Estaba durmiendo cuando escuche la melodía de mi móvil, cogi mi teléfono a oscuras para mirar quien me llamaba, viendo que era otra vez Mario el que llamaba, corte la llamada volviendo a dejar mi móvil encima de la mesita, pero fu inutil porque no dejaba de sonar,— ¿Qué quieres Mario? ¿sabes qué hora es? — le pregunté— Si lo se y hoy no estoy borracho, necesito hablar contigo, te espero en la puerta de tu casa, baja ya — me dijoMe levanté de la cama, me quite el camisón que llevaba, me puse unos pantalones y un jersey, cogi las llaves de la casa y mi movil marchandome de la casa con los zapatos en mi mano, poniendomelos cuando ya estaba en la calle porque no quería hacer ruido y que mis amigas se despertaran, viendo a Mario de pie mirándome al lado de su coche— ¿Qué haces aquí a estas horas? — pregunte— Necesitaba verte y estar contigo, sube al coche — me dijo abriendo la puerta para que me sentarasentándose Mario en el asiento del conductor marchandonos de aquel lugar— ¿Dónde
Una hora después de marcharse Mario de la suite, escuche como alguien tocaba a la puerta, me acerque a ella para abrir viendo a un botones del hotel con un sobre en la mano— Señorita Angeletti, vengo a recoger el equipaje de su esposo y a darle este sobre que ha dejado el señor Angeletti en recepción — me dijo dándome el sobre que estaba cerradoCuando el botones se marchó, me senté en la cama, abri el sobre viendo que había bastante dinero de mucho valor, también estaba el anillo de Mario dentro y una pequeña nota, la cogi para leerla, quedando inerte con lo que ponía cuando la leí ::: Gracias por tus servicios, te dejo bastante dinero para que te quedes unos días más, si ese es tu deseo Adios para siempre MarioMe levanté de la cama, cogi mi equipaje, bajé hasta el hall del hotel y ya en la calle paré un taxi, que me llevó al aeropuerto con el corazón roto y destrozado. Ya en mi
Robert no me dijo nada más, me dio un beso en la mejilla marchandose de mi dormitorio, cuando escuche que Sandra ya estaba en casa, me levante de la cama dirigiendome despues hacia el salon, sentandome en el sofá, sentandose Sandra en el suelo al lado mio— No se que coño le ha pasado al jefe, pero está muy mandón, nos ha llevado todo el día corriendo de una habitación a otra, porque hay una convención de médicos en el hotel oye Sofía ¿tu por casualidad, no sabrás qué le pasa a Mario? — me pregunto — Yo no tengo porque saberlo, hace tiempo que no nos venus Mario y yo, preguntale tu — le dije— Menos mal que mañana es sábado, he quedado con Alicia y Viki aquí en mi casa, cenaremos aquí y luego nos iremos al club — me dijo— Yo no voy, no me apetece volver a ese club — le dije mirándome mi amiga muy extrañadaAl día siguiente, Sandra se levanto muy tarde, pero Claudia y yo nos fuimos a comprar al centro comercial, sentandonos en las sillas de una cafetería cansadas de tanto andar para
Tiempo después me marché de la ciudad y aunque la despedida fue dolorosa, mis amigas comprendieron muy bien que necesitaba marcharme de la ciudad. Me marché para vivir en el pueblo donde me acogieron también mis amigas Carol, Lorei y Laura, Allí en ese pueblo tuve amigas, trabajo, tranquilidad, pude vivir y disfrutar de mi libertad y lo que fue más importante para mi, dar a luz a mi pequeña Graziela, hasta que un dia mi amiga Sandra me llamo por telefono, diciendome que se casaba y que quería que yo fuera su madrina. Las despedidas para mi fueron muy duras, pero Sandra y yo éramos como hermanas y siempre estuvo a mi lado en mis momentos mas dificiles, asi que con esa petición sabía que no podía fallarle a mi amiga, y decidí volver a la ciudad con mi pequeña de seis meses en mis brazos. Baje del taxi en la puerta de la casa de Sandra, bajando el taxista mi equipaje y el de mi hija del maletero—- “”SOFÍA””, Sandra corre ya están las niñas aquí — escuche a Claudia gritar, viendo como c
