—Vaya, no sabía que te gustaba escuchar tras las paredes... —Le dice Mariano. —Te recuerdo que estas paredes son las de mi casa... —Sí, en efecto... —Mira hacía alrededor. —La casa es tuya, y las paredes también... pero las conversaciones de otros, siguen siendo ajenas. —Creo que deberíamos calmarnos... —Interviene Rupert que observa los ánimos un poco subidos, pero es ignorado. —Pues si la conversación está dentro de mi casa, no es tan ajena, y menos cuando se habla de mí —Afirma Macarena, que se acerca a Mariano, dándose cuenta por primera vez de lo alto que es, pues ella mide 1.78 cm, y aun así, debe levantar un poquito la mirada para verlo a los ojos. —Ok. Tienes un punto. —Abre las manos en señal de rendición el hombre que para nada pensaba dejarse ganar la partida. —Pero, no hagas tanto drama. No es como si hubiera dicho algo que no fuera cierto... —Mira a Rupert y este traga en seco, porque ambos creen que Macarena escucho toda la conversación. —¿Tanto me conoce
—Maca, realmente no pensé que te gustara Mariano. —Le dice Lucia a la mujer que estaba sentada en su habitación, con la cabeza gacha, avergonzada. —Es que… No sé qué me pasó, yo solamente quería… —¿Qué? ¿Acostarte con él? ¿En serio eres tan superficial? —Le reclama Lucia, tal como ahora seguramente debía estar haciéndolo Gregory con Mariano. —¡No! Tú me conoces, sabes que no soy él Tipo de chica que se acuesta con cualquiera. Ni siquiera sé cómo paso… pero no me pude resistir. Mariano es como una serpiente que engatusa a sus presas con la mirada —¿Es en serio lo que me dices? Macarena, tú lo has dicho, te conozco y sé perfectamente que no eres de las que se deja engatusar. —Bueno… Está bien… lo admito. Hay algo en el que me encanta. No me pude controlar. No sé… Tal vez su renuencia a fijarse en mí. No lo sé… estos días simplemente me ignoro, por más que yo lo busque para que finiquitáramos el plan, y me sentí despreciada. Se me convirtió en un reto personal… —Se encog
El regreso de Gregory y Lucia, fue una total sorpresa para Santiago y Lorena, que llevaban días sin hablarse, por la gran pelea que habían tenido por culpa de la mujer, que antes de irse no se guardó nada para Santiago. El ambiente tenso, se podía sentir en la mesa del restaurante en el que los habían citado con la excusa de discutir sobre el contrato que ya había sido pagado en su totalidad. Lorena llevaba un libro de bocetos que no dudo en mostrar, afirmando que se había centrado en trabajar todos estos días en el diseño de los uniformes. —Tengo varias propuestas, ya que jamás discutimos que les gustaría, pensé que tal vez podría crear varias opciones, y así sería más fácil que eligieran uno. —Sonríe ampliamente a Gregory y Santiago se da cuenta de ello, pero no dice nada, simplemente se centra en observar con dulzura a Lucia que se veía hermosa esta noche. Lorena, abre el libro sobre la mesa, y muestra el primer boceto, mientras empieza a explicarlo, y Lucia, de inme
—Estoy tan feliz... ¡Siempre supe que lo lograríamos! —Afirma Lorena que le planta un gran beso a Santiago en los labios. —Lo sé... Es que tú y yo hacemos un muy buen equipo. —Se jacta el hombre, que aún seguía interesado en Lucia, pero había preferido mantener distancia por sus negocios con Gregory y porque ella, cambió de forma radical con él, comportándose distante y formal, lo que atribuía a la tregua que había realizado con Lorena, con quien milagrosamente se trataba con cordialidad. Razón por la que Lorena, también había dejado las insinuaciones hacia Gregory, que no le daba ni la hora, y no valía la pena arriesgar todo lo que estaba consiguiendo, por ahora, pues seguía pensando que Lucia era muy poca cosa para un hombre tan importante. La relación de Santiago y Lorena estaba mejor que nunca. No había discusiones, ni peleas sin sentido. El sexo seguía siendo bueno, y los dos tenían un ego tan grande que atribuían su éxito a ellos mismos. Lorena, alegando que gracias a
