El mafioso tuvo que contenerse y no estallar ante las palabras del mellizo, lo había ofendido de muchas formas, más no podía perder la calma, de hacerlo, un niño de cuatro años lo habría vencido El juego de ajedrez iba muy cerrado, todavía no estaba claro quien sería el ganador— ¿No puede un hombre luchar por lo que quiere? ¿no puedo luchar por el amor de una mujer? ¿eso en qué me hace menos honorable? — preguntó el mafioso— El que esa mujer tiene una familia y tú los estás intentando separar, los enamorados deben estar enamorados los dos, no solamente uno— Romina no se casó con tu padre enamorada de él, ella se merece ser feliz, que el hombre con el que comparte su vida la amé y ella lo ame a él, que viva para hacerla feliz— Mamá no estaba enamorada de papá el día de la boda, pero él se ha encargado de que lo quiera, es imposible que mi madre no se enamore de mi padre, él es tan elegante, apuesto, además le da muchos besos para volverla adicta a él, papá mismo me lo dijo un día
Romina, al escuchar la voz de su pequeño tesoro, por un momento creyó que las piernas no la sostendrían, de inmediato sus bellos ojos se humedecieron, La madre había extrañado tanto esa vocecita, deseaba poder abrazar a Darriel, más que anada en el mundo en ese momento, ella encaminó sus pasos hacia la habitación conyugal — Hola, cariño, !¿estás bien?! ¿dile a mamá si te encuentras bien, mi cielo? — Romina entró al cuarto, los hombres la escucharon y se pusieron alertas, el Hades quería saltar de la cama, la madre puso el altavoz— Estoy bien, mamá, nos dan de comer tres veces al día, no nos han torturado todavía, Daniela a veces llora por qué los extraña, y... pues el ruso sigue insistente en que lo vas a amar, aunque ya le he dicho que no va a ser así — Darriel, es papá, ten un poco más de paciencia, los voy a encontrar y los traeré a casa, tienes que ser valiente y cuidar de tu hermana— Diamantis, si quieres volver a ver a tus mellizos, entrégame a Romina, ustedes no tienen un
En la mansión Castrioli, el Boss se aseguraba que sus nietos comieran mucho pollito y verduras, estaban todos en el comedor, los niños querían hamburguesa o pizza, pero el abuelo no los iba a dejar hacer lo que se les viniera en gana— Abuela, podemos cenar en la noche una rica pizza — El pequeño Nathanael estaba tratando de convencer a su amorosa abuela— Nathanael, ¿te tengo que recordar lo que le hicieron a los conejos? — Ah, eso, abuelo, solo los pusimos más lindos, no se murieron, ¿cierto? estás siendo exagerado, ¿no se te antoja una gran rebanada de pizza con mucho queso derretido? mmm...— No, no se me antoja, el pollo y las verduras están bien— Cariño, los conejos están bien, ¿qué tal si pedimos una rica pizza para cenar?— Estoy a dieta, cenaremos ligero, este par de diablillos no se van a salir con la suya, como dije no habrá pizza ni Kentucky, dejen de tratar de persuadir a su abuela, ¡si siguen les quitó el postre!— Mmmm... abuela, que delicioso está el caldito de pollo
El mafioso se quedó pensando en todas las caricias que le dió a esa mujer, de todos los besos que le robó esa noche, en como ella le clavó las uñas, y gimió de placer— Oye, ¿a dónde te fuiste? — Daniela llamaba al hombre que parecía ido— Eh, sí, si la conozco, nos hemos visto un par de veces, alguna vez estuvimos muy cercanos, Pero después tomamos un camino diferente — Oh, ella es una buena chica, papá dice que es de las buenas, que suerte la de Ray, ¿no lo creés? se va a llevar a una buena chica cuando se case con Dylan— Eso todavía no lo podemos saber, ¿qué tal si encuentra a otro hombre y se enamora de él, puede que eso cambie la historia, el amor se puede encontrar en dónde menos te imaginas — Pues tendría que ser un hombre muy rudo y amoroso a la vez, que le quite el mal humor a besos— Eso es un poco difícil, nena, no hay muchos hombres así, o son todos unos brutos o demasiado blandos, mejor vamos por la merienda, tu mellizo todavía se va a tardar un poco en esa partida de
