Stefano mira a los abogados primero, a su hermano, a Angela y por último a Ariana exclamando . . –Perdóname Ariana . . . sino no te mencioné antes este secreto de nuestra madre . . .—con voz irónica al final Stefano continuo –Te sentías tan orgullosa de Donato, eras la niña consentida de papa Donato y el orgullo de mama. . . que no me pareció romper tu mundo. . . el mío estaba roto desde hace muchos años y no quería causarte ningún dolor. Ariana se abrazó a su hermano y exclamó . . .-Porque de nuevo siento que te falle en la vida hermanito. –No . . . tú nunca me has fallado, tranquila. Quienes me fallaron fueron otros, iniciando por mi madre. –No digas eso Stefano. . . eso no es verdad. Una madre hace grandes sacrificios por el bien de sus hijos. . . Ya te comenté cómo el duque Monserrat y yo llegamos a . . ., a mantener una relación secreta durante un año. Y de esa relación prohibida. . . pero una relación valiosa para mi, porque aprendí amarme a mí misma, y dio como fruto
Para cuando Sophie vio posarse el helicóptero de Dante, ella dio un paso atrás y sonrió al verlo subir la colina en dirección hacia ella. Estaba guapísimo, vestido con un traje gris claro a medida y el cabello despeinado por el viento provocado por el aparato. Cuando Dante noto que Sophie estaba esperándolo, una amplia sonrisa asomó a los labios de él. Tal vez era un poco presuntuoso de su parte, pero lo halagaba que ella estuviera impaciente por que llegara. Su figura, esbelta aun curvilínea, a pesar del embarazo avanzado toda de blanco parecía una esfinge de mármol, con una nube de rizos enmarcando sus bellas facciones. –Hola la cena está lista –le dijo–. Ven, vamos a cenar. –Que bien. Pero como siempre quiero darme una ducha antes... cariño –Ni hablar; se enfriará la cena –replicó Sophie–. Si quieres cena caliente es mejor hacerlo ahora Dante sonrió con mofa. –Ok, hiciste tú la cena. . . bueno como la vez anterior. . . yo me siento a comer ahora y tú luego te vienes a la d
En la mañana Margaret conversaba con Dante cuando Sophie llego al comedor del jardín –Hija buenos días. . . te traeré un te con tu desayuno.–Comento la madre al ver el aspecto de su hija –Buenos días, familia. –Dijo Sophie con seriedad y mirando a su madre exclamo –No te preocupes mama, ya me lo traen. –Voy a revisar va en la cocina el desayuno, permiso Dante quedas en tu casa, y ya envió tu pedido –No dormiste bien. . . verdad?–pregunto Dante.–Por qué no pasaste la noche junto a mí. Yo te hubiera ayudado. . . con un masaje. –Gracias. . .pero yo debo buscar resolver mi situación –Tuviste otra pesadilla. . . te ves ojerosa. Si estuviera Donato te diría . . . Sophie lo corto y exclamo –El no comentaría nada –Pero, en el pasado me decías que era maravilloso. —Fingía que era el padre amable y cariñoso que deseaba. Creía que si lo imaginaba y lo comentaba con todas mis fuerzas, se haría realidad. Sophie lo miró con ironía. —Se me daba bien fantasear. Me creí que estabas enamo
–¡Maldita sea! –exclamó Dante, enfadado consigo mismo, pero sabía en el fondo que haría sufrir aún más a Sophie cuando supiera que él estaba enterado de ese secreto de su origen que lo dejo consternado. Por asuntos de trabajos le toco que viajar y quedarse en Luctano, tenía que verificar como iba el viñedo, así que pasaría allí varios días y eso lo inquietaba. Dante miró los altos robles y supo que tenía que hablar con su padre, pero cuando llegó frente a la tumba de Donato no sabía qué decir. . . . –Siento el escándalo que he provocado con tu hija, padre».. . . pero. . . Se paso por la mano por el pelo. –No. . .lamento mucho tener un hijo con ella. . .padre. Yo no la siento como mi media hermana, yo la conocí en el pasado y la vi como mujer. . . mi mujer. –Siento mucho si esto te hace avergonzar, donde quieras que estés. Si es un error, . . . en el fondo de mi ser, no te lo niego papa . . .me encantaría repetir ese error; las veces como le fuera posible. En cuanto al niño... –
