Dos semanas después de que llegara a la casa para quedarse la esposa de Martin, lo llamaron a él para reincorporarse a su trabajo quedando yo sola con Lucia que era así como se llamaba la esposa de Martin. Mientras ella se iba a la terraza a tomar el sol en las tumbonas que habia o a bañarse en la piscina, a mi me hacía limpiar toda la casa, hacer la comida para ella sola al mediodia, haciendo tambien la cena para ella sola, marchandome a mi dormitorio muy cansada con un simple bocadillo después de estar todo el día limpiando y trabajando para ella, cambiando todo eso cuando venía Martin los fines de semana, y que la señora me ponía el collarín de sumisa en el cuello, atada la cadena a la cama, dejando lo suficiente para que me pudiera bañar y hacer mis cosas en el cuarto de baño, pero que no pudiera salir de mi dormitorio, aunque alguna noche que otra Martin entraba en mi cuarto cuando yo ya estaba dormida despertando cuando él introducía su duro miembro dentro de mi— No voy a dejar
Después de estar casi una semana en las Vegas, sedándome Erik casi todos los días para que no huyera de él, nos marchamos de aquella pensión, subimos a un coche dirigiéndose Erik al aeropuerto volviendo a subir al avión, Nada más aterrizar en Florida, me pusieron una gorra amenazando con un cuchillo si gritaba en el aeropuerto o decía algo que no fuera, si gracias, pero cuando íbamos a salir del aeropuerto vi por casualidad a Mario el amigo de Mark, me solté del agarre de Erik como pude, corriendo hacia donde se encontraba Mario, cogiéndole del brazo con mis manos, mientras mis lágrimas caian por mis mejillas solas.— Suelta a mi mujer — le dijo Erik — Me da lo mismo que sea tu mujer cabrón, la secuestraste y ahora se queda conmigo — contestó Mario La gente nos miraba por los gritos, acercándose a nosotros la seguridad del aeropuerto preguntando, Mario les contó que fui secuestrada por el hombre que me acompañaba, los guardias le pidieron la documentación a Erik, enseñándole este el
Llevaba dos meses en tratamiento psicológico, teniendo mucha paciencia Mark conmigo, acompañándome a todos los lugares que yo iba, durmiendo él solo en la habitación contigua a la mía. Una noche me levanté para coger de la cocina un vaso de agua, me fui al dormitorio donde dormía Mark, me quedé de pie mirando cómo dormía, deje el vaso en la mesita temblando, me desnude acostándome a su lado, despertándose Mark mirándome sorprendido. — Por favor Mark, hazme el amor, — le pedí — Si tengo que parar dímelo, no pasa nada, amor mío — me dijo Mirándonos los dos acaricio mi vientre con sus dedos, beso mi cuello, lamio el lóbulo de mi oreja, beso mis labios haciéndome cerrar los ojos, acaricio mis pechos diciéndome cuanto me amaba, lamio mis pezones, mis pechos, bajo la mano hasta mi sexo. — Estás temblando Katia ¿estas, segura? — Sigue por favor —le dije Cuando bajo su cabeza hasta mi sexo, me puse a llorar en silencio, parando él de darme placer, besando mis lágrimas — Tranquila car
Tuve que declarar declarar que Erik nunca me obligo a hacer nada que yo realmente quisiera, pero si me tenía sodomizada, que todo lo que hice y me hizo fue consentido por mi parte, y que era verdad que estábamos casados legalmente, mientras Erik y yo nos mirábamos a los ojos, protestando mi abogado en algunas preguntas que me hizo el abogado de Erik. Derrumbándome, después de declarar, llorando sin consuelo en los brazos de Mark, Cuando entró en la sala el matrimonio, con el que tuve mi bebe, El abogado de Erik, les hizo subir al estrado por separado, hablaron maravillas de Erik y que yo consentí en ser vientre de alquiler para la pareja, pagándome ellos a mi cierta cantidad, demostrando el abogado de Erik, una cuenta de un banco a mi nombre con esa cantidad, dejándome inerte cuando lo escuche, ya que yo no tenía ninguna cuenta en el banco que el abogado de Erik le dijo al juez. Cuando el juez se retiró a deliberar, salimos a la calle intentando Mark tranquilizarme como pudo. Erik qued
