—- Lo que tengo claro es que no te contrate para que hicieras la imbécil como si fueras una puta, metiendo las narices donde no te han llamado, ¿lo entiendes Alex? – me dijo mi jefe muy cabreado— Mira jefe, lo que está claro es una cosa, que deberíamos dejar esta conversación para otro momento ya que los dos estamos demasiado alterados y nos estamos diciendo e insultando con palabras que ni pensamos — respondí— Yo solo Alexa, deseo que no os suceda nada ni a ti ni a Denise — me comentóNos quedamos mirándonos los dos a los ojos, haciéndome pensar que, primero se enfada mi jefe conmigo y ahora dice que quiere protegernos, ya me estoy hartando de todo esto.— Vale te entiendo jefe, pero deja que actúe como yo creo que debo hacerlo, por favor — respondí— Solamente si me prometes que a partir de ahora, me tendras informado y que ya no habrá ni más secretos ni más mentiras entre tu y yo— Lo siento, aunque poco puedo prometerte, intentaré que no haya más secretos ni más mentiras entre l
En un momento de rabia y de furia eche a Duncan de mi despacho, fijandome como se marchaba con la cabeza cabizbaja y sin decirme nada más, sentandome después en mi sillón, para llorar como una niña pequeña que le han quitado lo que más desea. No se el tiempo que pase así hasta que escuche como tocaban a la puerta con insistencia, pero no conteste ya que no quería ver a nadie, estaba harta ya de amar a un hombre que no me quería, un hombre que aunque teníamos un contrato firmado no me merecía, ni lo merecía yo en mi vida y en la vida de mi hijo.—- !! FUERA ¡¡ — grité ante la insistente llamada de la puerta de mi despacho— Alexa, soy yo la compañera de Duncan, por favor solo quiero hablar contigo un momento — escuche la voz de la teniente al otro lado de la puerta— Esta bien pasa, pero te advierto que no estoy para hablar con nadie — le dije cuando entró en mi despacho— Alex quiero hablarte de Duncan, se la discusion que habeis tenido hace un momento Duncan está destrozado, pero qu
Desesperada y sin saber exactamente que hacer ahora o hacia donde dirigir mi vida, cuando llegue a mi casa todavía confundida por la declaración de esa mujer, me deje caer derrotada en el sofa con mis manos acunando al bebe que estaba creciendo en mi vientre y que era como un pequeño sello de un amor imposible. Cogí mi móvil de mi bolso con la esperanza de que Duncan me llamara o me escribiera, pero no lo hizo, así que sabía que mi vida debía cambiar por el bien de mi pequeño. Acababa de tocar fondo, aunque de todas formas le llame y le escribí varios mensajes a Duncan porque ya que no me importaba suplicarle o pedirle perdón por el error tan grande que yo había cometido esa mañana al querer echarlo para siempre de mi vida. Las lágrimas me brotan de mis ojos sin querer evitarlo ya que estoy completamente perdida en mi soledad y desesperación.Me pase dias y dias sin querer saber nada de nadie, solamente esperando a que Duncan, el hombre que amo me responda a mis mensajes o me llame, p
Estuve unos meses fuera aunque no conseguí mucho ya que Liam desapareció, Denis no apareció.y Carlos no sabía dónde podían tener a mi amiga secuestrada.Así que después de unos meses en Roma decidí volver a mi ciudad para cuando llegara la hora poder tener a mi hijo junto a la única amiga que me quedaba. Carla me ofreció una casita que tenía en el campo en las afueras de la ciudad.Donde podría estar tranquilamente sin que nadie me conociera, aunque de vez en cuando. Carlos para que no me sintiera sola y así pasar tiempo conmigo Pues ya no me quedaban muchos meses para dar a luz.La casita era de piedra.Era encantadora y muy cómoda para mí sola, donde podía dar largos paseos por el bosque que había. aunque el pueblo no quedaba muy lejos de ella.Un domingo vino mi amiga Carla y la teniente, amiga de Duncan y aun no se como agradecer su compañía. ya que cada vez que venían a la casita de visita, era todo alegría, risas y felicidad.— Nunca voy a terminar de agradecer toda la ayuda que me
