Audrey se levantó y no pudo evitar sorprenderse que su padre no hubiera llegado, pero por primera vez en mucho tiempo se sintió tranquila y en paz.
Desde que su madre había muerto hacía 10 años todo se había venido abajo, su padre se convirtió en un borracho y en un agresor, la culpaba a ella de que su madre ya no estuviera con ellos, y la culpó tanto que ella misma se lo creyó. Ese día había salido a jugar con las gemelas que vivían al frente, cuando su madre la mandó a llamar para que entrara a cenar, había corrido sin fijarse al cruzar y un auto venía a toda velocidad, su madre desesperada corrió a ella, gritando que se quitara de ahí. Audrey del miedo se quedó estática y asustada, con tan sólo 8 años vio a su madre ser golpeada por el automóvil, cayó varios metros adelante, Audrey lloraba mientras corría para llegar a ella, quien tenía sangre por todos lados.
Su madre murió antes de llegar al hospital, así que nunca pudo pedirle perdón, si ella no hubiera estado afuera su madre estaría ahora con ella y tal vez las cosas serían muy diferentes.
Empezó a limpiar y a recoger el lugar que apestaba a alcohol, hizo algo de comer con lo poco que había y fue a buscar el periódico, su padre nunca la dejaba salir, porque la mayoría del tiempo estaba golpeada, ella quería trabajar y salir de ahí, porque de lo contrario algo le decía que no llegaría a los 20 años.
Audrey quería saber qué era explorar el mundo, conocer personas, enamorarse, no era tonta, ya sabía cómo funcionaban los seres humanos, había aprendido viendo cosas horribles, su papá siempre la hacía sentir despreciable en cuanto llegó al pequeño puesto de periódicos de la esquina, pidió uno y lo pagó con unos cuantos dólares que su papá había dejado en la ropa sucia, de verdad deseaba poder encontrar algo.
Mientras iba camino a casa iba leyendo el periódico, el cual se había ido directamente a los anuncios de empleo. Hubo varios que llamaron su atención, por lo que muy contenta, se apresuró a llegar a su casa, se dio un baño, se cambió y en un cuaderno hizo una lista de los lugares y trabajos que debía visitar, debía de aprovechar ahora que su padre no estaba.
Fue a varios, pero todos le decían que debía tener experiencia, frustrada, enojada y triste se sentó en una banca.
—Tiene que haber un lugar, no puede ser que en todos pidan experiencia — dijo para sí misma. Observó por última vez y algo llamó su atención.
"EL CLUB DEL DESEO
Necesita hermosas bailarinas con o sin experiencia para bailes exóticos, cero desnudos, muy buena paga y propinas. Un buen ambiente laboral.
También necesitamos a alguien para limpieza.
Entrevistas sábado y domingo de 1 pm a 4 pm."
Audrey terminó de leer el anuncio, miró la hora y luego la dirección, faltaba una hora para las cuatro, lo pensó por unos minutos y decidida se levantó, dice cero desnudos, así que ¿qué tan malo podría ser? Además sino podía con ese podría el de limpieza, ella era muy hábil en eso.
Tendría que caminar, pero esperaba que ella saliera de ese lugar con el trabajo ganado.
…
Por su parte Gael tenía anotado el nombre y el número de teléfono de las chicas, las que no entrarían a trabajar, al menos él entraría entre sus piernas, eran chicas realmente hermosas.
—Todas han venido para ser bailarina pero ninguna quiere el puesto de limpieza — Mason frunció el ceño.
—Es que todas están hermosas, todas merecen bailar para mí — Su amigo lo miró, y no pudo evitar golpearlo en la cabeza. — auch, ¿Por qué me golpeas?.
—Por qué eres un alborotado, muchas ni siquiera tienen humildad, llegaron aquí jugando de divas y eso ya está mal, podrán ser hermosas, pero aquí nadie es más que nadie. — Gael miró a su amigo y sonrió.
–Eso ya lo sé Mason, no soy tan idiota tampoco, por eso es que de las diez chicas que han venido hoy solo hay 4 que me gustaron para que trabajen aquí, a las otras las quiero una noche en mi casa, solo eso. — Mason rió negando con la cabeza. —Pero en fin esperaremos a las de mañana para ver que tal nos va — Gael miró su reloj pulsera y faltaban 10 minutos para las cuatro de la tarde. — No creo que venga nadie más, tal vez deberíamos cerrar las entrevistas por hoy.
