Apenas terminé de hablar con Miguel, lo siguiente que hice fue abrir mi correo electrónico y tal y como lo anticipo, allí estaba la invitación. Sinceramente creí que tendría más tiempo para organizarlo todo, pero el supuesto evento es pasado mañana, lo que significa que deberíamos irnos mañana a Catar.La pregunta que me hago una y otra vez es si ella estará de acuerdo con todo esto. Tampoco sé como le diremos a sus padres que debemos irnos, y es que en el fondo temo que crea que los hemos dejado solos por descortesía. De pronto la puerta de mi oficina se abre, y allí aparece ella quien me mira un poco confundida.—Mi amor, ¿Qué ocurre? ¿Por qué me has dejado sola en la cama? —me cuestiona mientras entra a la oficina y luego cierra la puerta detrás de ella.—Alma mía, lo siento no fue mi intención dejarte sola —me disculpo con pena.—Tranquilo, sé que si me dejas durmiendo sola es porque tienes que solucionar algo —explica tranquilizándome.—Así es —murmuro y solo observo como ella se
Al día siguiente: 11 de agostoTenía la sensación de que sus padres nos harían un gran interrogatorio después de decirles que teníamos que irnos a Catar el día de hoy. Eso sin contar que los hemos tenido que volver nuestros cómplices en caso de que alguien preguntara donde estaba Haizea. Creo que en el fondo ellos saben que algo no está bien, pero por respeto a la privacidad de su hija y yo, no están comentando nada.A veces creo que me tienen mucha confianza, y teniendo en cuenta de que apenas nos hemos conocido, lo aprecio muchísimo. Verla feliz a ella es lo que posiblemente haga que las cosas marchen de esta manera tan armoniosa entre su familia y yo, pero es que nada de lo que decimos o hacemos con ella es fingido. De verdad nos amamos, y de verdad somos capaces de muchas cosas buenas con tal de que el otro este feliz.Después de preparar el equipaje con algo de prisa y de pedir que tuvieran el avión preparado, aquí estamos juntos una vez más emprendiendo un nuevo viaje, uno que s
Las vistas de Catar son muy hermosas desde el auto que nos está llevando al hotel, pero la verdad es que no consigo concentrarme en nada cuando la tengo a mi lado y lo único que puedo hacer es besar su cuello. Ella lleva una de sus manos a mi cabello y trata de detenerme.—Aren, no estamos solos —me dice agitada y de inmediato cierro la división que hay entre la cabina del conductor y nosotros.—Ahora si —le digo al oído y rozo su brazo con la punta de mis dedos.—¿Por qué no esperamos a llegar al hotel? Estamos en un país bastante conservador y no quiero que termines en la cárcel —sugiere haciéndome sonreír.—Tengo la sensación de que falta una eternidad —me quejo y sonríe sobre mi boca.—Yo también, pero mejor comportémonos bien —insiste y de a poco voy separándome de ella para evitar que la tentación sea aún peor.[…]Creo que ambos estábamos locos por llegar al hotel, y mucho más para que la registración no tardara una eternidad. Parecemos dos locos que apenas entran a la suite de
Al día siguiente: 12 de agostoNo estoy seguro si ha sido la noche tan intensa que ella y yo hemos pasado, o es que mi mente aun no puede desconectarse de lo que esta pasando en Miami. Lo único que sé es que no he podido dormir mucho, aunque también admito que ella no me lo ha permitido.La observo y siento que la amo cada minuto más, no veo la hora de conocer a nuestro bebé, de que estemos los tres juntos y tener esa vida con la que tanto ella me hace soñar.—Aren —la escucho decir de repente y simplemente me aparta con una de sus manos para después levantarse de la cama a toda prisa.—Haizea, ¿Qué ocurre? —pregunto preocupado, pero al verla entrar al baño, entiendo lo que está pasando.«Nauseas…» pienso y me levanto con la intención de ir a ayudarla, pero para ser sincero, no sé que pueda hacer por ella más que estar a su lado.—Alma mía, ¿te encuentras bien? —indago desde este otro lado de la puerta.—¡Ya voy! —es lo único que escucho y entendiendo que necesita su espacio, me quedo
