Alexa, observó la botella frente a ella, sentada en la mesa de su sala, contemplaba a la botella de licor que ya no contenía más de un vaso, la músico sonaba alta y estridente en aquel lugar, mientras las lágrimas limpiaban sus mejillas.Que costumbre tan tenaz del ser humano colocar sal en la herida, sabía que escuchar música y beber no haría más que intensificar su dolor, aún así, no podía dejar de hacerlo. De hecho, lo hacía diariamente, como colocando limón constantemente en aquella herida abierta, impidiéndole curar.Era infeliz.Infeliz como nunca antes. Se sentía más sola que nunca, hundida en una miseria y una depresión de la que no sabía si sería capaz salir, aquel estado se parecía mucho al que había caído cuando el médico le había anunciado que gracias a problemas en su matriz, jamás podría concebir.Aquello la había devastado emocionalmente, porque sabía que Bruno lo que más deseaba era un hijo, no había podido disfrutar muy bien del nacimiento y crecimiento de Luciana, po
Aquellos dos meses de matrimonio habían sido los mejores de toda su vida, estaba viviendo la vida que siempre había soñado, con un esposo amable, atento y cariñoso que la amaba y la hacía sentir tan única y tan especial, una hija dulce y buena, los tres conformaban un equipo maravilloso.Lo único que lamentaba era que no habían podido librarse realmente de Alexa, quién había llegado hasta la casa en un par de ocasiones, y hasta el taller de Román , también había ido, sus visitas terminaban siempre igual; gritos, insultos, amenazas y mucho odio.Había llegado maldiciendo de que nadie le había avisado la fecha de la boda, y por estar desinformada no había podido impedirla. No sabían qué hacer para mantener al margen a esa mujer.Luciana, Bruno y Emely, llevaban un par de días en el primer piso con Liliana, ya que Emely, había propuesto unas pequeñas modificaciones en la casa para cambiar de ambiente y energías, como siempre Bruno la había complacido asegurando que podría hacer todos los
—Lo siento— dijo Mateo, desviando la mirada.—Basta con solo ver cómo la miras para darse cuenta de que aún tienes sentimientos por ella— Denisse, parecía decepcionada— en ocasiones pienso que fue un error quedarme a tu lado— le dijo sincera— es evidente para todos, Mateo, tienes sentimientos por ella, y sentimientos muy fuertes, no me merezco esto, Mateo, quizás lo mejor hubiese sido terminar lo nuestro y que intentaras recuperarla.—Emely, jamás me hubiese perdonado lo que hice. De verdad lo siento, mi amor— la abrazó lleno de culpa— no puedo evitar tener sentimientos hacia ella, la quise demasiado, y es como si la historia hubiese quedado inconclusa, sin cerrar el ciclo. Lo siento amor, lo siento mucho.—La quisiste mucho, y aún así le fuiste infiel, la abandonaste, la lastimaste. Sé que la quieres, tus ojos lo dicen y tú hermano también lo nota y es claro, y obvio que no le gusta, es su mujer , yo lo noto Mateo, y me hace daño, no quiero esto en nuestra relación y debes comprender
Emely, despertó muy temprano, tenía el cuerpo maravillosamente dolorido. Sonrió al ver a Bruno, profundamente dormido a su lado. Había sido una noche increíble y placentera. Se levantó y se colocó su pijama, con cuidado fue al cuarto de baño, y lavó su cara, sus dientes y se peinó, necesitaba una ducha, pero debía ocuparse primero de la comida de su amado esposo. Observó su imagen en el espejo, sus labios estaban inflamados y tenía cara de haber dormido poco, y aún así tenía una sonrisa enorme en su rostro.Con cuidado salió de la habitación y fue a la cocina. Se dedicó a prepararle un almuerzo delicioso, y lo empacó ya que aquel día sería ajetreado por algunos eventos en el restaurante, tenían tres reservaciones importantes y lo más probable es que no pudiese salir a la hora del almuerzo para llevarle de comer, por ese motivo se sentía más tranquila empacándole su comida y asegurándose de que estaría bien alimentado. Para el desayuno, preparó omelette con tocino, jamón y queso, unos
