El mafioso pedía perdón a su mujer con sinceridad, al gemelo Castrioli, no le gustaban las mentiras, ni andarse por las ramas, cuidaría de su esposa religiosamente siempre Todos en la sala estaban a la expectativa de lo que Eleanor respondiera, ella tenía el destino de todos en su última palabra — No lo sé, Nathan, creo que necesito de tiempo para que nuestra relación sane y vuelva a haber confianza entre nosotros, más sin embargo, no quiero seguir viendo como Eleazar sufre por nuestra culpa, regresaremos contigo a Grecia, hablaremos con él y le haremos sentir que sigue teniendo una familia y que siempre la va a tener, además viene otro bebé, él merece un hogar, espero que podamos dárselo aunque por ahora no estemos bien— ¿De verdad? ¡carajo, no te vas a arrepentir, seré el mejor esposo que cualquier mujer de mafioso pudiera tener, lo prometo! ¿escuchaste, papá? Eleanor me dará otra oportunidad, iré a hablar con Eleazar, ese niño es un pequeño demonio — Nathan dejó un suave beso en
Por la noche, a la hora de despedirse de Nathanael y Vanessa, Nathan dió un fuerte abrazo a su padre, le agradecía por haberle ayudado con Eleanor y con Eleazar, ellos eran su vida entera, Eleanor segui sería con Ely, pero confiaba que con el paso del tiempo ellos s volverían a ser la pareja feliz que habían sido hasta ahora Durante el vuelo, el mafioso procuraba a su familia— Querida, ¿te apetece algo? ¿tienes algún antojo? antes de salir de casa de mis padres ordené que subieran algunos aperitivos, ¿quieres ir a ver qué hay?— !Si, si queremos ir a echar un vistazo! ¿trajiste golosinas, papá? yo quiero comer unas cuántas, vamos mamá, tenemos que ir — el niño respondió por la madre, estaba ansioso por ver qué había en el avión para comer— Ahh... vamos pues, comeremos pero con moderación, Eleazar, no queremos que después te duela la pancitaEn la parte a la que fueron, había de todo un poco, fresas, chocolates, quesos, jamón cerrando, uvas, dulces, Eleanor eligió unas fresas y ques
Los días pasaron, Nathan no había día que no hiciera mérito para ganarse el perdón de Eleanor, ella había comenzado con los achaques del embarazo, los vómitos eran frecuentes, algunas veces él era quien le acariciaba la espalda, otras veces era el pequeño Eleazar— Mamá, no te vuelvas a embarazar, ese bebé parece que te está atacando desde adentro, comes lo que él quiere y todavía te hace que lo vomites, vamos a qué te recuestes, papá dice que tienes que descansar mucho — el niño era considerado con su madre, no le gustaba ver qué se ponía malEsa tarde el pequeño Eleazar esperó a su padre que llegara del trabajo, quería hablar con él, Nathan llegó por fin con portafolio en mano, al hombre le extrañó ver a su hijo de pie en el marco de la puerta— ¿Sucede algo, Eleazar?— Papá, quiero que me digas exactamente como se embarazó, mamá, quien la obligó a llevar a ese bebé en su barriga, nadie va a querer estar así de mal, con náuseas y dolor de cabeza, ¡tienes que investigar quién fue y c
Al día siguiente, el CEO se marchó a la oficina desde muy temprano, cuando Romina se levantó vió que la cama estaba vacía, ella fue a preparar a los niños para ir a la escuela— Mamá, el pequeño Eleazar ya regresó a la escuela, el niño Eliot ya no lo molesta, no le quita más su lunch — Daniela le contaba a su madre que su amiguito había vuelto— Me alegró que el hijo del matrimonio Castrioli, este de vuelta en clases— ¿Mamá, sigues guardando ese secreto que dijiste a papá? el que nos contaste a mi y a Daniela — Darriel preguntaba, ya habían pasado los días, quizás su madre ya le había contado a su padre— Si, todavía lo guardo, pero en poco tiempo se los contaré, se van a quedar sorprendidos, ahora apresurense el camión ya los está esperando, ya sus loncheras están listas — Romina estaba lejos de imaginar que la sorprendida sería ellaUna de las mucamas les entregó a cada uno una linda lonchera, la de Darriel azul con súper héroes y la de Daniela, rosa con princesasLas clases de la