Cuando bajamos del avión ya en Irlanda, mi padrino con mi hijo en brazos y yo nos acercamos hasta la limusina que habia aparcada en la misma pista de aterrizaje, donde el chofer ya tenia la puerta del vehiculo abierta para que entraramos y nos sentaremos en los asientos de cuero negro del automovil, saludandonos antes el chofer. Nos marchamos del aeropuerto poniendo rumbo el chofer a la casa de mi padrino. Al llegar ya a la casa, nos estaban esperando muy sonrientes Anastasia y Flor, después de abrazarnos las tres mujeres cogieron a mi hijo, besándolo, abrazándolo y demás, sin comprender cómo mi hijo sobrevivió a tantos mimos por parte de las dos mujeres. Entramos dentro de la casa, marchandonos mi padrino y yo al salón, cuando me senté en el sofá, me di cuenta de que mi padrino estaba hablando por el móvil, pero no quise preguntarle, ya que era un empresario muy importante y tenía muchos socios. — Os traigo un té para que os refresqueis un poco, porque supongo que estaréis cansados
Los de seguridad del local, separan a Adam y a Robert, sacando a este último a la calle acercándose Adam a mi, abrazandome con sus fuertes brazos para calmarme ya que me dio un ataque de ansiedad, atendiendome el dueño del bar que salió de su despacho al escuchar el escándalo que se formó dentro del local, y Adam como médico que era. Una vez que ya me calme, el dueño del local nos invitó a una consumición, pero Adam le dijo que prefería que nos marcháramos del local, con la excusa de que descansar era lo único que podía ayudarme a que se calmara el estado en el que estaba. Nos marchamos del local, acercándonos al vehículo, estando abrazada a Adam, abriéndome él la puerta para sentarme, sentándose él en el asiento del conductor. Nos marchamos de allí sin decirnos nada durante el trayecto, hasta que aparcó el coche enfrente de un edificio muy moderno.— ¿Qué hacemos aquí? — le pregunté cuando aparco el vehículo— Es mi casa ¿Te apetece una copa antes de que te deje en tu casa? — me p
Después de tomarnos toda la botella de vino que Adam sacó del frigorífico, no me encontraba bien para volver a la casa de mi padrino, ya que no estaba acostumbrada a beber, así que preferí aceptar su invitación a quedarme a dormir en su casa, dándome Adam una camiseta suya para ponermela, y asi poder dormir mas comoda, ayudandome él a preparar la cama de una habitación de invitados que tenía. Al día siguiente me desperté por la luz que entraba por la ventana, me levanté, entré en el cuarto de baño para asearme un poco acercándome después hasta la cocina, donde estaba Adam haciendo café y tortitas.— Buenos días, huele de maravilla — le dije— Buenos días, espero que hayas dormido bien, pero por favor siéntate que ahora te pongo un café y una pastilla, ya que me supongo que tú también te habrás levantado con algo de resaca – me dijo— Un poco si la verdad, pero lo único que me va a despertar de verdad es un buen café — le dije riendo los dos.— Espero que te guste el desayuno que he
Cuando llegamos a la clínica, Adam aparco su coche en el parking que había al lado, bajamos los dos acercándonos hasta la entrada sin decirnos nada pero, teniendo que retirar mi mano, ya que Adam intentó varias veces cogermela. Cuando entramos en la clínica, varias enfermeras me saludaron acercándose a nosotros muy sonrientes— Hola Katia, que bueno que vuelves a trabajar con nosotros — me dijeron abrazandonos las chicas que me conocían— Gracias a todas, yo también me alegro de volver y espero quedarme mucho más tiempo — les respondí— Buenos señoritas, todos nos alegramos de que Katia vuelva a trabajar con nosotros, pero hay pacientes que nos espera, a la hora del descanso os reunis y podéis hablar, pero ahora toca trabajar — dijo Adam, marchandose las enfermeras que se acercaron a mi— Bueno que, ¿te acompaño a los vestuarios o aun te acuerdas dónde están? — me preguntó— Aun me acuerdo de donde están los vestuarios gracias , después de cambiarme nos vemos — le dije, dirigiendome s