Capítulo 15 — Por fin me lo pedíaOriana:Dude muchas veces de ir o no a la cita con Iván, tenía miedo de traicionarme y decirle que era conmigo con quien había pasado la noche, cumpliendo la fantasía más íntima que tenía de que fuera a él a quien me entregara por primera vez. Realmente no sabía si agradecerle la Universo o maldecirlo, ya que ese hombre nunca será mío. Luego de vestirme lo más se*xy que una ropa casual permite, cogí valor y fui. Al llegar al estacionamiento, me entró una especie de ataque de pánico, que me tuvo paralizada, con las manos aferradas al volante, sin poder bajarme del coche, por unos 30 o 40 minutos, no lo sé en realidad. Pero lo superé, como todas las cosas en mi vida. Ya en la cafetería, tuve muy en claro que no era una opción revelar mi pequeño secreto, así que solo jugué con él, haciendo que se pusiera tenso y celoso, tal vez hasta un poco excitado de imaginar a otro hombre acariciándome, besándome y haciéndome el amor, como seguramente él se moría de g
Capítulo 16 — No lo hice por tiIván:No podía dejar escapar ésta oportunidad que se me presentaba, sabía que si la dejaba ir del café, allí terminaría todo y no lo permitiría. Cuando la tenía contra el coche y la escuché suplicarme entre gemidos, casi olvido que estábamos en un estacionamiento público y la tomo allí mismo sin importarme nada más, éramos solo ella y yo. Se sintió tan diferente, tan bien. El recuerdo que yo tenía era de nuestro beso bajo el pequeño muelle el día de mi boda con su madre, pero ahora ella era una mujer y me lo hacía sentir. Así que tenía que pedírselo, si bien dudó, estaba seguro que me diría que sí, ella lo deseaba tanto como yo, pero el maldito teléfono tuvo que sonar, y llegar con él la noticia de la muerte de su abuela, quien casualmente era mi suegra. Si bien me enojé al principio, no con Oriana, con ella no, sino con la situación, comprendí que lo que quería hacer era lo correcto, y cómo yo también tenía que volver por el mismo motivo, no me ocurrió
Capítulo 17 — Es un clásicoNarrador:Luego de aterrizar y pasar por todos los controles, Iván tomó de la mano a Oriana y la dirigió fuera—Vayamos hasta el parking, siempre que viajo dejo mi coche allíElla no hablaba, solo seguía a Iván. Al llegar al coche se detuvo en seco, a lo que Iván sintió un tirón en el brazo—¿Qué sucede, Oriana, estás bien? —preguntó con preocupación—No puedo creer que seis años más tarde, aún tengas el mismo coche—¡Ah, eso! —y sonrió aliviado — ¿Qué te puedo decir?, es un clásico y yo soy un romántico —la miró de arriba abajo y se acercó lentamente a ella, para tomarla de la nuca —además me trae buenos recuerdos… —despacio se fue aproximando sin desviar sus ojos de los de Oriana —esa fue la única vez que pude hacerte algo que realmente deseaba, sin restricciones, sin reprimirme —cada vez estaba más cerca, sus labios casi se rozaban y sus bocas comenzaban a jadear —adoré sentirte así, tan entregada, tan excitada y deseosa de que te tocara. Ese recuerdo m
Capítulo 18 — el AUDI ne*groNarrador:El cuerpo de Oriana, primero se tensó, para luego explotar en una serie de espasmos, latidos, gemidos y jadeos—Así, mi vida, dame tu esencia completa, goza, goza conmigo —y hundió su cara en el pelo de la joven, mientras esta temblaba al llegar al tan ansiado orgas*mo. Cuando se calmó y se separaron, Iván se llevó los dedos a la nariz —sigues teniendo un aroma exquisito —y luego a la boca —y un sabor deliciosoElla no emitía palabra alguna, solo respiraba con rapidez y no quitaba sus ojos de la boca de Iván, mientras él lamía sus propios dedos empapados de ella. Él se sintió satisfecho, ella conocía bien su sonrisa y esa era una de las cosas que adoraba de él, pues era una mezcla de cínica con morbosa.—Yo… —dijo al fin, pero no pudo seguir, la respiración no la dejó—Ven aquí —y la tomó de los hombros para traerla hacia él y besarla —eres un espectáculo de mujer —le dijo al separarse un poco, pero teniéndola siempre abrazada —adoro verte así —y
