—Olegda, tengo una confesión—, respiró hondo y continuó. —Estoy enamorado de ti—.

Olegda lo miró con expresión sorprendida. Ella estaba totalmente sin palabras. ¿Cuando? ¿Cómo? ¡Oh sí! ¡Esto es una broma! ¡Sí, definitivamente una broma! Ella dijo.

—Oh, Ethan, por favor para. No es gracioso—. Ella se rió tratando de aliviar la tensión en la atmósfera.

—Olegda, no estoy bromeando. Tengo sentimientos por ti desde el primer día que nos conocimos en el supermercado hace años—.

Hizo una pausa por un momento, para tratar de ver alguna reacción en su rostro. Ella estaba congelada en su asiento. —Olegda por favor di algo—.

Olegda se quedó tan sin palabras que lo único que pudo hacer fue mirarlo con la boca abierta ¿Hace años que? ¿Este chico experimentó el amor a primera vista o qué? Pensó.

Se aclaró la garganta y dijo en voz baja: —Ethan, aprecio el hecho de que me ames, pero lamento no haberlo hecho—. No puedo corresponder a los sentimientos que tienes por mí.— Ethan era un hombre muy atrac