Salir de la habitación se ha vuelto todo un reto para nosotros, pero también somos conscientes de que no podemos pasar todos nuestros días encerrados, y no porque no queramos, sino porque al final del día tan solo somos humanos. Hoy somos dos turistas que viven la experiencia de este país lleno de encantos, y sobre todo de lujos, como lo son los yates que hay disponibles.Tengo mucha suerte de estar solo con ella en este impresionante navío, pero, sobre todo, tengo suerte de poder verla andar en traje de baño, uno que me invita a fantasear una y otra vez.—Te ves muy sexy de capitán —menciona divertida mientras que se acerca a mí.—Y tú te ves muy bien en bikini, aunque me preocupa que alguien nos acuse, ya sabes que por estas tierras hay algunas cuantas cosas que están prohibidas —bromeo.Ella pareciera estar queriendo poner mis sentidos a prueba, y vaya que lo esta consiguiendo con su manera de acercarse a mí. Sus andares son una tentación hermosa, pero cuando ella hace que gire la
Regresar a la empresa después de que ella me dejara plantado en el altar, se ha convertido en toda una pesadilla. Los empleados no dejan de murmurar a mi paso, y las miradas repletas de lastima se han convertido en algo común. “El perdedor”, esas son las dos palabras que me persiguen desde hace un mes, pero ¿qué más se puede esperar cuando la boda estaba catalogada como la boda del año? 500 invitados, la iglesia más grande e importante de Miami, y por supuesto el servicio de planeación de bodas más costoso de todos.No hago más que entrar mi oficina, y cerrar la puerta de un portazo para luego comenzar a quitar los portarretratos que enmarcan nuestras fotos juntos al igual que los regalos que ella me dio y yo, con mucho amor atesoraba en esta oficina.—No puedo creer lo que me has hecho —le hablo a su foto y sin más rodeos, tiro todo al cesto de basura.Una vez que hago mi intento por acabar con el pasado, me siento en mi silla y observo todos los papeles y periódicos que se han acumu
Haizea y yo estamos sentados frente a frente alrededor de una de las mesas más alejadas de todas, una que esta de manera paralela a los enormes cristales de este lugar. La vista de la bahía y los rascacielos nos hace compañía, y la luz del sol hace que sus ojos azules cambien a una tonalidad parecida a la que lo hacen los ojos de los siberianos.—Usted dirá, ¿de qué negocios quiere hablarme? —cuestiono rompiendo finalmente el silencio que se hizo presente entre los dos.Ella termina de beber un sorbo de la copa de vino que recogimos de camino aquí, y la apoya sobre la mesa.—¿Sabe realmente quien soy yo? ¿a qué me dedico? ¿o es que solo ha escuchado lo que todos dicen de mí? —pregunta con autoridad y su carácter me agrada.—¿Y qué es lo que dice la gente de usted? —rebato con interés.—Que soy una joven ilusa que tiene la intención de meterse en un mundo que no encajo, que solo busco una fortuna para que la gente me tome en serio —señala haciéndome sonreír ampliamente.—¿Y no es eso l
Al día siguiente: 8 de junio—Revisa ese reporte de venta antes de enviarlo a contaduría, necesitamos que los números estén correctos —le pido a Francisco, y él asiente.—Por supuesto señor Danek —responde sin dudar y luego se da media vuelta para salir de mi oficina y apenas lo hace se encuentra con Inés.Ella sonríe al verlo, y luego pasa a mi oficina.—Señor Danek, la señorita Haizea Alarcón está en la recepción y quiere hablar con usted —me informa y miro la hora.«Eso fue rápido» Pienso y trato de no sonreír.—Hazla pasar, y por favor tráenos dos cafés —le pido amablemente.—Por supuesto —rebate y sin más, ella se retira mientras que yo acomodo la corbata color negra que llevo puesta.«Bueno, llego la hora de hacer el trato más importante que he hecho jamás» En solo cuestión de minutos alguien llama a mi puerta e inmediatamente voy a abrir para encontrarme con su aproximadamente metro setenta de altura vistiendo un vestido azul que hace juego con sus ojos.—Señorita Alarcón, bie