Estuvimos en aquel club hasta altas horas de la madrugada, bebiendo riendo y hablando de anécdotas incluido Mario, que con alguna bebida de más en su cuerpo, también conversó con el grupo, Cuando ya nos íbamos a marchar, Sandra se marchó con David, ya que sentía que no estaba en condiciones de conducir su coche, marchandose con David y Sandra nuestra amiga Viki, quedando Mario y yo, ya que Alicia se marchó con Leandro.— Sube te llevo a tu casa — me dijo Mario— No gracias, llamare a un taxi para que me recoja — le dije— Venga Sofia, te prometo que voy bien y llegarás a casa sana y salva, sube por favor — me dijo abriendo la puerta de su coche para que entraraNos marchamos de aquel lugar en silencio, como cuando llegamos a la casa, no dijimos nada durante el camino, pero si me daba cuenta de la forma en que Mario me miraba de vez en cuando. Paro el coche en la misma entrada de la casa, abri la puerta bajar del coche, bajando también Mario acompañándome hasta la puerta— Bueno ya hem
Cuando escuche las palabras de Mario, ya no sabia que hacer, aunque me dolía todo lo que me hizo, sabía que el pasado debía dejarlo atrás y que Mario tenía razón, ya que Sandra cuando me llamaba me lo decía, que Mario estaba mal por no encontrarme, por no saber dónde estaba diciéndole a todo el personal del hotel que yo ya era su esposa con mucho orgullo, pero que al no encontrarme, se hundió y no quiso saber ya nada del mundo, pero después de lo que me hizo pasar, yo ya no creía en nada ni en nadie. Sin decir nada mas, me di la vuelta, abri la puerta de su despacho, viendo a mis amigas enfrente mirándome— ¿Estás bien Sofía? — me preguntó Alicia que se acercó ella y Viki hasta donde yo estaba— Si no te preocupes, me marcho que he dejado a mi hija con Claudia — les respondí— Vale como quieras, pero esta noche pasaremos por la casa, para ver como estais — me dijo Viki— De acuerdo y gracias a las dos, por preocuparos — les dije— Nos hemos acercados porque lo gritos llegaban hasta la
Solté enseguida el arma que tenía en mis manos, viendo el cuerpo de John en la cama todo manchado de sangre, Sandra cogió una sábana tapando enseguida mi desnudo cuerpo, mientras veíamos como uno de los cuatro policías que había en aquella habitación se acercaba a donde estábamos las dos— ¿Se llama usted Sofia Jones? — me pregunto el policía— Si soy yo ¿que ha pasado? no me acuerdo de nada agente — le dije— Deme las manos, Sofía está usted detenida por asesinar a John Marcia — me dijo leyendo mis derechos mientras me esposaban las manos, Nos marchamos de aquella habitación, viendo en la entrada del ascensor a Mario mirándome perplejo, sin comprender como yo, que había pasado mientras estaba dormida, cuando bajamos al hall, estaban casi todos mis excompañeros mirándome, sintiéndome avergonzada hasta que aquel policía me metió en el coche patrulla, dirigiéndose hacia la comisaría. Cuando el coche paró enfrente, me bajaron del vehículo, entrando dentro, encerrandome en una celda que
Una mañana estábamos Gina y yo dando un paseo por el patio cuando se acercó a nosotras una de las agentes, dirigiéndose a mi— Jones, tu abogado está aquí, quiere hablar contigo, acompáñame — me dijoMe fui con ella hasta unas salas que había al otro lado de los pabellones, entramos las dos, saludandome mi abogado, sentandonos los dos en las sillas— ¿Cómo estás Sofia? – me pregunto mi abogado— Bien ¿se sabe algo ya? dígame algo por favor, aquí me estoy volviendo loca pensando en mi pequeña — le respondí— Tranquila, pero si se sabe ya algo, la policía ha estado en la casa de ese tal John y ha encontrado la pulsera que se te imputo a ti la vez anterior, además sabemos que ese médico, Robert se ha marchado, pero en su casa había varios inyectables, sabemos que eso fue lo que se te inyectó a ti, ya que cuando llegastes aqui y te examinó el médico, en la sangre tenias una dosis muy alta de ese inyectable — me dijo— Entonces me dejaran salir ya de aquí ¿no? — pregunte— No tardarás much