Cuando el avión aterrizó después de varias horas de vuelo, bajamos las escaleras acercándonos a una limusina que había aparcada en la misma pista de aterrizaje y al lado del avión, cuando ya estábamos donde el vehículo estaba aparcado, mi padrino me presentó al chofer antes de subirnos los dos a la limusina sentandonos los dos en los asientos de cuero negro. No sé cuánto tiempo tardamos ni cuantos kilómetros hicimos, ya que me quede mirando por la ventanilla del vehículo el paisaje, todo era precioso aunque estaba lloviendo bastante, se podía apreciar la belleza de aquel hermoso paisaje. El chofer paró la limusina delante de la puerta de una casa antigua, pero que me pareció, que guardaba muchos recuerdos en las paredes exteriores, entramos en ella acercándose a nosotros dos mujeres vestidas con uniforme, saludando primero a mi padrino con una sonrisa cada una en sus rostros.— Katia cariño, te presentó a Anastasia, mi ama de llaves y a Flor la cocinera, ellas dos son las que me cuida
Cuando ya estaba la comida preparada en la mesa, mi padrino y yo nos sentamos en las sillas del salón para comer, aunque yo no tenía mucha hambre ya que tanta emoción junta, mi estomago no me permitía comer lo que yo hubiera querido, una vez que terminamos, me marché a mi dormitorio para vestirme, adecuadamente para la entrevista con el amigo de Aaron, aunque ya sabía que me iban a aceptar, preferi vestirme con una falda de tubo, una camisa del mismo color que la falda y una chaqueta, me pinte la cara con colores muy suaves, me puse unos zapatos de tacón que encontré en el vestidor de mi dormitorio y que dio la casualidad de que eran de mi misma talla de zapato, cogi mi bolso marchandome del dormitorio hacia el salón donde mi padrino ya me esperaba para marcharnos. Cuando entré en el salón, Anastasia que estaba al lado de Aaron, se acercó a mí dándome un beso en la mejilla, deseándome mucha suerte. Mi padrino y yo nos marchamos fuera de la casa donde ya nos esperaba el chofer con la p
Aunque casi no pude dormir esa noche, ya que eran demasiadas emociones, me levanté por la mañana muy temprano, miré por mi móvil el cambio de horario de Florida con Irlanda, para llamar a mi amiga Johana y preguntarle por mi hijo. Marque su número de teléfono con las manos temblorosas, dejando que sonara varias veces hasta que escuche la voz de mi amiga, marcando las palpitaciones de mi corazón a más de mil por hora al escuchar a mi amiga Johana al otro lado del teléfono.— Johana, soy Katia ¿como estais? — pregunté— ¿Katia, eres tú de verdad? — me preguntó— Si amiga, soy yo, ¿cómo está mi pequeño? — dije— Mi sobrino está muy bien, pero el que está completamente hundido es Mark, te echa mucho de menos, pero dime ¿dónde estás? que cuando te vea te voy a dar una paliza que se te van a quitar las ganas de desaparecer otra vez — me dijo haciéndome reír— Estoy en Irlanda, pero no le puedes decir a nadie dónde estoy, ni a Mario por favor, Johana aún estoy en peligro y gracias a Dios mi
Cuando vi a Robert Anderson, creía que iba a perder por un momento el conocimiento, ya que él fue si se puede decir así, el culpable de mi primera ruptura con Mark, — Bueno ya que parece que os conocéis muy bien, yo me marcho a mi despacho y Katia por favor, cualquier cosa que necesites dímelo ¿de acuerdo?, por cierto doctor Anderson, lleva a Katia hasta los vestuarios y que se ponga el uniforme, por favor — me dijo mi jefe, marchandose seguidamente y dejandome sola con Robert— Vaya sorpresa te habrás llevado, ¿verdad? seguro que no esperabas encontrarme aquí y ¿el idiota de Mark¿, ¿aún sigue enfadado contigo, porque nos vio follando en aquellos vestuarios? — me preguntó— He venido para trabajar, no para contarte mi vida, asi que tu eliges, o vamos a trabajar o le pido un traslado de departamento a Adam con efecto inmediato, diciendole al jefe que eres un puto violador — respondi muy enfadada— De acuerdo tu ganas, tranquila, pero tienes que aceptar una invitación mía para cenar,