Los hermanos Castrioli que tenían en sus manos el imperio de la mafia americana y de una muy buena parte de Rusia, ya estaban actuando, no iban a seguir teniendo paciencia con Borjad, o daba la cara y regresaba a los mellizos, o le iban a hacer pedazos el negocioLenin por su parte ya no podía seguir permitiendo que su amigo se auto destruyera, el negocio se le vendría abajo y lo terminarían matando, no quería ese final para quien lo había ayudado tanto, solo esperaría su respuesta y se pondría manos a la obra, esperaba no tener que hacer lo que ya le había pasado por la menteEn la madrugada de esa noche, Aleksey llamó a sus cuñados y los enlazó— ¿Qué pasa, Aleksey? es de madrugada, el horario de oficina ya expiró— Nathan, me informaron que al ruso Borjad Strovoshky, le robaron un fuerte cargamento de mercancía, ¿fueron ustedes o dos, cierto? — Por supuesto que fuimos nosotros, quien más tendría la astucia y los medios para hacerlo, ese hijo de puta tiene a los hijos de nuestro so
Los gemelos Castrioli fueron llamados a la mansión Diamantis, ellos salieron de la oficina para dirigirse allá, no les gustaba para nada la urgencia de su presencia porque eso significaba malas noticias— Nathaniel, vinimos apenas nos llamaste, ¿qué sucede? ¿hay algo que no sepamos? — los dos entrajados mafiosos se quitaron las gafas de marca que portaban para hacer contacto visual con su socio y amigo— Darriel llamó, al parecer ese imbécil lo está haciendo jugar ajedrez con él y así ganarse una llamada con Romina o conmigo, está vez la llamada fue para mí, el ruso le pidió a mi mellizo darme un recado, quiere que le regresen la mercancía que le quitamos y que lo dejemos en paz, en los negocios o de lo contrario cambiará la forma de tratarlos, les van a quitar las comidas, y los van a maltratar físicamente— ¡Infeliz! eso quiere decir que no se va a rendir, va a continuar con todo esto aunque implique estar en guerra con todos, no sé decir si tiene muchos huevos o es demasiada su arr
Dylan se quedó casi en shock al escuchar la varonil voz del mano derecha ruso, eso era algo que jamás se habría esperado, con cuidado se puso de pie para cerrar la habitación con seguro, le interesaba mucho lo que tenía para decirle el hombre con el que se acostó aquella noche en ese exclusivo bar— Dylan, soy yo, tenemos que hablar— ¡Qué demonios, Lenin, secuestran a los niños Diamantis y me llamas para saludar! ¿a qué están jugando? ¡te advierto que sea lo que sea que traigan entre manos, no se van a salir con la suya, el Hades los va a aplastar, ustedes tienen sus días... qué digo días, sus horas contadas!— Precisamente por eso te estoy llamando, todo esto del secuestro y de la obsesión que Borjad tiene con la señora Diamantis, no me gusta para nada, se muy bien que estamos en la mira de todos, y que lo que sigue en qué nos cazen como perros, y es precisamente lo que quiero evitar, además los niños me caen bien, bueno, el niño extraño no tanto, pero Daniela sí Por cierto ella me
Los mafiosos se quedaron un poco confundidos por la presencia de la bella pelirroja, incluso Emilio Hernández, dejó de teclear— Dylan, ¿por qué viniste hasta aquí? ¿mi esposa está bien? ¡Habla mujer! — pidió el CEO ante la mirada de los otros hombres, atenta a ella — Nathaniel, recibí una llamada para negociar la entrega de los mellizos, no quise que lo habláramos por teléfono, por eso vine aquí— ¿Quién? ¿quién te llamó? ¿cuál fue la propuesta? — Nathan preguntó intrigado— Fue el mano derecha de Borjad, su nombre es Lenín, él quiere hacer un trato contigo, quiere llegar a un acuerdo y tengo.... aproximadamente dieciocho minutos para que tomes una decisión, él va a llamarme y tendré que darle una respuesta— Carajo, ¿dime qué es lo que pide? veré si es factible— Quiere que dejes ir a Borjad vivo, que lo dejes regresar a Rusia a continuar con sus negocios y te olvides de él, a cambio me dará una dirección donde me entregará a los mellizos, el hombre dice que quiere que se haga rápi