Quien iba a decir que el despiadado mafioso ruso, asesino de sangre fría, cruel e intratable, estuviese ahora en una habitación de la mansión del poderoso Hades, de la mafia griega, eso era muy difícil de creer El ruso, acostaba a su esposa con mucho cuidado, ella trataba de disimular que le dolía la cirugía pero no lo lograba mucho, Ray, se había retirado después de darles una amplio cuarto para invitardos — ¿Te duele verdad? cuando salimos del hospital ya casi te tocaba la hora del medicamento para el dolor — Borjad decía mientras que el pequeño Ivanko, seguía llorando pidiendo comida — Si... me duele mucho — Carajo, ¿qué hago primero? deja le preparo el biberón a Ivanko, después iré a buscar algo para que se te calme el dolor — Borjad, preparó la mamila para su hijo, se lo dejó alimentando a Amina, y salió a buscar algo para el dolor de su esposa Lenin, acababa de dejar en una habitación a Dylan, y al pequeño pelirrojo, seguía muy sorprendido por haber presenciado la
— Afortunadamente, me previne y encargué para usted lo mismo que para la esposa de Borjad, ella también estaba a los gritos, como poseída — expresaba el mafioso con ese acento ruso que lo caracterizaba mientras se disponía a canalizar a la esposa de su jefe — Gracias, Lenin, por pensar en mí, me estás evitando estar sufriendo de mucho dolor, cariño, ¿verdad que el mafioso ruso es todo un encanto? — Para lo que le pago y después de haberle perdonado la vida, es lo menos que puede hacer por ti, mi vida, ser amable contigo y con los niños — el carácter del Hades, era así, amargo, frío, seco, solo con sus hijos y su esposa era diferente, con ellos mostraba un amor infinito — Cariño, sé más amable, mira que Lenin, va a hacer que se me calme el dolor — El hades, tiene razón, tenemos mucho que agradecerle, sobre todo yo, por haberme dejado quedar en la mafia griega, estuve planeando por bastante tiempo como poder formar parte de esta mafia, lo difícil era conseguir un puesto bien r
La órden ya estaba dada por el poderoso Hades de la mafia Griega, ya les había dejado pasar demasiado, habían despertado a ese demonio interior que llevaba dentro de él, ahora les tocaba recibir su contraataque, los Yakuzas destruyeron el hospital del Hades de Grecia, por poco con él y su familia dentro, además de sus más cercanos colaboradores y hasta su rival de amores, Borjad, que recién había tenido a su primer hijo En las calles del bajo mundo de Grecia, se corría el rumor, habría recompensa por cada yakuza que mataran y dejaran a la vista de todos, pronto el país se llenó de muerte, los japoneses que quedaban se escondían como ratas, nunca se esperaron ser cazados en todas partes, temían por sus vidas y con toda la razón, algunos optaron por acudir al gobierno para que los ayudaran salir del país, más como el Hades, era quien controlaba todo, solo le daban largas y terminaban siendo encontrados por los cazarrecompensas y asesinos a sueldo — Borjad, ya han pasado dos semana
Otro día por la noche avisaron en la mansión Diamantis, que habían encontrado a la sensual Katriana, ella había estado escondiéndose en un hotel de media linea, los Yakuza, la habían abandonado a su suerte, debían salvar su propia vida que vaya que les costaba hacerlo, la mujer tuvo que salir a intentar contactar a uno de los cabecillas que sabía que todavía seguía en la ciudad, pero no había tenido suerte de verlo, en cambio si se encontró cara a cara con los hombres de Borjad — Hades, mis hombres ya tienen a Katriana, ella tiene cosas pendientes con los dos, y como agradecimiento a tu hospitaltalidad, quiero que tu elijas que hacemos con ella, la tienen en la habitación de un hotel de mala muerte Una sonrisa que mas bien parecía una mueca, se dibujó en el rostro del mafioso griego, las cosas estaban saliendo justo como quería, había corrido con los gastos de su propia cuenta personal a los asesinos a sueldo que poco a poco acababan con la mafia japonesa, esos miserables estaba