Alexa, no paraba de pensar y maquinar en qué podía hacer para eliminar de sus vidas a Emely Simmons. Debía hacer algo para recuperar su felicidad y su dicha, desde que había vuelto a vivir sola, la miseria, el dolor, el odio, y sobre todo el alcohol eran sus fieles compañeros.Estaba dispuesta a todo.Cualquier cosa.Lo que fuese con tal que sirviera para recuperar a Bruno y había tomado la firme determinación de que si para ser feliz, Emely debía morir, ella felizmente le robaría su último suspiro.*****************************************************************************Dos días más tarde, Emely llegó agotada del restaurante, el día había sido en extremo extenuante, lleno de varios eventos y comensales complicados, Liliana no estaba en casa, y solo encontró a Denisse y Mateo, al parecer habían tenido inconvenientes donde vivían y le pidieron a Liliana que los apoyará permitiéndoles vivir allí un par de semanas, así que por lo tanto después de saludar amablemente, subió al segund
Mateo, estaba junto a Denisse, en la habitación viéndo una película, escuchó a lo lejos gritos, gritos que parecían llamarle.Se movió saliendo de la cama.—¿Escuchaste eso?— le preguntó preocupado a Denisse.—¿Qué cosa?— Denisse respondió, sentándose en la cama.—Es como si. . . me llamaran. — dijo y salió apresuradamente de la habitación hacía la entrada, escuchó gritos y lamentos, corrió a abrir la puerta y justo llegó cuando alguien comenzaba a llamar con desesperación.Abrió la puerta y se paralizó de miedo—¡Ayúdame tío, te lo ruego ayúdame!— le pedía su sobrina con las mejillas bañadas en lágrimas.—¿Qué sucede, Luciana?— la miró, a su camisa y rostro, teñidas de sangre— ¿Te has cortado?, ¿Qué pasa?—Emely, se está muriendo— sollozó— ayúdame tío, te lo ruego, no sé qué hacer. — Mateo, no esperó más, salió de la casa corriendo escaleras arriba, la puerta estaba abierta, entró para encontrar un cuchillo en el suelo, y Emely con su camisa teñida de un fuerte color carmesí.—¿QUÉ
Después de estar junto a ella por largo rato, entró la enfermera informando que le suministraría un medicamento, al salir nuevamente a la sala de espera se topo con Liliana, quién lloraba abrazando a Luciana, mientras Román parecía cabizbajo y triste, Mateo, estaban también Camille, Elena y el padre de Emely. También estaban Lisbeth y Manuel, la mejor amiga de Emely, parecía bastante afectada, lloraba desconsoladamente aferrada a su marido.Todos quisieron saber cómo se encontraba ella.—Su apariencia es bastante frágil— dijo intentando mantenerse tranquilo— ha perdido mucha sangre, pero afortunadamente ya le están haciendo transfusiones, la operación fue buena, sólo toca esperar, que reciba bien la transfusión.—Alexa debe rogar nunca encontrarse conmigo— dijo Lisbeth, llorando — le arrancaré todo el cabello, desgraciada infeliz, ¿Cómo pudo hacerle esto?—¡Mi pobre hija!— Elena, se abrazó a su esposo.—Mi amiga saldrá de esto — aseguró Lisbeth — ella lo superará, ella lo superará.—E
Dos días más tarde, Alexa estaba en manos de la Policía, la satisfacción recorrió a Bruno al saber que su locura, no quedaría impune. Con Alexa, tras las rejas, podía tener tranquilidad para su esposa y sus hijos.Emely, iba mejorando muy bien, su cuerpo había aceptado la transfusión, y a pesar del dolor y la incomodidad para moverse y respirar, el médico aseguraba que todo avanzaba favorablemente.Semana y media más tarde, Emely fue dada de alta, regresar a la casa era una tranquilidad enorme, ahora debía asegurarse de terminar de recuperarse. Luciana, lloró de alegría cuando al fin pudieron estar nuevamente juntos. Bruno junto a Liliana, Elena y Camille, estaban muy dedicados al cuidado de Emely, quién además de convaleciente, disfrutaba de las atenciones que le daban por su embarazo, aunque se sentía aún bastante débil, y aún le dolía un poco cuando se movía con brusquedad, pero estaba feliz de volver a casa y satisfecha de saber que Alexa, no aparecería nuevamente en la puerta par