Una semana más tarde y estando tranquilamente en casa con mi hijo y con Anastasia en el salón mientras Flor estaba en la cocina haciendo la cena, empezó a sonar mi móvil, me levanté del sofá que era donde estaba sentada, cogi mi movil de encima de la mesa mirando primero la pantalla para ver quien me llamaba, viendo que era Johana, contesté rápidamente.— Hola Johana ¿qué tal estáis? — pregunté— Bien y mi sobrino, tendrá ya novias en Irlanda — me dijo haciéndome reír— Dejate de novias que aún es muy pequeño — le dije— Katia, Mark está saliendo con una enfermera que ha conocido en el hospital, si no espabilas te quedarás sin él, porque Mark ya no me pregunta ni por ti ni por vuestro hijo, por favor no seas cabezona y habla con él o mejor vuelve con él por favor. — me dijo— Me alegro que haya encontrado una mujer Johana no pienso volver por ahora, lo siento – dije— Mira Katia, no me hagas hacer un viaje a Irlanda y traerte estirando de la oreja, por favor vuelve — me dijo gritándom
Después de que las mujeres me volviera a bañar, me vistieran, me peinaran y me arreglaran, Erik me cogió del brazo marchandonos de ese apestoso cuarto hasta el exterior donde había un vehículo aparcado en la misma puerta de aquella casa, no sé cuántos kilómetros recorrimos hasta que llegamos a una vivienda de dos plantas con portero automático. Cuando se abrieron las puertas y el coche entró, aparcaron a un lateral de la casa bajando Erik y yo solamente del coche dirigiéndonos hacia el interior de la casa donde había una pareja dentro, pinchandome algo Erik en mi cuerpo que me dejó sin voluntad propia, ya estando en el interior de la casa, Erik, la pareja y yo nos sentamos en un precioso sofá para hablar ellos, ya que yo no sabia ni donde estaba por culpa de la droga que Erik acababa de pincharme.Me estaba quedando medio dormida, cuando me di cuenta de que alguien me cogía en brazos tumbandome en una cama., Cuando desperté, estaba completamente mareada, intente levantarme de la cama
Cuando el miembro de Martin se quedo flacido, se apartó de mí y se puso de pie, poniendose otra vez los boxer sentándose a mi lado acariciando mis mejillas, mientras me miraba— Eres preciosa Katia, lastima que nos hayamos conocido así y no cuando yo buscaba una verdadera mujer — me dijo— ¿Que me has pinchado Martin? — conseguí preguntarle— Un sedante flojo, pero porque tu me has obligado, si quisieras tú, no te tendría que pinchar más, me gustas mucho Katia y eso que nada más estas dos dias en mi casa — me dijo— Por favor no me pinches más, haré todo lo que me pidas, me encuentro muy mal cuando me pinchas el sedante, Martin llevame al cuarto de baño por favor voy a vomitar — le dijeMartin me cogió en brazos, entrando en el cuarto de baño conmigo, cogiendo mi pelo para que no me lo manchara, mientras yo vomitaba todo lo que había en mi estomago. Me lave la boca en el mismo cuarto de baño, llevándome el hombre otra vez en brazos hasta el dormitorio, tapo mi cuerpo con la sábana tum
Cuando escuches lo que Martin me dijo, me marché de la piscina hacia mi dormitorio cerrando la puerta con el cerrojo, entre en el baño para ducharme y quitarme el cloro de la piscina, y aunque escuche como golpeaba la puerta Martin llamándome, hasta que no termine de ducharme, secarme el cuerpo y vestirme no le abri la puerta, viendo el semblante de su cara muy serio.— No vuelvas a encerrarte otra vez en el dormitorio,me oyes Katia — me gritó— Y tu no vuelvas a gritarme, no te pertenezco — le grite— Bueno vamos a calmarnos primero Katia, si te he ofendido lo siento, no era esa mi intención — me dijo ya más calmado— No me has ofendido, pero no es contigo con quien quiero pasar el resto de mi vida, estoy enamorada del padre de mi hijo — respondíEsa tarde la pasamos tranquilos los dos, después de comer, el se tumbó en un sofá y yo en otro ya que eran los dos sofás que había en aquel salón.bastantes grandes y muy cómodos. A la hora de la cena, entramos los dos en la cocina para prepa
