EL OSCURO SECRETO DE ADAM MUSK —CAPÍTULO 6ADAM.4 años después… —Señor… su vuelo está listo para esta noche… su apartamento será cerrado y quedará al cuidado de un ama de llaves, el director general ya ha firmado el contrato para quedarse en su nombre en la empresa, y todos los últimos detalles han sido corregidos.Asentí cuando mi asistente vino a informarme y luego giré mi muñeca para ver la hora.—Gracias…Ella asintió y se dio la vuelta, pero la llamé de inmediato, porque era obvio que debía concluir una última cosa.—Toma esta dirección… envía unas flores… esta caja, envíale esta joya también y escribe cualquier cosa de despedida. Creo que en internet hay algunas ideas… —ella parpadeó rápido, pero tomó la caja y la tarjeta con la dirección—. Si algo llama aquí… dile que no puedes dar información personal.—Si señor… por supuesto…Me recosté en el asiento, y restregué mis ojos.Después de estos largos y maldit*s años, me iba de regreso a New York, y por más de que pareciera una
ADAM. Actualidad… Me bajé del avión mientras vi como los autos y hombres de mi padre, me esperaban allí en el aeropuerto, en la parte privada de los jets. Ver toda esa seguridad me causó un malestar en el estómago de solo pensar que papá seguía viviendo con miedos. Sin lugar a dudas el aire en New York era diferente, y olía a diferente. Me metí en el auto una vez abrieron, y estos se dirigieron directo a la mansión, donde prometí a mamá quedarme por esta noche. No pasaron unos minutos que mi celular se activó cuando recibí una notificación de una modelo con la que salí estas últimas semanas, y eliminé el mensaje que solo decía: “¿Por qué te has ido así?” Guardé el móvil en mi chaqueta cuando noté que la residencia aparecía en mis ojos, y luego tomé la aspiración completa cuando vi que los tres, me esperaban en la puerta de esta. —¡Adam…! —mamá fue la primera en lanzarse a mí. Apreté su figura, y di un beso en su cabello mientras cerré sus ojos. Decir que la había extrañado er
ADAM. —Adam… —mi hermana me puso la mano en el pecho, y no sé por qué no medí la fuerza cuando la quité de mí para que dejara de tocarme o incluso asomarme su lástima—. ¡Adam! —Necesito aire… yo… déjame solo, Sofie… —ella asintió rápido, y me apresuré a quitarme la ropa para abrir la llave y dejar el agua fría correr por mi cuerpo cuando ella se fue. Muchos calambres recorrieron mi cuerpo ante el frío, y cerré los ojos, para golpear mi puño contra la pared. ¿Qué podía esperar? ¿Que ella se mantuviera sola toda la vida? Sin embargo, lo único que quería en este momento era ir tras ella, sin importar nada. Traté de dormir después de la ducha, pero con una información como esa, era imposible estar en paz. Hice unas llamadas telefónicas a Inglaterra, y luego me metí en la computadora para revisar algo de la bolsa, cuando escuché a mamá entrar en la habitación. —¿Adam? —asentí mientras ella me acercó una bebida con una sonrisa que eliminó, cuando estuvo en mi frente y vio mi aspecto—.