—El investigador también averiguo que Santiago es un apostador empedernido, incluso por eso lo echaron de su trabajo. —¿¡Qué!? —¿No lo sabías? —No... Él me dijo que renuncio para hacerse ayudarme en Rose Green... —Explica sorprendida. —No fue así. Lo echaron porque tomó dinero de la caja menor sin permiso para pagar sus deudas de juego. —¿Juego? Pero eso no es posible... Él nunca ha ido a un casino. Que yo sepa no tiene ningún vicio... —Te equivocas Lu. Es un apostador nato, pero lo hace de forma clandestina y privada. Muchas personas de clase alta, para no ser vistos, van a reuniones privadas, donde apuesta y juegan toda la noche. La mayoría de esas reuniones ocurren en hoteles y las disfrazan como conferencias. No se como Santiago lo hizo, pero se relacionó con varios jugadores, y lleva años haciendolo. —Dios... —Lo curioso es que, se sabe cuidar muy bien. El investigador tuvo que ser muy hábil para conseguir esta información. Lorena parece que tampoco sabe nad
Lucia, que observaba fijamente el techo de su habitación mientras estaba tendida en la cama boca arriba, no dejaba de pensar en todo lo que había sido su vida. Repasaba y repasaba cada momento que vivió al lado de su esposo y su hermana, y solo entonces, se dio cuenta de que siempre hubo señales, pero ella simplemente estaba muy conforme en su mundo mentiras y no quería verlas. Toc-toc, se escuchan un par de toques en la puerta... —¡Adelante! —Indica sabiendo que es Gregory. —¿Quieres hablar? —Pregunta el hombre desde la puerta sin entrar, luego de pensar por un largo rato como debía actuar, llegando a la única conclusión de que solo quería apoyarla. Lucia se levanta rápidamente de la cama, y se sienta, dándole toquecitos al colchón para indicarle que se ubique junto a ella, pues hasta ese instante en que Gregory le pregunto si quería hablar, fue que cayó en cuenta de que posiblemente su actitud podía estar afectándolo a él, al no saber que sentía o porque estaba tan pens
Un par de días después, estaban reunidos Santiago y Lorena, junto a Gregory y Lucia, en la sala de reuniones de Rose Green —Los hemos citado, porque queremos informarles que las prendas están listas. También queremos agradecederles por la confianza, puesta en nosotros. Han sido como una moneda de buena suerte, que hemos encontrado en el camino. No se puede negar que su confianza, ha sido la puerta para que otros clientes entren a nuestra casa, y también confíen en nosotros. —Afirma Lucia, que termina su discurso, después de mostrar un pequeño desfile para Gregory y Lucia, con los uniformes creados para los empleados de Vinicius. Lucia, que observa fijamente a su hermana, no puede esperar para anunciarles que están pensando en cancelar el contrato con ellos por el escándalo que en unos minutos está a punto de explotar, pues Mariano se encargó de que la noticia de la infidelidad de Santiago, fuera publicada a la misma hora en que habían sido citados por ellos. Gregory que mir
Lorena y Santiago se habían desvelado toda la noche, pensando en una manera creíble de liberar responsabilidad, llegando a un acuerdo, culparían a Marcela, después de todo ella era la tercera en discordia. *** Gregory que había recibido un mensaje, donde le notificaban la rueda de prensa que darían Lorena y Santiago en poco menos de una hora, le cuenta a Lucia que también había recibido un mensaje, pero por parte de Santiago que afirmaba quería explicarle lo sucedido, y por eso le pedía verlo luego de la rueda de prensa. —¿Iras? —Le pregunta Gregory. —¿Por qué no? Siento curiosidad... —Si te soy sincero, no me gusta la idea de que te encuentres a solas con él. —¿Celoso? —Bromea la mujer... —No, es solo que no me genera confianza. —Asegura Gregory que tenía varias sospechas de Santiago por el tema de los seguros de vida. —Tranquilo, me sé cuidar... —Lo sé, solo llama si necesitas algo. ¿De acuerdo? —La mira y le da un tierno beso en los labios, para luego abra