Narrador.Envidia, celos, enfado, y decepción todos estos sentimientos negativos tenía Sebastián cuando decidió aprovechar que Claudia estaba muy enfocada en disfrutar de los bocadillos y la bebida para ir en busca de Ignacia. Entonces como no podía ingresar a los baños para damas se quedó recostado de la pared de lado afuera y en cuanto ella salió la tomó del antebrazo.La envidia se la generaba verla tan radiante como nunca lo fue con él; envidiaba a Matías por tener lo que no tuvo el debido a que Ignacia por estar pendiente a los niños, muchas veces no se arreglaba como ve que lo hace estando con Matías, pero en parte era porque a ella no le nacía hacerlo, ya que las veces que lo hacía él ni la elogiaba y si le provocaba interés sexual el romanticismo era nulo y los juegos previos por igual.Los celos también se debían a qué volteó a ver a su actual esposa que antes al ser su amante veía con ojos distintos, suponiéndola mejor porque Claudia lo acompañaba a la disco, y a lugares q
Narrador.—Mi padre debía mucho, y cuando las personas que venden eso en los callejones exigieron su pago él mató a uno, entonces la pandilla completa fue a mi casa y acabaron con todo, en realidad ellos no querían dañar a mi mamá, pero ella se interpuso en el mismo momento que uno le tiró con una navaja a mi padre, aunque no sé por qué lo protegía si no hacía más que dañarnos igual dió su vida por él —, ella se agarró la cara con ambas manos aguantando sus codos entre las piernas— se dice que una madre lo da todo por sus hijos, pero ella vivía más pendiente a mi padre que a nosotros y aún no puedo comprenderla. Mira a Ignacia, ella es un ejemplo, lo da todo por sus hijos, aunque eso signifique sufrir, ser mala o perversa, no hay una cosa que haga que no sea poniéndolos a ellos en primer lugar, yo, aunque no soy madre, hago lo mismo con mi hermano Enso; él es mi prioridad.—Perdónala, simplemente quédate con lo bueno es tu vieja, yo a la mía la quiero un chingo, aunque ella a mí no.
Narrador.Procedió hasta quedarse completamente desnuda, se subió a la cama y se le montó encima para besarlo; el beso fue tan cargado de ternura que Tobías se sentía como niño pequeño tomado de la mano, siendo guiado por un adulto, con el cual se sentía protegido y seguro, dos sensaciones que nunca antes había conocido.Matías era como un padre para el que por momentos le brinda seguridad y tranquilidad, pero no al 100% porque Matías igual se sentía tan desprotegido como él.Luego ese beso pasó a ser tan apasionado, que le robaba el aliento. Pero eso no quitaba que lo regresara con el mismo fervor, mientras sus manos acarician el trasero y la espalda de Luisa que a cada momento gemía y hacía para atrás sintiendo más las caricias.Cuando ella se hizo para atrás, las manos de él cambiaron de posición para acariciarle los pechos y con sus dedos estrangularlo un poco y ella solamente gemía del gusto que le causaba.Tobías se mostraba dulce, no la tomaba como una de esas mujeres de las qu
Narrador.Matías salió a montar a caballo mientras el arrebol del amanecer le daba un toque hermoso al día combinado con el petricor que produjo la lluvia al caer en la madrugada, creando que de la tierra mojada saliera un aroma relajante, pero nada de estas agradables cosas que le brindaba la naturaleza la podía disfrutar, encasillado en su problema. A pesar de haber dormido abrazado a su esposa, no estaba conforme con cada cosa que pasaba y todo por culpa de ese hombre malviviente que no hace nada más que no sea dañar.«Ahhh, Ignacia…, Ignacia, eres mi único mal, uno que sin importar lo perverso y oscuro que sea me cuesta arrancar de mi vida»Una hora después llegó igual de mal como había salido, de nada le sirvió aquel paseo etéreo lleno de tranquilidad donde podía escuchar sus propios pensamientos, relajar su alma. Sin embargo, nada le daba paz solo ella, la mujer en la que le cuesta confiar, con la que siente en este momento mucho enfado, no ha sido ni siquiera capaz de besar sus