Cuando ya estaba alejadas del palacete, Sophie miro el palacete del Duque Monserrat se alzaba majestuoso y frente él. . . un hermoso horizonte, un símbolo de opulencia y poder que pronto pasaría a manos de Dante, y por ende, de Angela, su madre. El rumor de las olas rompiendo suavemente en la orilla proporcionaba un telón de fondo tranquilo para su caminata, pero los pensamientos de Sophie estaban ocupados por la presencia constante de Dante en su mente y de Angela su madre, quien siempre estaría allí tratando de perjudicar su vida y relación con Dante. La atmósfera de grandeza del palacete siempre estará empañada por la presencia de Angela, cuya presencia siempre traía consigo una sombra de hostilidad. –Que esto no te haga sentir mal. . . Sophie. . .Ángela es sin duda una persona enferma mental y espiritualmente, no dejes que su mal te perjudique hija. –No madre eso nunca pasará. . . tú me diste una crianza con valores madre, me enseñaste la palabra humanidad y eso es un gran
En el despacho de los abogados, Dante, Stefano y Ariana se encontraban junto a Ángela, quienes esperaban con expectación las palabras de sus abogados. Los cuales, con seriedad en sus rostros, comenzaron a explicar la situación a la madre de los tres. –Señora Ángela. . . comenzó Robert. . .– Es importante que comprenda la situación. . . los bienes heredados por sus hijos no están sujetos a su control. –Ellos son mi hijos. . . Stefano vive en el chalet en otra ciudad, Ariana se casó con ese tipo. . . y vive con su esposo en unos de los anexos del hostal. . . Ángela miro a Dante con sorpresa y exclamo. . . –Tú. . . nunca estas en un sitio fijo, viajas mucho y te lo pasas en los hoteles de la familia y el viñedo, de que se oponen ahora. –Ahora es distinto madre,… seré padre pronto. –Ese no es tu hijo. . . esa es una oportunista. . . –Ya basta madre. . . trata de tener claro la situación. Robert continua no quiero discusiones. Robert se acercó más a Ángela y continuo. . .–El testam
Sophie no respondió al saludo de Dante, sin mirarlo se encamino hacia la cocina en búsqueda de su mama, al encontrarla le exclamo con voz queda. . . –Madre, disculpa me envías a Elizabeth como reemplazo por un rato debo ausentarme un buen rato de la recepción La madre al mirar a su hija y ver el rostro airado de ella, y ver a Dante llegar con paso lento se imaginó de inmediato el causante de las emociones en ese instante de Sophie y comentó –Cariño, . . . ¿Te pasa algo?. . . tienes un color esa expresión expresión en tu rostro me preocupa –Ahora no mama. . . hablamos más tarde. . . –contesto Sophie con un tono de voz baja Margareth algo preocupada comento. . .–Respira varias veces vota el aire poco a poco. . . mira que ese tipo de emociones no son buenas para tu salud Sophie sonrio y asintió con la cabeza –Tomate el resto del tiempo. . . ve y descansa, Eli te cubrirá cariño. . . –Gracias. . . madre. . . hablamos luego. Dicho esto Sophie se marchó con rumbo a su cabaña, iba r
A la mañana siguiente Anna, Stefano, Sophie y Dante volaron a Italia en el avión privado del consorcio Watt. Dante se había encargado de todo y al aterrizar en el aeropuerto de Pisa, la limusina del grupo MOnserrat con chófer los esperaba para llevarlos a Livorno. El puerto era uno de los más importantes de Italia. Unos años antes, el duque Monserrat y Donatto habían adquirido una flota de seis barcos de carga y había fundado la empresa de transportes Watt&Monserrat , una filial del Grupo Monserrat. El coche se dirigió hacia el centro histórico y se detuvo ante un gran edificio neoclásico que albergaba la sede del Grupo Monserrat. Sophie apenas había dicho nada desde que salieran de la isla y en aquel instante Dante la oyó tomar aire. –La rueda de prensa está programada para mediodía – dijo Dante a todos–. Franco se ha ofrecido a anunciar públicamente la decisión que se tome en la junta, si te quedas o te vas, o si se vende la empresa. –Se quedará con las ganas. . . La empresa no