La mirada de Romina mostraba confusión y sopresa, ese profesor ruso que al final de cuántas no era maestro, le estaba haciendo proposiciones muy locas, ella no iría con él a ninguna parteYa había recibido una propuesta loca de su marido, pero esta por lo menos tenía sentido, y gracias a eso había encontrado a su adorado Darriel, de quién ni siquiera sabía de su existencia— Profesor, ya te he dicho que estoy casada y que también soy madre, no puedo, ni quiero tener una relación contigo, mucho menos irme a otro país — Romina, soy un hombre muy poderoso, más rico de lo que puedas imaginar, puedo darte una vida digna de una reina, a tus hijos lo mejor de lo mejor, ese hombre que es tu esposo, no creo que pueda compararse conmigo, déjalo y ven conmigo— Ni aunque tuvieras todo el dinero del mundo me iría, no te conozco lo suficientemente siquiera, además yo... soy feliz en dónde estoy, lo que tengo con el padre de mis hijos nadie puede dármelo— ¿Qué es? !¿qué puede darte el padre de tu
Lenin no estaba para nada de acuerdo con la decisión de Borjad, para él era como meterse entre las patas de los caballos, arriesgar la vida innecesariamente, ya bastante tenían con los enemigos fijos que siempre querían arrebatarles el negocio millonario que operabanEn el camino a casa, mientras estaban en el auto, el ambiente estaba tenso, el CEO conducía mientras que su rostro estaba inexpresivo y frío, Romina estaba recargada en la ventanilla, ella todavía estaba impresionada por lo que había pasado, el profesor de ruso resultó que era falso, después le dijo que le gustaba y que se fuera con él a Rusia, todo eso que además su esposo había presenciadoAl llegar a la mansión, Nathaniel bajó del coche, Romina hizo lo mismo, ella solo escuchó decir— ¡Sígueme al despacho, y no te atrevas a protestar! — el hombre siguió sobre tus pasos, Romina quiso protestar pero lo mejor era seguirlo en silencio, apenas entraron, al amplio lugar, el hombre explotó— ¡¿Qué demonios estabas haciendo en
Romina se quedó por un momento tratando de asimilar las palabras del CEO, creyó haber escuchado mal, sí, eso debió haber sido, ella no podía haberse encontrado en una prestigiosa escuela de idiomas, a un miembro de la mafia rusa, famosa por ser extremadamente cruel— ¿Qué... qué dijiste? vuelve a repetirlo, creo que he escuchado mal... no puede ser cierto lo que me acabas de decir, dime qué lo dices solo para asustarme y que me aleje de él— ¿Osea que pensabas seguir interactuando con él? ¡tú me estás jodiendo, Romina! ¿qué tipo de marido creés que soy? ¿creés que te lo voy a permitir? — el hombre volvió a exaltarse— ¡No... por supuesto que no, pero... él fue tan amable... dijo que le gustaba y que podía pedirle lo que fuera y me lo daría, me ofreció vivir como una reina, a mi y a mis hijos... y resulta que es... un mafioso!— ¿Te impresiona su propuesta, mujer? ¿acaso no vives como una reina a mi lado? ¿acaso nuestros hijos no tienen todo lo que puedan desear? ¡aunque me ha faltado
Romina fue a su habitación a lavarse el rostro y retocar su maquillaje, mientras lo hacía no dejaba de pensar en todos los días que estuvo cerca de ese peligroso mafioso pensando que era un simple profesor, más ahora que ponía más atención se daba cuenta que el porte y el aura de Borjad, lo menos que tenían era simpleza — ¡Fuí muy estúpida y confiada, ese hombre pudo haberme hecho daño, pudo haberme separado de mis hijos y no me di cuenta! ahh... cuando voy a aprender Más tarde los niños llegaron, Romina todavía se sorbía la nariz de vez en cuando, obsevar a sus hijos a los que amaba tanto y pensar siquiera en que la separaran de su lado, era inconcebible para ella— Mamá, ¿lloraste? ¿qué te pasó? puedes contarme, soy tu hijo, ¿te duele algo? ¿quieres que papá te lleve al médico? papá, ¿por qué mamá, estuvo llorando? — el niño de inmediato fijó su mirada con el ceño fruncido hacía su padre esperando la respuesta— Oh, no, es alergia, no es nada, Darriel, vayan a lavarse las manos pa