Para el momento que Alessandro y Nicole bajan del auto, el sol ya está comenzando a esconderse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa, mientras, la brisa suave de la tarde acaricia sus rostros mientras comienzan a caminar hacia la pequeña tienda. La atmósfera tiene algo mágico en ese momento.Nicole lleva una pequeña sonrisa en el rostro, disfrutando del momento de tranquilidad al lado de Alessandro. Ambos caminan con un ritmo más bien pausado, sin mostrar ningún tipo de prisa, como si cada segundo que pueden pasar junto al otro fuera lo más valioso. Las calles están tranquilas, a esa hora no hay mucha locura de personas como en horas tempranas. Alessandro, con las manos en los bolsillos, se inclina hacia ella de vez en cuando para rozar sus dedos con los suyos, un gesto pequeño pero lleno de cariño.En un momento, termina de sacar su mano totalmente de su bolsillo, y esta finalmente se entrelaza con la de Nicole, como si aquello fuera lo más natural del
El sonido de las risas suaves de Thiago y Enzo llena la sala, ambos se ven realmente felices mientras juegan con los legos esparcidos por el suelo. Enzo, con su habitual paciencia, ayuda a Thiago a ensamblar una torre que ya casi alcanza su altura.—Mira, Tía, lo hicimos altísimo —dice Thiago con los ojos brillando de emoción, mostrándole la construcción de bloques de colores a Thalia quien está sentada frente a ellos.—¡Felicidades Thiago! — dice mientras lo mira con dulzura—. Es la torre más alta de todas.En la cocina, Leonardo termina de lavar los últimos platos de la cena. Se seca las manos con una toalla y luego mira hacia Thalia quien se encuentra tomando fotos a la torre que hace Thiago. Por un momento duda que es lo siguiente que debe hacer, pero al recordar el momento de la piscina, el como ella se abrazó a él para celebrar que ganaron, sus manos tomando su cintura con fuerza, el verla bajar toda su defensa y solo ser de nuevo esa Thalia dulce e infantil que lo enamoró, lo ha
—¿Por qué no sabía nada de esto? — Nicole deja salir su pregunta mientras mira fijamente a Alessandro. —Supongo que para mí fue más fácil el solo guardar silencio. Y ella, bueno, es la hija de un político, así que imaginarás el escándalo si algo así llegaba a saberse. Lo último que supe sobre ese tema es que, bueno…el niño ya no está.Al escuchar esas palabras, Nicole siente un dolor punzante en su pecho, ¿cómo alguien puede hacer eso con su propio hijo? Pero al final, Alessandro tiene razón en alto, si es la hija de un político, ella era la de la última palabra.—Supongo que, no fue fácil para ninguno de los dos —dice después de guardar silencio por un momento—. Ese día, salí de esa oficina odiándote, maldiciendo tu nombre y tu existencia Me dolió tanto, Alessandro. Luego cuando intenté entrar en la empresa en diferentes ocasiones para tramitar mi renuncia, me prohibieron la entrada por orden tuya. Quería dejarlo todo así, dejar que todo se perdiera, pero, Camie me convenció de inten
Donatella se encuentra sentada en una de las elegantes sillas de su comedor. Sobre la mesa, un desayuno perfectamente dispuesto para ella. La mujer bebe de su taza de porcelana mientras su rostro, sereno, refleja la tranquilidad que no siente.Frente a ella, su abogado de confianza hojea unos papeles en silencio. Él levanta la vista solo cuando Donatella deja la taza sobre el plato con un suave tintineo y, sin rodeos, le da la instrucción que lo ha traído aquí esa mañana.—Quiero que procedas con la orden de detención—dice con total calma.El abogado la mira, evidentemente sorprendido por la petición. Había oído algo sobre la situación entre Nicole y Alessandro por boca de Juliet, pero nunca imaginó que Donatella recurriría a medidas tan drásticas. Carraspeando un poco, el hombre limpia su garganta antes de hablar, intentando mantener la neutralidad en su tono.—Señora Bianchi, solo para aclarar, la orden de alejamiento fue impuesta hace tiempo. Alessandro mismo fue quien la solicitó.