La hermosa bebé de Lucien Black, tercero con su esposa Angélica nació, una bebé muy parecida a su madre con bellos ojos azules, pero con él carácter de su padre, los esposos estaban felices por su llegada y más lo estaría el pequeño Darriel Al paso de dos meses el ruso Borjad, su esposa y el bebé Ivanko, regresaron a Rusia, a presentarle al niño a su familia, ambas estaban muy felices con el bebesito, lo adoraron apenas lo vieron, aunque entre mas pasaba el tiempo mas malhumorado se ponía, solo cuando le hablaba fuerte su padre, se rendía y se dormía Así, después de esa sangrienta guerra con la mafia japonesa y de haberlos asesinado casi a todos, los mafiosos, se dedicaron a trabajar en lo que mejor hacían, transportar droga de un continente a otro, al igual que armas de primera generación, trabajo que combinaban con el cuidado de su familia, los años pasaron llenos de felicidad, más como lo bueno nunca dura demasiado, había un viejo enemigo que estaba planeando un ataque desde
Drago se alejó de Angie, fue a saludar a sus amigos de la infancia, Eleazar y Nathanael, Castrioli, los primos bebían whisky apartados en la barra, no parecían de muy buen humor y esa era por la llegada del ruso Eliester Borjad, seguía siendo detestado por el Hades, pero Amina y Romina, se habían vuelto muy amigas, fué la señora Diamantis, quien invitó al matrimonio ruso a su fiesta de aniversario, con ellos trajeron a su único hijo, Amina, después de casi morir por causa de los Yakuza, y padecer el dolor de la cesárea sin anestesia, ya no quiso tener más hijos, Borjad, la tenía a ella y a su heredero, no necesitaba más para ser feliz — Ese ruso, ¿Ya viste como le sonríe a Rocío? ella me gusta, primo, desde que éramos niños y veníamos a jugar a la mansión Diamantis, ella se robó mi corazón, es tan adorable, tan dulce, he intentado acercarme, pero cuando ya estoy a punto de quedar en algo, Darriel, llega, ya sabes cómo se toma su papel de hermano mayor muy en serio — Nathanael,
Por fortuna la fiesta se alargó, los invitados compartían de lo más cómodos, esa noche no se hablaba de negocios, solo de buenas anécdotas Rocío, fué abordada por el ruso Ivanko, un joven mafioso alto, fornido, de ojos claros y sonrisa blanca como la nieve de su país, la bella ojiverde, no se esperaba su acercamiento — Hola Rocío, hace mucho que no nos vemos, ¿cómo estás? — Yo muy bien, que milagro que vinieron a la celebración del aniversario de mis padres, estaba por ir por una copa de champaña, si me disculpas — Espera aquí, yo iré por ella, quisiera que pudiéramos salir al jardín a conversar sin tanto ruido — No lo sé, yooo... bueno está bien, pero no debemos demorarnos, papá se dará cuenta que no estoy en el salón, él es muy... sobreprotector Los hijos de dos mafiosos importantes en su país, salieron al jardín Rocío, admiraba las flores, mientras que el entrajado ruso, la admiraba a ella — Cuéntame de ti, Rocío, ¿qué te gusta? ¿cuales son tus pasatiempos? ¿qué
El hermano menor Diamantis, andaba por ahí con él pelirrojo Eliester, eran amigos desde pequeños, el joven de sangre rusa había heredado los gustos del padre por la mafia y trabajaba para los griegos desde los dieciséis años, los amigos estudiaban en la misma universidad, una muy costosa que era de las mejores — Eliester, ¿estás seguro de querer cortejar a Alondra Castrioli? se sabe que su padre es bastante sobre protector con su hija, va a estar un poco difícil que te puedas acercar a ella, en la universidad hay muchas chicas que son más fáciles de conquistar — Pero a mí la chica que me gusta es Alondra, sus bellos ojos grises, la forma en la que me sonríe — ¿Tú tienes una idea de cuántos pretendientes malintencionados le ha espantado Nathanael? ese mafioso es casi un psicópata, no te conviene meterte en esas — Tú ni digas nada, estás que te mueres por bella Elena Castrioli, no me vas a decir que Eleazar, es más tranquilo que su primo, los dos están cortados por la misma