Mason se levantó de su asiento.
—Creo que tienes razón — pensaba cerrar la puerta de la oficina cuando chocó con un pequeño cuerpo, que al parecer venía muy deprisa
—Hola — dijo nerviosa. — soy Audrey — Masón miró hacia abajo, ya que él era bastante alto, y la mujer tal vez llegaba al 1,60, su cabello castaño, unos hermosos ojos color verdes, y sus labios eran gruesos, su cara era fina, la mujer era realmente hermosa, más que las que había llegado porque ella lucía natural.
—Hola, ¿vienes para la entrevista? — dijo en tono profesional, mientras Gael esperaba que Mason se quitara de en medio, para ver el rostro de la mujer que había llegado, nunca había escuchado una voz tan dulce.
—Sí.
—Bueno, estamos por cerrar las entrevistas por hoy, ya que ya se han presentado 10 bailarinas.
—Yo.. —Audrey pensó que eso fue por llegar tan tarde, suspiró frustrada, solo quería un trabajo — vi que también necesitaba a alguien para la limpieza, no me molestaría ese empleo. — Mason se sorprendió al oírla, porque realmente era muy hermosa, si no estuviera enamorado de su esposa, puede que hubiera intentado ligar con ella. Gael desesperado por ver a la dueña de la dulce voz decidió intervenir.
—Mason, déjala entrar y así le hacemos la entrevista a la señorita. — Audrey sintió un escalofrío por todo su cuerpo al escuchar esa voz tan profunda y sensual, algo que nunca había escuchado.
Mason se quitó de en medio y dejó que ella entrara, Gael al verla se quedó en shock, no pudo evitar mirarla de pies a cabeza, su cuerpo se veía más que perfecto, sus ojos, su cabello, su rostro, sus labios, definitivamente esa mujer era perfecta.
Ambos se quedaron mirando a los ojos, Audrey nunca había visto a un hombre tan hermoso con él, su cabello negro se veía tan sedoso, sus hermosos ojos azules, sus enormes brazos, unos que podrían protegerla. Negó con la cabeza por lo locos de sus pensamientos, y con una sonrisa sincera se presentó.—Hola, soy Audrey Mills, la verdad como bailarina no tengo experiencia, así que me gustaría trabajar en la limpieza. — Gael salió de su asombro y carraspeó antes de hablar.—¿Tienes experiencia en limpieza? — a ella la sonrisa se le desvaneció por un momento.—Nunca he tenido un trabajo, pero, desde que tengo 8 años, me dedico a hacer grandes limpiezas a cocinar, cocer, se hacer de todo, incluso, terminé la secundaria y deseo poder entrar a la universidad. — Gael la miraba embob
—Te gustó la chica, ¿cierto? — Gael miró a su amigo y sonrió.—Joder, ¿la has visto? Esa mujer es la más hermosa que he visto en mi puta vida.—Sí, la he visto y tienes razón, es muy hermosa, pero también vi que es muy inocente Gael, ella no es para ti — Gael frunció el ceño al oírlo — No hagas esa cara, sé que eres un buen hombre, eres justo, no mientes, eres un gran jefe, y un puto genio para los negocios del Club, pero también sé que eres un mujeriego, que no te gusta las relaciones con una sola mujer, que no eres fiel, así que ella no ella no es para ti, a kilómetros se nota su inocencia, su pureza, su ingenuidad, su dulzura, así que será mejor que lo dejes ahí. — Gael sabía que Mason tenía razón.&m
Gael se sentía estresado, además de cansado, había pasado toda la mañana del domingo entrevistando mujeres realmente hermosas, pero no le gustaba tener que pasar horas entrevistando a cada una, además de todas las demás cosas que tenía pendientes, en total había contratado a 15 mujeres como bailarinas, y una más como ayudante de limpieza, por un momento cerró los ojos y pensó en Audrey, sus ojos tan inocentes, esos labios gruesos, imaginó su sabor, su dulzura, sacudió su cabeza, no podía pensar en ella menos en la forma en que lo hacía, antes de abrir sus ojos sintió como tocaban su miembro de arriba y no pudo evitar gemir, más al imaginar que era Audrey quién lo hacía, no quería abrir sus ojos porque sabía que su realidad sería otra.—¿Te gusta lo que te hago cariño?— Gael gimi&
