Tal y como se había dicho la fiesta estaba siendo una maravilla, y tal y como Gael había dicho estaba muy lleno, muchos hombres y mujeres habían ido a la gran celebración de los siete años, además muchos nuevos asociados se habían incluido.
Tanto dentro como en el salón de los shows, como en las piscinas las personas disfrutaban de la música, el ambiente, la comida y la bebida, todos estaban maravillados.
—Esto está siendo increíble — Jenny estaba muy animada, al igual que toda la nueva familia de Gael.
—Sí, la verdad este lugar es increíble — Kaelyn le gustó mucho el lugar. — te felicito Gael, tu personal es muy eficiente y respetuoso, además que cada bailarín tanto como hombres y mujeres están muy guapos y guapas. — Gael en toda la noche habí
Ambos se miraban a los ojos con ese gran amor que se tenían.—¿Qué tal si vamos a despedirnos de mi familia y vamos a enseñarte la sorpresa que tengo para ti? — Gael habló con la voz ronca por el deseo, verla bailar de esa manera tan sensual hizo que la deseara a un más y así como ella lo había sorprendido, esperaba que ella también se sorprendiera con lo él le había preparado.—Estoy de acuerdo — ella también se encontraba deseando estar a solas con él.Gael la tomó de la mano y la llevó donde su familia compartía alegremente.—Audrey, cariño, estuviste estupenda — Susana la madre de los hermosos trillizos la abrazó con emoción. Mientras todos le aplaudían—Muchas gracias, era una sor
Gael empezó a besarla y ella le correspondió con la misma pasión e intensidad que él lo hacía. Pero Gael no quería ir tan deprisa, aunque moría por estar entre las piernas de su mujer, quería que fuera especial para ella que recordara su primera vez en toda la vida. Por lo que bajó la intensidad del beso.—¿Quieres champán? — Audrey solamente asintió, la verdad lo único que quería era a ese hombre haciéndole el amor, pero se sentía muy nerviosa, por lo quería relajarse.Gael descorchó la botella y sirvió en las dos copas, del líquido burbujeante, le dio una a Audrey y él tomó la suya, para alzarla y brindar con ella.—Por nosotros, nuestras felicidad y nuestra vida juntos. — Audrey sonrió más que feliz, alzó
Mientras Audrey se perdía en la increíble sensación de la lengua de Gael recorriendo su cuello, no pudo advertir el viaje de sus manos hasta que sintió la cálida presión de sus dedos entre las piernas. Un jadeo sorprendido se escapó de sus labios cuando él deslizó los dedos entre sus pliegues, de arriba abajo, una y otra y otra vez.—Déjame tocarte Audrey — le pidió marcando perezosos círculos con las yemas de los dedos sobre su clítoris — ¿Te gusta? ¿Te gusta que te toque así?—Me encanta Gael, justo así me encanta.Gael en respuesta gimió complacido y volvió a deslizarse una vez más, pero está vez dejó que su dedo medio se enterrara en ella, unos instantes después su dedo anular se había unido a la fiesta, entran
Gael abrió lentamente los ojos para encontrar a su bella mujer dormida, SU MUJER, al fin había sido suya, y podía asegurar que había sido la experiencia más maravillosa de todas, y él tenía de donde escoger por la vida que había llevado, pero ninguno de esos momentos se podía comparar con algo tan mágico como lo que había vivido anoche y parte de la madrugada. Con una enorme sonrisa se levantó de la cama sin hacer mucho ruido, aunque se moría de ganas por pasar todo el día en la cama con Audrey, también quería pasar con su familia, esa que había descubierto hace poco, pero que lo hacía sentir como nunca lo hizo sentir su familia de crianza.Podía decir que por primera vez en su vida se sentía completo e inmensamente feliz.Se dio un baño, que lo refresco y lo renovó, quería hablar con
Cinco hermosas Range Rover Evoque del año en color negro iban como en carabana, a pesar de que Gael tenía un club con todos los lujos y mucho personal, Susana y Alberto, padres de los trillizos habían alquilado una gran cabaña en la montaña, era un lugar de lujo casi una mansión donde iban a compartir como la gran familia que eran, tenía todo preparado, sabía que todos sus hijos eran ya hombres hechos y derechos, al igual que Camila que era una mujer, pero hoy haría que fueran de nuevo niños, hoy compartiría con ellos como debió hacerlo muchas veces, pero no pudo por que le habían arrebatado a dos de sus hijos, y aunque había hablado con Gael y Andrew y ninguno quería que denunciara a sus respectivos padres, no podía quedarse sin hacer nada, en especial con la maldita enfermera que se atrevió a vender a dos de sus hijos como si fueran limones, ya ajustaría cu
—¿Vamos a ver afuera? —preguntó Susana, para salvar el pellejo de su hijo, el cual estaba casi segura que era menor de los tres, su don de madre se lo decía.Todos decidieron salir a terminar de conocer el lugar, después cada uno conocería sus propias habitaciones, Gael se quedó de último y tomó la mano de Audrey para que se quedara junto a él.—Espera cariño, quiero decirte algo — le dijo sintiéndose miserable. Ella frunció el ceño al oírlo.—¿Qué pasa? — dijo preocupada.—Que soy el peor hombre que existe en la tierra. — ella lo miró sin comprender.—¿Gael de que hablas?—Que justo en la mañana te decía que nadie puede cortar
Suspiros y jadeos era lo único que se escuchaba en la habitación mientras Gael lamía y chupaba los senos de su mujer, y la masturbarla con los dedos al mismo tiempo, Audrey sólo podía sentir miles de sensaciones y todas eran deliciosas. Pronto empezó a sentir como todas esas sensaciones se concentraban en un solo lugar, mientras un calor se apoderó de ella, sabía que estaba cerca y así fue explotó en un poderoso orgasmo.Gael seguía con sus dedos dentro de la cálida y húmeda vulva de su mujer, llenándose de las sabias de ella, la miraba a los ojos mientras sonreía, ya que logró su cometido y era poder hacerla venir solo con sus dedos, poco a poco sacó de ese precioso tesoro y se los llevó a la boca, saboreando el dulce néctar.—Exquisita — ambos tenían las pupilas dilatadas por el
Cuando Audrey abrió sus ojos Gael no estaba a su lado, sentía su cuerpo relajado, observó el reloj en la mesita de noche y eran exactamente a las ocho de la mañana, por lo que decidió levantarse así darse un baño, tenía que estar a las nueve y media en el café dónde siempre se veía con William.Mientras se duchaba sus pensamientos estaban en todo lo que había pasado desde que conoció a Gael, sabía que si no lo hubiera conocido su historia sería otra, lo sabía, y le agradecia a Dios en silencio por haberlo puesto en su camino algo en ella aún la inquietaba y no sabía explicar la razón.Después de bañarse y mudarse, se roció de su perfume favorito, y decidió irse de una vez, no se iba a maquillar, su cabello lo llevaba suelto, su atuendo era muy informal, el cual acompa&nti