Con la ayuda de mis dos amigas, intentó calmarme ya que mi respiración es muy agitada y temo que le pase algo a mi bebe, Las acusaciones de Carlos hacia mi me han llegado hasta lo más profundo de mi alma ya que el sabe muy bien cuánto amo al padre de mi hijo y es él quien nos ha abandonado a mi bebe y a mi. Por un momento me sumerjo en mis pensamientos y en este momento no soy capaz de pensar en nada, aunque intente Carlos hacerme sentir culpable de lo que me esta pasando, pero maldita sea que no puedo, ya que yo no soy la culpable de todo, ¿porque intenta este hombre que me sienta tan culpable? no lo entiendo. Lo unico que mas me duele ahora es enterarme de que el hombre que amo, ya se ha casado con otra y los celos me estan comiendo hasta perder la razón, ya que no soy capaz de imaginarme otra cosa que no sea ver al padre de mi hijo y a esa mujer retorciendo sus cuerpos en la cama desnudos, acariciando Duncan el cuerpo de esa mujer con sus manos, unas manos que deberían estar acaric
Pero al final no abrir esa maldita puerta y decirle que prefiero ser su amante a perderlo, pero no puedo, tenía que marcharme de aquel lugar, ya no soportaba más escuchar como sollozaba mientras le hablaba a su amigo. Mis lagrimas me estan estrangulando la garganta y no puedo respirar bien, ya que el pecho me está oprimiendo — ¿Que vas a hacer ahora que sabes donde esta? — escuche preguntar a Carlos decirle— No lo sé Carlos, mi frío corazón una vez latió por ella y pense que seria capaz de amar, pero Alex se marchó de mi lado y se llevó todo con ella — dijo DuncanCerre mis ojos apoyando mi cabeza poniendo mi espalda en la puerta, aunque deseaba marcharme, no tengo ahora mismo excusa para hacerlo ya que le amo y no me importa cuantos reproches me de, no se si me los merezco por desaparecer de su vida, pero lo necesito a él para seguir viviendo.De pronto y sin esperarmelo, la puerta se abrió de golpe, quedando los dos de frente, mirándome Duncan algo extrañado el gran volumen que ya
No he podido pegar ojo en toda la noche, ya que no he sido capaz, solamente pensaba en el recibimiento que Duncan me hizo, en sus palabras que dolían como si me hubieran clavado un puñal ardiente en el centro de mi corazón, me levanté de la cama con los ojos entreabiertos por el fuerte dolor de cabeza que tenia, Despues de ir al cuarto de baño y lavarme la cara, me fui hacia la cocina, ya que esta vez sí que necesitaba un buen café, para poder despertar, aunque aún no era capaz de poner mis pensamientos en orden, la rabia y el dolor se me acumulaban buscando encontrar alguna explicación a lo que el dia anterior me sucedió con Duncan. Sabía que lo que me dijo no era lo que sentía, el rencor de sus palabras lo delataban y yo lo conocía muy bien, lo que no podía comprender era ¿porque se empeñaba en alejarme de su lado?¿acaso Carlos no me mintió cuando me dijo que no le había dicho a Duncan nada sobre nuestro bebe? Lo único que siento en estos momentos sentada en el sillon del salon de
Al día siguiente, cuando regresaba a casa de dar un paseo, ya que las piernas las tenía muy hinchadas, me encontré sentado en una cafeteria que habia enfrente de mi casa a Carlos, al mirarlo, me hizo una señal con la mano para que entrara viendo como él se levantaba de donde estaba sentado para acercarse a la puerta de la cafetería, abriendola cuando pase por al lado— ¿Te puedo invitar a un zumo? necesito hablar contigo — me dijoAsentí con la cabeza y entre en la cafetería acompañando a Carlos a la mesa donde él estaba sentado, abriendo mi silla Carlos para que me sentara, sentándose él enfrente de mi, dándome cuenta de que el camarero se acercaba para coger mi pedido, una vez que se marchó el muchacho, Carlos empezó a hablarme— ¿De qué querías hablarme? — pregunte— Si supiera por dónde empezar creeme que lo haría, Alex todo lo que Duncan te dijo, no lo sentía, es mi amigo y lo conozco muy bien — me dijo— Entonces, ¿a qué vino todo lo que me dijo? no Carlos, todo lo que me dijo l