El silencio es tan profundo en esta oficina que incluso puedo escuchar mi propia respiración. Los documentos frente a mi parecieran ser los más complejos del mundo cuando en realidad tan solo son los planos de la empresa, la lista de empleados, sus fichas, y por su puesto los documentos de las verificaciones de antecedentes.La necesidad de encontrar al infiltrado me ha traído a este punto donde me encuentro jugando a ser detective. Normalmente diría que lo hago por mí, por salvarme de todo esto, pero la realidad es que lo que más quiero es que Haizea no deba involucrarse tanto en todo esto.De pronto, el silencio se rompe cuando alguien llama a la puerta y a pesar de no querer interrupciones, doy el visto bueno para que pase mientras que levanto la mirada. Me sorprendo al ver a un mensajero entrando a mi oficina, pero sobre todo me llama la atención de que no es de la empresa.—Para usted señor —indica para luego darme un sobre.—¿Quién lo envía? Usted no trabaja aquí —inquiero firme
Usualmente no presto demasiada atención a la hora que es y mucho menos si debo ir a almorzar o no. Supongo que antes no tenía asuntos que conversar como los que tengo ahora, y mucho menos estaba ella en mi vida haciendo que todo cobrara un sentido diferente.Espero pacientemente dentro del coche tal y como lo habíamos acordado, hasta que de pronto la veo salir del edificio y una gigantesca sonrisa se dibuja en mi rostro, así como si no existiera ningún tipo de problemas en mi vida.La observo con demasiada atención y solo veo como se acerca y al estar al lado de la puerta, me estiro un poco para poder abrirle. Ella me mira y esboza una sonrisa un tanto peculiar que me hace dudar.—Creí que bajarías a abrir como todo un caballero —pronuncia y tiene razón.—La verdad es que tu queja es válida, lo siento creo que todos estos problemas me han nublado la razón —me disculpo, aunque sé que no es suficiente.Ella acaricia mi barbilla con picardía y luego me da un casto beso que me hace saber
Escucharla hablarme con tanto entusiasmo acerca de todo el equipo de la fábrica, sus funciones, y hasta de los detalles tecnológicos que lo hacen el mejor en el mercado me ha resultado fascinante. Sin embargo, tal y como lo anticipo, en estos instantes toda esa tecnología se ha convertido en una amenaza para la empresa.La solución más fácil, y por supuesto la más obvia sería simplemente desinstalar las cámaras y ya, pero de hacer podríamos ponernos en evidencia. Por ende, la sugerencia que mi brillante mujer ha tenido es causar una falla técnica en el equipo para así tener una excusa perfecta para cambiarlas.Me doy cuenta de que por más que yo tenga mucho conocimiento de la industria, ella es mucho más inteligente en cuanto a todo lo que hay detrás de la fabricación automotriz, y obviamente es normal, ella ha estudiado eso. Es extraño verme tan fascinado con su forma de hablar, con sus expresiones, y sonreír cuando ella lo hace.—¿Qué piensas de lo que te he dicho? —me cuestiona y d
Al día siguiente: 29 de julioCreía que anoche, al llegar a la casa todos los problemas quedarían atrás, pero no. Ella ha pasado horas en la computadora y en el teléfono con su conocido arreglando todo para lo que hoy será la actualización de los programas de las maquinas.Cada paso que damos es uno que espero nos lleve a nuestra libertad, y si hay algo que puedo decir es que ella esta haciendo todo lo posible para que esto sea pronto. Realmente admiro su forma de ser, lo decidida que es, y su inteligencia. Es tan perfecta que no entiendo como no me di cuenta de que me había enamorado de ella desde el primer día que la vi.Tal vez estaba tan cerrado en mis problemas que no veía nada de lo que tenía a mi alrededor. Hoy, en cambio a pesar de las nubes negras que hay sobre mí, puedo ver que el sol saldrá en cualquier momento y todo es gracias a su manera de animarme, de ver las cosas, de decirme que todo irá bien incluso cuando las cosas parecieran no tener solución.Estoy caminando haci