Capítulo 19 — CelosOriana:Estaba loca por Iván, ese hombre me había volado la cabeza desde que era una adolescente. Durante años soñé con tener un encuentro se*xu*al con él y ahora lo tenía, primero en la fiesta, pero no sabíamos que éramos nosotros, porque de haberlo sabido, seguro lo hubiera disfrutado el triple, pero ahora sí nos veíamos las caras, sabíamos quienes éramos en ese momento y no queríamos estar con nadie más que no fuera precisamente con el que estábamos. Era un sueño hecho realidad, sus besos, sus caricias, sus abrazos, hasta sus palabras susurradas en mi oído, hacían que mi pelvis punzara y se empapara al mismo tiempo. Me estaba llevando al paraíso, o tal vez al infierno, pero donde fuera, estaba feliz. Cuando su mano se deslizó por debajo de mis bragas mi cuerpo reaccionó haciendo que me erizara completamente, y cuando hurgó con su dedo en mi interior, creí, literalmente, que me derretía. No sé si todo el mundo disfruta del se*xo de esta forma, pero yo adoro lo qu
Capítulo 20 — Estaba ardiendoIván:Tener a Oriana, reclinada sobre el capote del coche, mientras hurgo en su intimidad, haciendo que se estremezca y llene de espasmos al llevarla al org*asmo, es algo que había querido hacer hace muchos años, y recién lo concretaba. De más está decir que me corrí junto con ella, era la única mujer que lograba ese efecto en mí, correrme como un adolescente, sin siquiera sacar mi mie*bro del pantalón. Solo podía imaginar lo que iba a ser poder tenerla para mí, en una habitación y poder hacer con ella todo lo que he imaginado. Solo deseaba poder cumplir todas mis fantasías se*xu*ales con ella, pero sobre todo, poder cumplir todas las que ella pudiera tener. Ya no era virgen, eso era algo que me había perdido, supongo que me lo tenía merecido por rechazarla tantas veces y luego no haberla buscado en todo este tiempo. Estaba seguro que podía olvidarme de mi obsesión con ella, pero solo se había adormecido, ya que al verla otra vez y ya convertida en una mu
Capítulo 21 — MírameIván:Me bajé del coche, fui hasta el lado del acompañante y le abrí la puerta. Ella mi miró desde allí abajo, y muchas cosas pasaron por mi mente, ninguna decente debo decir, pero mantuve la compostura—¿Vienes? —le pregunté y extendí mi manoLa tomó, estaba mojada, pues ella estaba sudando y no dejaba de temblar. Subimos con mucho cuidado algunos escalones y abrí la puerta de la habitación. Como todos estos lugares, la cama era redonda y espaciosa, todo muy rojo, sillones extraños y cadenas colgando del techo. Adoré la expresión de su cara al entrar. Se detuvo y no quiso seguir avanzando, así que la cargué en brazos y la deposité sobre la cama.—Iván, nunca había venido a un lugar así—¿Él nunca te trajo? —ahora el celoso era yo—Solo lo hicimos una vez… —dijo con pesar—Perdona —me senté a su lado —soy un imbécil, te pido madurez y me comporto como un crío —sus ojos no se despegaban de los míos y temblaban, su respiración era agitada y le costaba mucho —¿quiere
Capítulo 22 — La marcaOriana:Y allí estaba, en la habitación de un motel, desnuda, empapada en traspiración, sentada y meneándome, sobre el hombre que llevaba amando hacía años. En cuestión de minutos me hizo que me corriera dos veces, la última sobre su miem*bro y gritando dentro de su boca. No podía ser más perfecto. Él no sabía que era yo la misteriosa mujer, y ahora menos se lo podía decir, pues la noche del baile, si bien lo disfruté y creo que Iván también, pues le pedía a su amigo que averiguara quien era, fue diferente, esta vez no habían máscaras de por medio, éramos simplemente Iván y Oriana, frente a frente, devorándonos. Creo que la noche de la fiesta, fue solo se*xo para él, pero hoy era otra cosa, había algo más. Cuando nuestros cuerpos cesaron sus temblores y las respiraciones se fueron normalizando, me tomó de la cintura y me depositó en la cama. Yo me acurruqué, pues no sabía bien cómo debía actuar. Iván estiró sus brazos y me miró, cerré mis ojos—¿Qué te dije de n