Alessandro camina hacia la parte más alejada del yate, alejándose del bullicio del grupo para concentrarse en la conversación con Mateo.—Según mis contactos, Francesco Da Silva se suicidó poco después de la pérdida de su compañía. Al parecer, las deudas y las presiones por perder la empresa lo llevaron a un callejón sin salida.Alessandro permanece en silencio por un momento, procesando la información. La existencia de Francesco Da Silva había sido una figura más que debía quitar en su ascenso a su posición actual. Y si bien es cierto, que todo lo relacionado con su empresa, lo manejo únicamente como un trato comercial, el saber que el hombre al final había acabado con su vida debido a la pérdida de su empresa, le deja un mal sabor de boca y un peso en el pecho.—No sabía que había muerto, nunca salió ninguna noticia sobre ello— dice en tono pesado—. ¿Y su familia? —pregunta, con un leve tono de inquietud en su voz. Mateo toma un respiro antes de continuar.—Su familia cubrió toda l
—¿Crees que… Alessandro querrá ser mi papá?Nicole miente si dice que la pregunta no la golpea, dejándola sin palabras por un momento. Nicole siente que su corazón se encoge en su pecho al escuchar la duda y el anhelo en la voz de su hijo. No es la primera vez que Thiago habla con ella sobre el tema de los “padre” y también es estúpida si niega el saber que ese tema afecta a Thiago.Sabe que ella tiene la culpa, su egoísmo y miedo desde que Alessandro regresó solo la han hecho retrasar la conversación con Thiago, incluso ignorando el cómo ese retraso podría afectar en todos los sentidos las emociones de su hijo. Pero esa pregunta dicha con tanto sentimiento solo le marca la calle sin salida a la que su carrera la llevó.Nicole se queda en silencio un poco más, acariciando el cabello húmedo de Thiago, buscando las palabras correctas.—Cariño…—Prometo que me portaré bien, y no seré grosero — dice interrumpiendo las palabras de su madre. Uno de sus compañeros de clase tenía un papá que
El regreso a Milán es más apresurado de lo que a ellos les hubiera gustado. El cansancio los había alcanzado así que se despertaron tarde para el viaje de regreso. Alessandro ni está tan presionando por ese detalle, pero Nicole debe llegar al trabajo y Thiago a sus clases. Este último durmió todo el camino y apenas si tiene unos quince minutos despiertos.Al estar justo sobre la hora, Alessandro apenas si tiene tiempo de estacionar el auto.—Lo siento, llegamos tarde —se disculpa, deteniendo el coche frente a la entrada principal.—No pasa nada —responde Nicole con prisa, su mente ya anticipando el caos de la oficina. Girándose hacia el asiento trasero, sonríe con ternura al ver a Thiago, su pequeño todavía bosteza, medio adormilado—. Mi amor, pórtate bien en la escuela, ¿sí? Y hazle caso a papá.Inclinándose hacia él, le planta un beso en la frente. Thiago sonríe, aún medio dormido, y asiente.—Te quiero, mami —murmura, abrazando su mochila con los ojos cerrados.Nicole sonríe, y desp
La expresión de Donatella hace que su presencia se vea más aterradora de lo que es comúnmente. De pie frente a la ventana de su oficina, su expresión tensa y las manos cruzadas a la espalda, reflejan la rabia que intenta contener. Frente a ella, su jefe de medios habla por teléfono mientras intenta controlar los nervios que siente. Cuando la llamada termina ajusta sus gafas y aclara la garganta, sabiendo que las palabras que dirá no serán sino el detonante final de nula paciencia de Donatella.—Señora Donatella, hemos hecho todo lo posible para contener el daño —comienza, eligiendo sus palabras con sumo cuidado. —¿Estoy pidiéndote una excusa barata? —pregunta mientras su postura se tensa aún más—. Creo que no fui clara en mi orden ¿verdad? Quiero que todo esto desaparezca —dice sin retirar su mirada del ventanal—. No quiero ni una sola mención más de Alessandro o esa… mujer en los medios. ¿Ahora sí lo entiendes?—Pero la situación ya está fuera de control. Las fotos y la noticia se h