Tal y como Gael dijo, no bajó al club en toda la noche, realmente estaba cansado, tenía años que no se tomaba una noche, pero no sentía bien, su cuerpo aparte de estar cansado, se sentía algo débil, con sueño y pesadez, por lo que algo se alarmó en él.—!Mierda! No me puedo enfermar, además soy un hombre sano — se dijo así mismo, pero buscó unas pastillas se las tomó y decidió acostarse y descansar, tal vez era eso lo que su cuerpo necesitaba, para poder sentirse mejor.…Al día siguiente aunque no sé sintió perfecto, sí, se sentía mucho mejor, cuando se bajó de la cama y vio la hora se sorprendió. Eran las dos de la tarde, buscó su teléfono celular que había puesto a cargar desde que él subió a su casa.&n
Gael y Mason salieron de la oficina y se fueron directo a la barra y pidieron algo para comer, Gael siempre estaba pendiente de sus negocios, pero tenía a alguien de suma confianza para que se hiciera cargo del hotel y las habitaciones, que todo fuera perfecto, el revisaba todo los martes y jueves, iba y verificaba que todo estuviera en orden, pero eso sí, todos los días le daba vueltas para que el lugar estuviera limpio, ordenada y como debía.Ambos charlaban de trabajo cuando Gael vio movimiento en las mesas, su mirada se fue hasta donde la hermosa castaña estaba limpiando mesas, ¿cómo diablos iba a poder hacer para controlarse si cada vez la veía más hermosa?—Gael — dijo Mason en todo de advertencia, al ver que el hombre no le quitaba los ojos de encima a la pobre chica.—No puedo Mason, es simplemente hermosa y con ese unifo
En cuanto entraron a la oficina Gael suspiró muy profundo, el olor de esa mujer lo estaba volviendo loco, era exquisito.—Siéntate — le dijo muy amable, Audrey lo hizo y no pudo evitar suspirar, Gael tenía algo que llamaba demasiado su atención. — ¿Qué ideas tienes?—Hace un año, fui a un curso de dos meses, fue algo pequeño, pero enseñaban un poco sobre preparaciones de fiestas, ideas, cosas que llamaban mucho la atención, pero antes de darle mis ideas, me gustaría saber que le gustaría a usted, si ya tiene algún a de idea de algo o que es lo que ha hecho los años anteriores.—Bueno, he tenido fiesta de piscina, fiesta de disfraces, baile de máscaras y solo baile, algo muy formal. — Audrey asintió.—¿Cuántos a&
Gael miraba unos reportes del último mes, tenía un puto dolor de cabeza que no se le quitaba con nada, cada vez estaba más estresado, y no se había desahogado como debía, deseaba un coño caliente dónde poder meter su verga, aunque no uno cualquiera, no, deseaba a una hermosa castaña que había conocido hacía 4 días y lo estaba volviendo loco, volvió a mirar la hora sabía que ella ya debía estar ahí para empezar a trabajar iba a esperar 10 minutos luego saldría con cualquier excusa para ir y verla, ayer tuvo una reunión de último minuto y no pudo verla cuando se fue eso era algo que lo tenía muy frustrado. Quería acercarse a ella, endulzarle el oído, sabía que era virgen, por lo que sería gentil, podía hacerla disfrutar como nunca nadie lo había hecho, diría palabras dulces, cosas que la hicieran sentir he
Jenny siguió a Audrey hasta los baños, en cuanto entró la vio echarse agua en el rostro y sonrió maliciosa.—¿Te calientas cuando estás cerca de Gael? — Audrey brincó del susto, no la oyó llegar y no pudo evitar que su rostro se pusiera rojo como un tomate.—No— dijo en un susurro que hizo que Jenny soltara una carcajada.—Tranquila, ese hombre es guapa, claro, no es como mi hombre, pero es un hombre muy caliente ¿te gusta? — Audrey la miraba aún sorprendida. — Tranquila puedes confiar en mí. — Audrey lo sabía, por eso le había pedido a Gael que dejara que ella le ayudara.—Es… no tengo palabras, me gusta, y mucho más que William. Es tan sexy, su mirada, su sonrisa, todo él me deja muda.