La mirada verde mar del mafioso estaba puesta en su esposa, quería verla despertar, mirarlo, hablarle, ella era su fuerza y ahora que más la necesitaba ella estaba perdida en ese sueño del que no sabía si iba a despertar — Papá, mamá, va a volver, ella volverá a nosotros, no estés triste, allá afuera hay una guerra que debes ganar, no puedes dejar que esos lleguen a mis hermanos y a madre, eso sería el fin de la familia Diamantis — El niño como siempre se encontraba al lado de su padre, dándole su apoyo — Eso no va a pasar, voy a lograr vencerlos y saldremos de esta, deberías ir a la habitación con Daniela y los trillizos, ya es tarde y es hora de que duerman — En esa habitación no se puede dormir, los bebés lloran cada cinco minutos por qué tienen hambre, o están mojados, me quedaré aquí... en ese sofá — Darriel, señaló el sillón que estaba en la misma cuarto — Está bien, pero si te quedas quizás yo tampoco te deje dormir, estoy trabajando justo ahora — Adelante, de to
El presidente de Grecia, sabía que si algo le pasaba a los gemelos del Boss, en su país, era capaz de cumplir su amenaza de destrozar Grecia, piedra por piedra, Nathanael Castrioli, no era un hombre con el que se podía jugar, y si estaba pidiendo su intervención, eso mismo tendría — Ya me parecía sospechoso que tantos japoneses tatuados vinieran al mismo tiempo de turistas al país, creí que se trataba de una convención de tatuadores, pero me equivoqué, son los sanguinarios Yakuza, ahh... voy a colgar, enviaré al ejército, Boss, que don tienen tus gemelos de crear caos en dónde se paran Los Yakuza, habían venido a Grecia, más que preparados para los enfrentamientos, sabían que los gemelos Castrioli, eran un hueso duro de roer, pero eso no los intimidaba, ellos tenían la valentía que se necesitaba para hacerles frente Dos pares de ojos grises, miraban todo desde la ventana, ellos veían a sus padres organizar a los hombres y las armas que utilizan por turno, ambos traían una par
Romina, había sido blanco de la maldad de los mafiosos asiáticos más despiadados, su cuerpo estaba muy débil aún, pero el llanto de su bebé la trajo al presente — ¡Nathaniel...! ¿por qué llora el bebé? El mafioso se quedó mirándola a la corta distancia, su amada esposa había abierto los ojos, él pensó que la perdería cuando se desangró casi por completo, había anhelado que lo volviera a mirar, el fuerte hombre, dejó escapar un par de gruesas lágrimas, él se acercó con él bebé — Cariño, regresaste, estás aquí, mirándome, te eché de menos — No llores, no pienso irme y dejar a mis hijos sin su madre, confieso que me aterré cuando pensé que no sobreviviría, era tanta la sangre que salía de mi cuerpo, quise llamarte Pero las fuerzas se me fueron demasiado rápido — Me has dado el susto más grande de mi vida, quedarme viudo con cinco hijos es muy complicado, conseguir otra esposa que me acepte con ellos sería casi imposible — Mafioso sin sentimientos, ¿cómo puedes pensar en
el mafioso había tenido que darle una muy mala noticia a su esposa, pero prefería ser él mismo quien le dijera lo que había pasado con respecto a su afección, a que un desconocido lo hiciera aunque fuera un profesional de la salud, la veía llorar amargamente, era seguro que no se esperaba lo que le estaba explicando que le pasó, pero era necesario que lo supiera, ya que se trataba de su cuerpo — Nathaniel, ¿no había otra opción? ¿por qué permitiste que me dejaran sin nada? me han dejado vacía, no sé que signifique exactamente que te extirpen todo el órgano reproductor, pero no debe ser natural, debiste preguntar más al respecto — la mujer sollozaba en esa cama de hospital, no tenia idea de como su cuerpo reaccionaría de ahora en adelante, en verdad que le era bastante dificil — Cariño, no, no llores así, no va cambiar nada en ti, me estuve informando y salvo de algunos cambios hormonales que te regularán con medicamento, además ¿para que quieres el utero? - al Hades, por supuesto q
