Al día siguiente: 29 de julioCreía que anoche, al llegar a la casa todos los problemas quedarían atrás, pero no. Ella ha pasado horas en la computadora y en el teléfono con su conocido arreglando todo para lo que hoy será la actualización de los programas de las maquinas.Cada paso que damos es uno que espero nos lleve a nuestra libertad, y si hay algo que puedo decir es que ella esta haciendo todo lo posible para que esto sea pronto. Realmente admiro su forma de ser, lo decidida que es, y su inteligencia. Es tan perfecta que no entiendo como no me di cuenta de que me había enamorado de ella desde el primer día que la vi.Tal vez estaba tan cerrado en mis problemas que no veía nada de lo que tenía a mi alrededor. Hoy, en cambio a pesar de las nubes negras que hay sobre mí, puedo ver que el sol saldrá en cualquier momento y todo es gracias a su manera de animarme, de ver las cosas, de decirme que todo irá bien incluso cuando las cosas parecieran no tener solución.Estoy caminando haci
Estamos los dos sentados frente a frente en mi oficina y a pesar de que sé que hay un hombre encerrado en la sala de seguridad esperando a que tome una decisión, yo solo puedo pensar en ella. Haizea entrecierra sus ojos como si estuviese tratando de entender lo que me sucede, pero yo simplemente me acerco al borde del sofá y tomo su mano para depositar tiernos besos en su dorso.—¿Me dirás que sucede? Sé que todo esto te tiene preocupado, pero puedo ver en tu rostro que hay algo más que te preocupa —comenta.—Me conoces demasiado —admito y esbozo una forzada sonrisa. —Muchas veces creo que te conozco a la perfección, pero hay otros momentos donde siento que te encierras en tu mundo y no dejas que nadie entre en ese espacio —explica.Sé muy bien de lo que habla y es que siempre he sido así. Hay veces cuando los problemas me sobrepasan que suelo encerrarme en mi propio mundo y me olvido de todo, pero las cosas debes ser diferentes por esta vez.—Te juro que no es mi intención encerrarm
Al día siguiente: 30 de julioA pesar del gran esfuerzo que ha hecho Haizea para que yo este más tranquilo, ha sido casi imposible poder dormir. He tenido pesadillas constantes de que la policía requisaba la empresa y me hallaban culpable de narcotráfico y lavado de dinero. Me vi encerrado en la cárcel llorando por no poder estar presente en el nacimiento de mi hijo y a Haizea rehaciendo su vida con otro hombre dejando de lado nuestro amor.No fue hasta hace un momento que desperté y la vi a mi lado que me he sentido un poco mejor. Su cabello dorado cae de forma desordenada por su espalda mientras ella abraza su almohada. Se ve tan angelical que a me hace suspirar aun cuando siento que mi vida es un caos, ella me trasmite paz.Este mágico momento se ve interrumpido cuando su celular comienza a sonar y ella casi inmediatamente estira su brazo para tomarlo y responder la llamada. —Hola —la escucho decir y trato de no reírme ya que todavía pareciera estar un poco dormida.Ella de pronto
¿Cómo se supone que puedo concentrarme en mi reunión cuando tan solo puedo pensar en que ella ha aceptado ser mi esposa? Escucho al director financiero exponer los reportes del trimestre y yo tan solo pienso en que no le he dado un anillo de compromiso. Como si esto fuera poco, mi mente también da vueltas a la idea de que ahora si podremos comenzar a investigar cómo se debe a cada empleado de la empresa.—Señor Danek, ¿Qué opina de la propuesta que acabo de comentar? —me cuestiona Maximiliano.Mi mirada va directamente a donde él está sentado y luego veo la pantalla donde está la información.—¿Se refiere al sistema para optimizar el departamento de adquisiciones? —cuestiono como tratando de hacerme el entendido en la materia.—Exacto, habría beneficios fiscales si nos asociamos con una de las entidades que mencione —expone.Es en momentos como estos donde entiendo que todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor nos afecta en diversas maneras.—Te diría que suena muy favorable, pe