ADAM.No sabía cómo poder lidiar con esta cena el resto del tiempo, quizás se me haría imposible pasar cualquier trago, pero mirando a mi hermana, supe que debía moverme con inteligencia.En un momento Sofie le dijo algo a este bastardo en el oído, y pude notar en su mirada y en sus gestos, como Alexander Mars aquí no solo estaba jugando un papel de venganza.¿Quién en su sano juicio tarda 3 años para culminar con su venganza? Me quedé quieto, y solo lo miré, él no era inmune a mi hermana, pero de seguro haría algo para lastimarla y terminar la cadena.Tomé la copa de agua que había frente a mí mientras mi mente hacia vueltas.¿Qué carajos había esperado este tiempo? ¿Acaso papá pensó que se iba a quedar así? Era claro que ese tipo no tenía palabra, y además, lo que hice a Sara, era solo culpa mía.Me había faltado los cojones.Entonces apreté mi mandíbula muy fuerte y tomé el aire.—¿Cuándo nos reuniremos con toda la familia? —Sofie sonrió cuando lo pregunté, pero Alexander solo me e
ADAM.Llegamos a la mansión, cuando nos anunciaron que mamá se encontraba con mi padre en la habitación principal, y vi a Sofie correr los escalones de dos en dos, para adelantarse.Pude notar como ambas se abrazaron y mi madre negó hacia ella.—No es nada… tu padre exageró —miré a papá completamente serio detrás de ellas y luego Sofie me miró.—Nos dieron un gran susto.—¿Estaban juntos ustedes dos? —preguntó mamá, pero Sofie se mantuvo callada.—Si… estábamos cenando… de hecho no lo pudimos hacer…Papá me envió una mirada asesina, pero ahora no dejaba que eso me perturbara.Sabía que en parte no tenía la culpa, porque él si era un hombre de palabra, pero me quedé mirándolo sabiendo que todo lo que se avecinaba encima, iba a dolerle. Y mucho.—¿Qué fue lo que pasó? —la pregunta de Sofie me hizo mirar a mamá.Sus ojos se fueron a papá como si hubiesen discutido, y aunque sabía que este no era el momento, lo dejé salir.Era demasiado ya.—¿Estaban discutiendo el tema de Adam? —me llamé
ADAM.Pasó al menos una hora para que Sofie se calmara, y cuando eso terminó, ella ya no quiso ver su celular de alguna manera.—Fui… Yo fui una venganza, Adam… —los labios de Sofie vibraron y me apresuré a cortarla—. Pero te lo juro… fue tan real… fue…—Sofie… Estoy convencido de que en un principio fue así… pero ¿3 años? Nadie toma tanto tiempo para vengarse… —ella me miró con tristeza y negó.—Yo… siento que lo amo tanto, Adam… no te imaginas lo increíble que ese hombre ha sido conmigo. Todo lo que hemos pasado… este taller que incluso me arriesgué a construir, lo planeé con él… Tomé una aspiración y asentí.—¿Qué vas a hacer? —ella negó.—Nada… no voy a perdonarlo nunca… yo no puedo… —se quedó callada por largo tiempo, y luego me miró—. Ni a papá… ni a mamá… —mis ojos se abrieron un poco asombrado—. Ellos son tan culpables como ese… imbécil. ¡Ni siquiera sé su verdadero nombre!La irritación de Sofie pasó de la tristeza a la rabia en un segundo.—Quédate aquí hoy… es lo mejor —el
SARA.—Pero… ¿Iremos al centro comercial? —tomé un aire profundo y asentí por cuarta vez hacia Liam, que cuando quería, era demasiado insistente.—Mi amor… vamos a ir. Solo qué mamá necesita ir a atender un asunto, ¿de acuerdo?Él asintió con su carita sonriente, mientras Dana me miró.—Falta muy poco… —asentí mirando al frente e indicándole al chofer que estacionara delante del auto que había frente a la tienda.—No vamos a comenzar, Dana… me casaré con Oliver, punto final.Bajamos en el instante y entramos a la recepción. Hoy haría todo el arreglo del buqué, y las flores que se utilizarían en la pequeña boda, que Oliver y yo habíamos planeado desde hace dos meses.Me senté en el sofá cuando nos indicaron que esperáramos a la encargada y solo pude mirar a mi pequeño que jugaba con su carrito.A pesar de que había pasado tanto tiempo, se me hacía un nudo en la garganta cada vez que miraba a mi hijo. Liam era como una miniatura de Adam. Como si su presencia me lo recordara cada nada, p
SARA.Literalmente empujé a Adam para ir al auto, pero ver que en su mirada solo estaba esa decisión, me había hecho helar los huesos.Le dije al chofer que arrancáramos cuantos antes, y solo cuando Dana puso la mano encima de mi brazo, comprobé que estaba titilando y que incluso había derramado algunas lágrimas.—No me odies… pero ese Adam… realmente es… —Dana comentó a mi lado y negué enviándole una mirada asesina.—Dana…—Lo había visto en fotos, lo juro… pero es tan alto…—¡Basta! —ella hizo una cosa con sus dedos como si cerrara su boca, y luego abrazó a Liam que estaba concentrado en su juguete.Recosté mi cabeza al asiento, y le indiqué al chofer llevar a casa a Dana para que se quedara con Liam. Yo necesitaba ir con mi hermano, con urgencia.Le di un beso a mi hijo cuando se bajó con Dana, y luego me contacté con Ale que estaba en un edificio cerca. Casi me tiré sobre él cuando llegué a la oficina, y lo miré con desesperación.—Adam está aquí… me… buscó… —mi boca tembló con ev