Me senté a su lado en el suelo en un intento de calmarlo, Robert puso su cabeza apoyada en mi hombro cogiendo mi mano.— Siento haberte gritado delante de tud compañeros, pero me duele haber perdido a un paciente de esa manera — me dijo— Es lógico que te encuentres asi, pero sabes que hay veces que podemos salvar vidas y otras veces no está en nuestras manos, ahora tienes que animarte y seguir luchando — respondí— Gracias Katia, eres un angel para mi después de lo que te hice pasar — me dijo mirándonos los dos, dándome cuenta de que poco a poco iba acercando su boca a la míaEnseguida me levanté del suelo lo más rápido que pude, recompuse mi ropa, recogí mi bolso de la taquilla para marcharme de los vestuarios, ya que mi jefe Adam me estaba esperando en la entrada de la clínica para irnos a comer los dos, como me dijo.— Yo, lo siento pero me tengo que marchar, cuidate Robert y mañana verás todo más claro ¿vale? — le dije antes de poder marcharme de los vestuariosYa en la entrada d
— Sería una muy buena idea la tuya Adam, pero primero Katia tiene que poner algunos asuntos en orden y luego ya hablareis los dos, ahora lo que más me importa es encontrar a ese sinvergüenza, por si se la vuelve a llevar con él, no se que mas le podria hacer ami protegida — respondió Aaron — Te lo agradezco de corazón Adam, pero por ahora no puedo aceptar tu proposición, hay muchas cosas que como te ha dicho Aaron, necesito arreglar en mi vida — les dije— De acuerdo no te preocupes Katia, por lo menos me marcho con la ilusión de que no me has dado un no rotundo, bueno me marcho ¿mañana nos vemos en el trabajo? — preguntó— Mañana nos vemos entonces,y no te preocupes por eso, que allí estaré — le dije sonriendoDespués de cenar, Aaron y yo nos quedamos en el salón viendo la televisión, cuando de pronto empezamos a escuchar sonar mi móvil, me levanté del sofá para coger el móvil que lo tenía dentro de mi bolso, al mirar la pantalla vi que era Erik el que me estaba llamando, mire a Aar
Al día siguiente y sin ningún equipaje, ya que nos íbamos a quedar solamente en mi pueblo para enterrar a mis padres. Nos marchamos en la limusina, Aaron, Adam y yo hacia el aeropuerto donde estaba el avión privado de mi padrino preparado para volar, al llegar, el chofer nos abrió la puerta del vehículo bajando los tres y subiendo por las escaleras, poniendo rumbo a los Estados Unidos, segundos después el piloto. Cuando el avión aterrizo, bajamos de él subiendo a un vehiculo negro con las lunas tintadas, marchandonos a mi pueblo. Durante el viaje pude llamar a mi amiga Johana para decirle que pronto nos veríamos en nuestro pueblo ya que yo iba ya de camino. Llegamos al pueblo, el chofer aparco el vehículo enfrente de la puerta de la casa donde vivían mis padres, donde la gente que me conocía y me vio bajar del vehículo, se acercaba hasta donde yo estaba dando el pésame, cuando de pronto se abrió la puerta de la casa, viendo a Johana salir de ella con mi hijo en sus brazos, me acerque
Nos quedamos mirándonos a los ojos, acercando nuestros labios, besandome Mark muy suavemente mientras yo le rodeaba su cuello con mi mano, enredando mis dedos en su pelo, apretando sus labios a los míos. Me tumbo en el sofá, sin dejar de besarme, mientras acariciaba mis pechos por encima del camisón que yo llevaba. Mark se puso de pie sin dejar de mirarme mientras se quitaba la ropa, haciendo yo lo mismo, quedándonos los dos desnudos tumbandonos en la alfombra del salón al lado de la chimenea que tenía encendida. Nos besamos despacio y sin ninguna prisa, acariciando Mark mi cuerpo con sus dedos, lamiendo despues mis pechos, mientras sus dedos rozaban mi sexo haciendome gemir de placer.— Eres preciosa y eres solo mia Katia, no te dejaré marchar, quiero que te quedes conmigo para siempre — me dijo— Eso no será posible Mark, mientras Erik este buscándome, no voy a ponerte en peligro a ti, mañana me marcho y con mi hijo — le dije, levantándose de la alfombra Mark muy enfadado— No te d