Suponía que ocultar mi sorpresa sería más difícil de lo que realmente fue, y es que al final del día apenas puede volver a ver a Haizea después de mi regreso de la joyería. Nuestras responsabilidades y reuniones en la empresa nos han mantenido separados, todo eso sin contar que de manera implícita estuve colaborando con los agentes que investigan a los empleados de la empresa.No fue hasta que nos encontramos en la salida que nos volvimos a ver y ella como siempre me ha contagiado con su actitud positiva y esperanzas de que las cosas saldrán bien. El camino a casa ha servido para ponernos al día con lo que hemos hecho y también para que me contara que sus padres vendrán, pero que ellos no saben mucho de nuestra relación ni del embarazo.Sinceramente pensé que ella los tenía al tanto de todo lo que estaba sucediendo en su vida, pero evidentemente me equivoqué. Quiero creer que le avergonzaba contarle a su familia que se había casado conmigo como parte de un trato, tal vez ni siquiera l
Su reacción en estos momentos es un poema. No sé muy bien si se ha puesto feliz con mi propuesta o no, pero me asusto cuando ella se levanta y comienza a caminar en círculos alrededor de la pequeña mesa de café que hay entre los sofás.—¿Es una broma? —inquiere finalmente y por mi parte me siento adecuadamente en el sofá y la miro.—Claro que no —respondo firme.Ella me mira de una forma extraña y yo trato de comprender lo que pasa por su mente.—¿Y porque te quieres casar conmigo? Es decir… estuvimos casado ya y…—Eso fue un trato, y no funciono porque tu huiste de mi creyendo que me atarías con ese bebé —intercedo.—Y sigo creyendo eso, después de todo regrese aquí por nuestro hijo, ¿no? —me recuerda haciéndome sonreír.Inmediatamente me levanto para acercarme a ella y la tomo de las manos.—Haizea, ¿de verdad crees que lo único que te trajo de regreso a esta casa fue ese bebé? —le cuestiono mientras hago un gran esfuerzo para no reírme.—Es que…—Te amo —intercedo—. Te amé desde el
Al día siguiente: 31 de julioAbrir mis ojos y que lo primero que vea sea su mano apoyada sobre mi torso con ese precioso anillo que le di ayer, me hace sonreír y sentirme el hombre con más suerte del planeta. Me quedaría viéndola todo el día, y es que amo la forma en que su cabello rubio como el sol cae desordenadamente rozando mi piel y admito que me encantaría despertarla a besos, pero sé que tiene que descansar y por ende hago un esfuerzo para no moverme.A pesar de mi gran esfuerzo, veo que ella se mueve como si algo le ocurriera.—¿Alma mía, estás bien? —pregunto preocupado, pero ella ni siquiera dice una palabra cuando se levanta de la cama a toda prisa y sale corriendo hacia el baño.Soy yo quien ahora se levanta de la cama y voy tras ella, quien a pesar de intentarlo no pudo cerrar la puerta del baño. Apenas entro, la veo de rodillas frente al váter volviendo su estómago.—Sal, no tienes que ver esto —dice estirando su brazo para poder tomar un trozo de papel de baño.—No dig
No estaba en nuestros planes tener que estar listos tan temprano. Se suponía que desayunaríamos en calma y luego tomaríamos un baño juntos, pero aquí estamos vistiéndonos a toda prisa. Debo admitir que me distraigo de sobremanera viéndola, sobre todo cuando se coloca esa falda que dibuja sus perfectas curvas.—Te ves bellísima —pronuncio y me acerco a ella mientras que termino de abotonar mi camisa.—Tú también te ves muy bien, ese pantalón te hace justicia —habla y sonríe—. ¿Vamos? Esperemos a Miguel con un café, aunque sea, ¿no? —propone.—Claro —respondo, pero cuando estamos a punto de salir de la habitación, escuchamos el sonido del timbre.—Ve a abrirle, yo preparo el café —ofrece y me da un casto beso para que luego irse.Por mi parte, voy rápidamente a la entrada y al abrir la puerta, allí esta Miguel con un folder en su mano.—Buenos días —saludo abriendo un poco más la puerta para que él pase.—Buenas, disculpa que venga tan temprano, pero esto es urgente —me explica.—No te