Montserrat miraba su celular preocupada, se giró hacia las chicas que la veían a la espera de una respuesta.
—Bueno, resulta que los chicos sí están juntos, sí estaban vigilando a Audrey, pero no por lo que nosotros creíamos. —Jenny frunció el ceño al oírla, Mason no había sido sincero y ella lo supo.
—¿Entonces por qué? — Montserrat las miró y suspiró antes de hablar.
—Audrey está en peligro, al parecer ellos estaban ahí para protegerla.
—¿De William? — preguntó Jenny, sin saber por qué motivo empezaba a sentir su corazón ir muy rápido.
—No, del que se supone es el padre.
—Maldita sea — dijo Jenny y salió corrien
Audrey sentía su piel arder, y aunque quería llorar, no lo hacía, estaba cansada de mostrarse débil, de hacerles ver como la dañaban.—Tu calvario apenas comienza, así que vamos a ver que tan fuerte vas hacer. — Federico la conocía bien, sabía que si se lo proponía podía hacerla sentir miserable. Ella lo miró y aún no entendía que vio su madre en él, si ella fue tan buena. Federico se acercó a ella y empezó a recorrer con sus manos el cuerpo de su hermosa hija, Audrey sentía asco y repulsión, no quería que ningún hombre que no fuera Gael la tocara, y menos uno que se suponía era su padre, por lo que en un acto reflejo y por querer salir de ahí, alzó su rodilla y lo golpeó en medio de las piernas, el hombre empezó a quejarse de dolor, el golpe había sido certero, hiz
Gael besaba la espalda de Audrey con una ternura infinita, había pasado un mes desde que su mujer había pasado por el segundo susto de su vida al igual que él.—Si sigues consintiéndome de esa forma, me vas a mal acostumbrar y voy a querer pasar así toda mi vida — le dijo sumergida en esas sensaciones tan placenteras que su hombre le daba, Gael se detuvo por un momento, incluso se incorporó un poco y ella lo notó, por lo que giró su cabeza para mirarlo —¿Qué pasa? — preguntó preocupada pensando que había dicho algo malo.—¿Pasarías el resto de tu vida conmigo? — dijo con miedo de que ella le dijera que no, tenía el anillo comprado hace casi un mes, un día sus hermanos lo acompañaron a escogerlo, pero no se atrevía por miedo a que dijera que no, o que era muy pronto, pero &eacu
Audrey salió a hacer su show como llevaba haciéndolo hacía casi un mes, con una gran sonrisa y entusiasmo, realmente se había convertido en la sensación del club, todo el mundo llegaba a verla a ella y Gael se sentía muy orgulloso de ella, nadie, absolutamente nadie le faltaba el respeto, por el contrario, todos sabían que era la mujer del dueño del lugar, pero igual sentía celos, porque sabía que todos esos hombres deseaban a su mujer.En cuanto terminó el show ella agradeció y bajó de la tarima, detrás de las cortinas la esperaban Jenny y sus cuñadas.—¿Qué hacen aquí? — preguntó sorprendida.—Hoy tenemos un show especial — dijo Jenny sonriendo como el gato de Alicia.—¿Así?&mdas
Gael se encontraba realmente nervioso mientras sus hermanos se encargaban de molestarlo, esos tres se habían vuelto muy unidos, era increíble cómo eran ellos. Con Diego y Camila también se llevaban de maravilla pero esos trillizos tenían una gran conexión. A pesar de que tenían casi cuatro meses de saber que eran trillizos, era como si hubieran crecidos juntos, tanto Gabriel como Andrew viajaban todos los viernes con su familia para ver a su hermano y estar con ellos, había pasado ya un mes desde que Gael le había propuesto matrimonio a Audrey y desde que supo que sería padre, por lo que él mismo decidió que le daría solo un mes a Audrey para que pudiera organizar la boda de sus sueños, le dijo que podía gastar lo que quiera, porque el dinero era lo de menos, obviamente tanto sus cuñadas, su suegra y Jenny dijeron que le ayudarían.Audrey
En ese momento se encontraban en la isla Maldivas, Kaelyn y Andrew se iban a disfrutar una semana juntos lejos de todo como hacían una vez al año y tuvieron la gran idea de invitar a Gabriel y a Gael, los cuales hablaron con sus esposas y ellas aceptaron. Susana no dudó ni un segundo en quedarse con todos sus nietos en Canadá, dónde había encontrado un lugar hermoso y amplio para la gran familia que tenían.En ese momento cada pareja se encontraba en sus respectivas habitaciones, haciendo lo que más les gustaba hacer, el amor, fuerte, salvaje y apasionado.Audrey jadeaba al sentir como Gael la penetraba con fuerza desde atrás mientras él la tenía de cuatro, ese hombre sin duda alguna nunca dejaba de excitarla, de hacerla sentir la mujer más hermosa.—¡Ah! Audrey — dijo Gael llegando junto con ella al cl
—Ya sé, hagamos un juego, — Kaelyn se fue hasta donde estaban las pruebas de embarazo y tomó 3. — Cada una de nosotras se hará una. — Montserrat la miró como si estuviera loca y Audrey se rio al oírla. Kaelyn repartió las pruebas de embarazo — empezaré yo dijo y se fue directo al servicio, por dicha el baño era enorme y ahí cabían casi 10 personas. Audrey y Montserrat se giraron para darle privacidad a Kaelyn, aunque eran mujeres y tenían ya años conociéndose, era la primera vez que compartían algo tan íntimo. — listo, ¿Quién sigue?—Bien, lo haré, solo por apoyar a Audrey, aunque esto es una locura, con sólo pensarlo, me da nervios. — las chicas se rieron, cuando terminó puso la prueba al lado de la de Kaelyn — listo, vas tú Audrey.<
Gael Owens es un hombre de dinero que tiene uno de los mejores clubes 5 estrellas.Todas las personas que llegan al lugar quedan encantadas y sin ninguna queja.El club no es solo un lugar donde las personas van a disfrutar sus vacaciones o su fin de semana como familia,El club también tiene un área exclusiva para el placer, dónde hermosas mujeres entretenían a los hombres, bailaban para ellos, pero no sólo los hombres podían disfrutar de un espectáculo, también las mujeres podían pecar en ese lugar.Claro, la diversión no quedaba ahí, si querían tener sexo con algunas de las mujeres o hombres del lugar primero que nada era decisión del bailarín aceptar, Gael no nadie los obligaba a eso. Eso sí negocios son negocios y si sus empleados aceptaban, los interesados tenían que pagar una buena cantidad por la hab
Gael miraba el hermoso paisaje que tenía desde la ventana de su oficina, todo era amplio y luminoso, la vista del gran club campestre. Las hermosas piscinas con sus toboganes, sus zonas verdes, zonas recreativas. Estaba orgulloso de lo con gran esfuerzo había construido, después de que su familia le hubiera dado la espalda sólo porque le gusta divertirse viendo mujeres, disfrutar de ellas, apostar dinero, sabía que era la oveja negra, pero esos vicios por los que su familia no quería a volver a saber de él, fue su mina de oro, lo que lo llevó a ser uno de los hombres más ricos y poderosos, tenía tanto, pero muchas veces se sentía sólo, y odiaba esa sensación. Seguía disfrutando de sus placeres sin que nadie le dijera absolutamente nada, en especial que ahora podía hacerlo de gratis. En especial disfrutar estar dentro de un cuerpo bien caliente y dispuesto para él, las mujeres era lo más delicioso que Dios había podido haber c