera, no puede dejar de lado sus responsabilidades.Con ese pensamiento en busca si vencer a su conciencia, y una vez más comienza a revisar con aun mayor meticulosidad cada carpeta, cajón y estante que se cru
Aunque ya se encuentran cerca del mediodía el del cambio de estación se hace notar en cada uno de los pasos que da para cruzar el jardín y poder llegar hasta el vivero donde se encuentra su madre.Al llegar hasta que el pequeño lugar ubicado en un rincón apartado del jardín, toma el pomo de la puerta y lo abre con sumo cuidado mientras ingresa en el lugar. La luz del sol se cuela a través del techo de cristal del vivero, iluminando las rosas que se extienden en líneas perfectas a lo largo de tres largas hileras, como un océano de colores follaje de un verde vivo moteado con el hermoso color rojo de las rosas en flor.Inna camina con pasos lentos y cautelosos, escuchando el leve crujir de la grava bajo sus zapatos mientras entra en el espacio cerrando la puerta tras de ella. El aroma floral, dulce y penetrante, la golpea de inmediato, trayéndole recuerdos de su infancia, de esos días despreocupados en los que su madre la sentaba sobre la mesa de trabajo y le enseñaba a podar los rosales
Sentado detrás de su escritorio, Dmitry se mantiene con su ceño ligeramente fruncido. Desde qué sostuvo aquel breve intercambio de palabras con Grigori durante la mañana, el pelinegro ha estado sintiendo como su día se ha tornado en uno verdaderamente pesado.Después de lo ocurrido el día anterior al enterarse que uno de sus hombres había elegido delatarlo y trabajar para Nikolay, se había hecho la idea de cuidar a Inna de cualquier intriga que estuviera formando El bastardo de su medio hermano, pero ahora no sabe realmente si debe cuidarla o preocuparse de lo que es realmente capaz de hacer ella.Si bien el mejor que nadie sabe que muchas veces las personas no enseñan todo de sí, es más que claro que Inna es de ese tipo que es más lo que oculta que lo que dice, lo cual no sería un problema de no ser porque lo que está ocultando es algo relacionado con ese cierre que necesita darle su vida y en la memoria de la mujer que amó.Su cabeza se encuentra ideando tantos planes como puede para
El auto permanece en silencio mientras sigue estacionado a la salida del hospital. Arman mantiene las manos sobre el volante, más por tenerlas en algún lugar que por otra cosa. Aunque él se mantiene en silencio, en su rostro se deja ver la preocupación que siente por Inna.Ella está sentada en el asiento del copiloto, mirando por la ventana con la mirada perdida. Aunque parece tranquila por fuera, Arman sabe que dentro de ella se libra una guerra que no hace sino destruirla aún más.Han estado sentados en el auto desde que salieron del hospital hace veinte minutos. Y es que, tras su conversación con Vera, Inna no ha dicho ni una sola palabra, y él ha respetado ese silencio, dándole el espacio que ella claramente necesita.Por su parte, Inna hace uso de todo lo que tiene para poder controlar su respiración, esforzándose por mantener las emociones bajo control y no explotar en la desesperación que le envuelve. Y es que, el volver a ver a su madre después de un mes y verla un poco mejor,
Dmitry camina con paso presuroso y por momentos el eco de estos se extiende por el amplio y vacío pasillo del piso superior. Sabe que no tiene mucho tiempo para buscar lo que desea, pues no sabe cuánto tiempo en realidad Tania y Layeska estén ocupadas en el huerto, razón por la cual se apresura en ir hasta la habitación de Inna. De no ser por el ocasional crujido de la madera bajo sus pies, la casa estaría asumida en un silencio profundo y casi sepulcral, y es que dentro de la casa solamente hacen vida Inna, Tania y él durante sus horas de trabajo, además de Layeska los días que va de visita después de la escuela, de resto ninguno de los trabajadores entra en la casona más allá de la cocina. que recibí el mensaje de gregory la idea de buscar alguna respuesta dentro de la casa se estableció en su cabeza, pero nunca esperó que fuese a tener tan rápido una oportunidad para poder buscar aquello que cree pueda responder sus dudas. Pero dentro de él también sabe de que si no tiene cuidad
Para el momento que el auto se detiene frente a la prisión, y Arman Apaga el motor del mismo, el silencio que se mantiene dentro del pequeño espacio solo es una capa más para el aura incómoda que existe entre el y la pelinegra.Arman permanece con ambas manos en el volante, más por tener un lugar en donde colocarlas que porque este pronto a iniciar un nuevo viaje, por un momento, ladea levemente su rostro y con el rabillo del ojo observa a Inna. Ella se mantiene en todo momento en silencio y su mirada se encuentra fija en la entrada imponente del lugar, sus labios apretados en una delgada línea que apenas puede contener las emociones que se agolpan en su interior. La prisión se muestra ante ella imponente, con las rejas que la rodean, con sus muros que ocultan un mundo gris y cruel, se muestra desalmada, justo como un monstruo que finge estar dormido mientras la observa con ojos invisibles, a la espera de un pequeño descuido de su parte para así atraparla dentro de sus fauces.Arma
Al llegar a su oficina, Dmitry entra en la habitación y entender a la puerta detrás de él, Caminando hasta el escritorio, abre uno de los cajones superiores y tras levantar una de las carpetas donde guarda el registro de gastos de la hacienda, coloca allí la carpeta que sacó de la habitación de Inna y se asegura de que quede oculta entre aquellos documentos.Tomando asiento, se dispone a seguir revisando la documentación relacionada el pago de los nuevos ejemplares, tal vez se usaba eso para distraerse el tiempo de espera antes de volver a casa se le haría más corto. Pero antes de que pueda hacer aquello, escucha un toque suave sobre la puerta y en girarse ve a Tania de pie en el umbral de la oficina—Señor Dmitry, el almuerzo está listo —anuncia sin moverse de aquel lugar y usando un tono de voz bastante calmado y que por primera vez no tiene un deje de nerviosismo por estar sola con él.Fijando su mirada en ella, Dmitry le dedica un ligero esbozo de sonrisa mientras cierra la gaveta.