Dos semanas después de que llegara a la casa para quedarse la esposa de Martin, lo llamaron a él para reincorporarse a su trabajo quedando yo sola con Lucia que era así como se llamaba la esposa de Martin. Mientras ella se iba a la terraza a tomar el sol en las tumbonas que habia o a bañarse en la piscina, a mi me hacía limpiar toda la casa, hacer la comida para ella sola al mediodia, haciendo tambien la cena para ella sola, marchandome a mi dormitorio muy cansada con un simple bocadillo después de estar todo el día limpiando y trabajando para ella, cambiando todo eso cuando venía Martin los fines de semana, y que la señora me ponía el collarín de sumisa en el cuello, atada la cadena a la cama, dejando lo suficiente para que me pudiera bañar y hacer mis cosas en el cuarto de baño, pero que no pudiera salir de mi dormitorio, aunque alguna noche que otra Martin entraba en mi cuarto cuando yo ya estaba dormida despertando cuando él introducía su duro miembro dentro de mi— No voy a dejar
Después de estar casi una semana en las Vegas, sedándome Erik casi todos los días para que no huyera de él, nos marchamos de aquella pensión, subimos a un coche dirigiéndose Erik al aeropuerto volviendo a subir al avión, Nada más aterrizar en Florida, me pusieron una gorra amenazando con un cuchillo si gritaba en el aeropuerto o decía algo que no fuera, si gracias, pero cuando íbamos a salir del aeropuerto vi por casualidad a Mario el amigo de Mark, me solté del agarre de Erik como pude, corriendo hacia donde se encontraba Mario, cogiéndole del brazo con mis manos, mientras mis lágrimas caian por mis mejillas solas.— Suelta a mi mujer — le dijo Erik — Me da lo mismo que sea tu mujer cabrón, la secuestraste y ahora se queda conmigo — contestó Mario La gente nos miraba por los gritos, acercándose a nosotros la seguridad del aeropuerto preguntando, Mario les contó que fui secuestrada por el hombre que me acompañaba, los guardias le pidieron la documentación a Erik, enseñándole este el
Llevaba dos meses en tratamiento psicológico, teniendo mucha paciencia Mark conmigo, acompañándome a todos los lugares que yo iba, durmiendo él solo en la habitación contigua a la mía. Una noche me levanté para coger de la cocina un vaso de agua, me fui al dormitorio donde dormía Mark, me quedé de pie mirando cómo dormía, deje el vaso en la mesita temblando, me desnude acostándome a su lado, despertándose Mark mirándome sorprendido. — Por favor Mark, hazme el amor, — le pedí — Si tengo que parar dímelo, no pasa nada, amor mío — me dijo Mirándonos los dos acaricio mi vientre con sus dedos, beso mi cuello, lamio el lóbulo de mi oreja, beso mis labios haciéndome cerrar los ojos, acaricio mis pechos diciéndome cuanto me amaba, lamio mis pezones, mis pechos, bajo la mano hasta mi sexo. — Estás temblando Katia ¿estas, segura? — Sigue por favor —le dije Cuando bajo su cabeza hasta mi sexo, me puse a llorar en silencio, parando él de darme placer, besando mis lágrimas — Tranquila car
Tuve que declarar declarar que Erik nunca me obligo a hacer nada que yo realmente quisiera, pero si me tenía sodomizada, que todo lo que hice y me hizo fue consentido por mi parte, y que era verdad que estábamos casados legalmente, mientras Erik y yo nos mirábamos a los ojos, protestando mi abogado en algunas preguntas que me hizo el abogado de Erik. Derrumbándome, después de declarar, llorando sin consuelo en los brazos de Mark, Cuando entró en la sala el matrimonio, con el que tuve mi bebe, El abogado de Erik, les hizo subir al estrado por separado, hablaron maravillas de Erik y que yo consentí en ser vientre de alquiler para la pareja, pagándome ellos a mi cierta cantidad, demostrando el abogado de Erik, una cuenta de un banco a mi nombre con esa cantidad, dejándome inerte cuando lo escuche, ya que yo no tenía ninguna cuenta en el banco que el abogado de Erik le dijo al juez. Cuando el juez se retiró a deliberar, salimos a la calle intentando Mark tranquilizarme como pudo. Erik qued