Narrador.Tras encontrarse solo en la cama, Tobías percibió una sensación de vacío, y no sabe por qué anheló encontrarse a Luisa entre sus brazos, pero era lo que en realidad deseaba más que nada que haya querido en la vida. Esta era la primera vez que ansiaba que una mujer con la que había follado amaneciera junto a él, si, por el contrario, no se acostaba hasta que su compañera sexual no se iba, y con Luisa fue tan distinto, se quedó dormido aferrado a ella, sin saber por qué la abrazó solo hizo lo que le nació en ese momento hacer.—¿En qué momento me dormí?— se preguntó así mismo aún lleno de incredulidad. —Luisa, ya te veré llorando por volver a mi cama, morrita deliciosa— chilló de felicidad levantándose con más energía que nunca. Tanta era su emoción que no se dio cuenta de que ya no temblaba incluso las ganas de consumir en ese momento no la sentía, todo lo que quería con fervor era verla a la cara y que corriera hacía él para plantarle un beso de buenos días.Entusiasmado a
Narrador.No importó cuanto Sebastián huyera de Claudia fue totalmente un fracaso, esa mujer es insistente hasta cansar; él huía para no tener que escuchar sus gritos y reclamaciones. Lo esperó parado frente a la puerta en la habitación en la que duerme él lejos de ella por el hecho de que no ha querido tocarla más y a pesar de que ella supone que su falta de interés se debe a que Ignacia se interpuso entre ellos, y la realidad es otra. Sebastián la evita todo lo que puede para que ella no esté insistiendo en tener un hijo.Él en sí, aunque no lo deje ver a otros está mal, nunca fue su prioridad ser padre, de hecho, ni le gustan los niños, pero eso a saber que nunca podrá tener hijos propios lo deprimió por completo.«No tengo por qué preocuparme, de todos modos, para todos ya tengo a dos mocosos» Pensó prometiéndose a sí mismo que ese hecho nunca debe cambiar porque el mundo debe seguir creyendo que es un hombre capaz, así se muera internamente; sin embargo, eso evitará que carg
Narrador.—Como si tuvieras una, — Iván torció la boca en un gesto de incredulidad, y se quedó viendo fijamente a Tobías quién asentía con rapidez— ¡anja cómo no! — se mofó, diciéndole a su manera que era un completo mentiroso.—Matías tiene varias avionetas y yo he manejado una recientemente.Tobías hablaba libremente, ya que no es de estar guardando sus secretos y Matías se pasó la mano por la cara a medida que se aclaraba la garganta para atraer la atención de su empleado, en cambio, él seguía muy absorto en su diálogo con Iván, puesto que le estaba gustando mucho la actitud de ese niño.—Tobías como quieres perder la jeta—le amenazó a su manera y Tobías en cuanto entendió que se había dejado manejar por la intensidad del momento paró abruptamente de hablar. «¡Mierda!, me va a asesinar don John» quiso pegarse a sí mismo en la boca. Con esa amonestación que le hizo Matías Luisa comprendió correctamente que Matías parece ser el líder de una banda de malhechores o algo parecido, ya
Narra Ignacia.En realidad, quiero estar segura antes de decirle que Iván es su hijo a pesar de que no soy tonta y sé que la prueba que me espera es grande y dolorosa. Ya que desconfía de mí sin tener conocimiento de esa verdad y sin importar cuán sincera será con no sé y temo a imaginarme que va a pasar cuando le confiese que le oculte la existencia de nuestro hijo y no obstante eso, sino que le elegí cómo padre a un hombre que él odia con mucha intensidad.—Y si yo saliera embarazada, ¿lo apartarías de mí?— Mis lágrimas salieron sin que me lo propusiera, la sola idea me duele. Soy una madre muy dedicada y entregada, tal vez soy de este modo porque ansiaba que mi madre fuera la mitad de buena de lo que soy yo, pero eso era demasiado pedir, a pesar de que tarde lo comprendí. Su falta de amor se debía a que no era en realidad la madre que me dio la vida y por más de 29 años justifique su manera de ser, puesto que suponía que ella era una persona fría y tan superficial con nosotras de