Estamos los dos sentados frente a frente en mi oficina y a pesar de que sé que hay un hombre encerrado en la sala de seguridad esperando a que tome una decisión, yo solo puedo pensar en ella. Haizea entrecierra sus ojos como si estuviese tratando de entender lo que me sucede, pero yo simplemente me acerco al borde del sofá y tomo su mano para depositar tiernos besos en su dorso.—¿Me dirás que sucede? Sé que todo esto te tiene preocupado, pero puedo ver en tu rostro que hay algo más que te preocupa —comenta.—Me conoces demasiado —admito y esbozo una forzada sonrisa. —Muchas veces creo que te conozco a la perfección, pero hay otros momentos donde siento que te encierras en tu mundo y no dejas que nadie entre en ese espacio —explica.Sé muy bien de lo que habla y es que siempre he sido así. Hay veces cuando los problemas me sobrepasan que suelo encerrarme en mi propio mundo y me olvido de todo, pero las cosas debes ser diferentes por esta vez.—Te juro que no es mi intención encerrarm
Al día siguiente: 30 de julioA pesar del gran esfuerzo que ha hecho Haizea para que yo este más tranquilo, ha sido casi imposible poder dormir. He tenido pesadillas constantes de que la policía requisaba la empresa y me hallaban culpable de narcotráfico y lavado de dinero. Me vi encerrado en la cárcel llorando por no poder estar presente en el nacimiento de mi hijo y a Haizea rehaciendo su vida con otro hombre dejando de lado nuestro amor.No fue hasta hace un momento que desperté y la vi a mi lado que me he sentido un poco mejor. Su cabello dorado cae de forma desordenada por su espalda mientras ella abraza su almohada. Se ve tan angelical que a me hace suspirar aun cuando siento que mi vida es un caos, ella me trasmite paz.Este mágico momento se ve interrumpido cuando su celular comienza a sonar y ella casi inmediatamente estira su brazo para tomarlo y responder la llamada. —Hola —la escucho decir y trato de no reírme ya que todavía pareciera estar un poco dormida.Ella de pronto
¿Cómo se supone que puedo concentrarme en mi reunión cuando tan solo puedo pensar en que ella ha aceptado ser mi esposa? Escucho al director financiero exponer los reportes del trimestre y yo tan solo pienso en que no le he dado un anillo de compromiso. Como si esto fuera poco, mi mente también da vueltas a la idea de que ahora si podremos comenzar a investigar cómo se debe a cada empleado de la empresa.—Señor Danek, ¿Qué opina de la propuesta que acabo de comentar? —me cuestiona Maximiliano.Mi mirada va directamente a donde él está sentado y luego veo la pantalla donde está la información.—¿Se refiere al sistema para optimizar el departamento de adquisiciones? —cuestiono como tratando de hacerme el entendido en la materia.—Exacto, habría beneficios fiscales si nos asociamos con una de las entidades que mencione —expone.Es en momentos como estos donde entiendo que todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor nos afecta en diversas maneras.—Te diría que suena muy favorable, pe
Suponía que ocultar mi sorpresa sería más difícil de lo que realmente fue, y es que al final del día apenas puede volver a ver a Haizea después de mi regreso de la joyería. Nuestras responsabilidades y reuniones en la empresa nos han mantenido separados, todo eso sin contar que de manera implícita estuve colaborando con los agentes que investigan a los empleados de la empresa.No fue hasta que nos encontramos en la salida que nos volvimos a ver y ella como siempre me ha contagiado con su actitud positiva y esperanzas de que las cosas saldrán bien. El camino a casa ha servido para ponernos al día con lo que hemos hecho y también para que me contara que sus padres vendrán, pero que ellos no saben mucho de nuestra relación ni del embarazo.Sinceramente pensé que ella los tenía al tanto de todo lo que estaba sucediendo en su vida, pero evidentemente me equivoqué. Quiero creer que le avergonzaba contarle a su familia que se había casado conmigo como parte de un trato, tal vez ni siquiera l