Nathan y Nathaniel, querían saber si los militares iban también por ellos, o si solo iban por los japoneses, era muy importante esa información porque no se podían dejar atrapar por ninguna policía del país que fuera, ellos, los Castrioli, morirían antes de ir a prisión, estaban ya viendo por que lugar salir a toda velocidad para no ser arrestados, no les gustaba para nada dejar a sus esposas e hijos, pero ellos no eran los del problema aquí, si no ellos, se sabía que eran buscados por la DEA, la Interpol, y otras instituciones policiacas internacionales — Entonces dinos, papá, el ejercito del país griego llegó y se llevo a los yakuza, es como si hubiesen venido a ayudarnos, pero nosotros no los llamamos, ni conocemos a alguien de alto mando o el presidente, como para que nos salvaran el trasero, ¿tú sabes algo? si no sabes nada habla ahora para comenzar a correr, a mi no me van a dejar encerrado en el país de los dioses del Olimpo — Nathan, preguntaba muy serio a su padre — Me
A la mafia japonesa le iba a costar recuperarse de todas las bajas que habían tenido, a la mala aprendieron que no era tan fácil como pensaban, deshacerse de esos astutos y peligrosos mafiosos Los mafiosos hablaban de lo sucedido con su jefe — Hades, una mafia atacó a los japoneses, los están matando y los que quedaron vivos están huyendo por su vida, no sabemos quienes son, pero nos han salvado el culo, te vamos a cortar la llamada e iremos a ver de quien se trata, no vamos a descuidar nada, quédate tranquilo — El mafioso ruso, ya había explicado lo que estaba pasando, definitivamente fue un gran alivio para todos ahí que ya todo terminara, tenían armas y mucho valor, pero definitivamente el no tener a la muerte casi encima de ti y sobre todo de los bebés del Hades, era por mucho muy relajante, ademas, Lenin, también quería conocer a su hijo, no podía morir en ese ataque El ruso y el griego, caminaban con arma cargada en mano por dónde hacía apenas unos momentos se encontrab
Los padres volvieron a las habitaciones, los gemelos Castrioli, en su mansión y el Hades a la habitación del hospital, Romina, estaba muy inquieta, no podía dormirse — ¿Qué pasa, cariño? ¿te sientes mal ¿si algo te duele demasiado podemos llamarle al médico él vendrá de inmediato — Nathaniel, me siento un poco extraña, quiero lidiar con esto por mi misma, pero me cuesta mucho, te necesito, necesito tu cariño, tenerte cerca — Aquí estoy para ti, siempre voy a estar para ti, sea lo que sea lo vamos a superar juntos, no estás sola en esto, además a mí no me importa mucho que no tengas eso para concebir hijos dentro de tí, a mí lo que me importa eres tú, tu amor, que seas feliz, no lo que te quitaron, además era para salvar tu vida, ni siquiera lo dude y dije que si, lo que sea por tal de que tuvieras la oportunidad de vivir — Ven aquí, ¿cómo haces para ser tan fuerte? ¿para cuidarnos a los niños y a mí, como nos cuidas? sabes, ya quiero irme a casa, quiero cargar a los bebés,
En la mansión de Nathaniel Castrioli, el gemelo guardó su celular para ir a su habitación, había dejado la orden de cuidar el lugar rigurosamente, nadie podía descuidarse de sus puestos, ya habían probado lo que era ser atacados por sorpresa y no les fué nada grato El hombre entró a la recámara, su mujer cargaba a la pequeña mientras que Nathanael apenas lo vió terminó con una video llamada con su primo y sus dos amigos, Darriel y Lucien Black — Nathaniel, ¿qué pasa? de pronto todo se calmó, ¿lograste detenerlos? — Angela tenía sus azules ojos húmedos, ella se sorbía la nariz — ¿Estás llorando? oh, cariño, ven aquí, siento mucho que hayas pasado por este momento tan desagradable, prometo que esos malditos van a pagar por cada lágrima que derramaste hoy — el mafioso abrazaba a su esposa a su pecho — Tuve tanto miedo de que le hicieran daño a mis hijos, yo... no lo soportaría, Nathaniel, a ellos no... no pueden tocarlos — No van a tocarlos, mírame, te lo prometo, los cuida